Las empresas farmacéuticas ¿en qué medida han respetado los derechos humanos durante la pandemia por covid-19?
La Tarjeta de Calificación de Fair Pharma clasifica a 26 empresas farmacéuticas en función de cómo cumplen 19 principios de derechos humanos. Muestra cómo se comportaron durante la pandemia por covid-19 en términos de respeto a los derechos humanos, transparencia, cooperación internacional e igualdad, no discriminación y equidad.
Consulta la tabla para obtener una visión general de la puntuación de las empresas (Ver https://fairpharmascorecard.org/the-fairpharma-scorecard-2022/). Haga clic en el nombre de cada una de las empresas para ver la evaluación detallada.
Conclusiones principales
Ninguna de las empresas cumplió con todos los criterios de evaluación, y la mayoría están lejos de favorecer que las vacunas, los medicamentos y las pruebas diagnósticas relacionadas con la covid-19 estén disponibles y sean asequibles.
Texas Chidren’s Hospital Vaccine | 74% |
MSD Therapeutic | 72% |
Finlay Vaccine | 67% |
Pfizer Therapeutic | 65% |
Johnson & Johnson Vaccine | 59% |
AstraZeneca Vaccine | 59% |
CIGB Vaccine | 58% |
Pfizer Vaccine | 50% |
Moderna Vaccine | 50% |
Gamaleya Vaccine | 50% |
Roche Therapeutic | 50% |
Gilead Therapeutic | 44% |
CanSino Vaccine | 44% |
Sanofi Vaccine | 43% |
Zydus Vaccine | 43% |
Novavax Vaccine | 41% |
Regeneron Therapeutics | 38% |
Sinopharm Vaccine | 37% |
Vaxine Vaccine | 36% |
Brii BioSciences | 35% |
Sinovac Vaccine | 34% |
Eli Lilly Therapeutic 3 | 31% |
Celltrion Therapeutic | 31% |
GSK Therapeutic | 29% |
AstraZeneca Antibody | 29% |
Bharat Biotech | 28% |
Eli Lilly Therapeutic 2 | 28% |
ZFSW Vaccine | 27% |
Eli Lilly Therapeutic 1 | 25% |
Vektor Vaccine | 22% |
Otras conclusiones clave son:
Tienen un interés mínimo en el intercambio abierto de conocimientos: El intercambio abierto de conocimientos y de la propiedad intelectual es una de las formas más rápidas de ampliar el acceso a los productos para la salud. Pero sólo dos empresas han firmado acuerdos con el Medicines Patent Pool (MPP), una organización pública de salud respaldada por la ONU para mejorar el acceso a los medicamentos mediante la concesión de licencias de patentes: MerckSharpDohme (MSD) para su antiviral molnupiravir y Pfizer para el nirmatrelvir/ritonavir (Paxlovid). Ninguna de ellas se ha unido al banco de tecnología covid-19 (C-TAP) de la OMS, a pesar de que ha habido mucha presión a nivel mundial por parte de los gobiernos y de la sociedad civil. Pfizer y Moderna se han negado a compartir las patentes de sus vacunas de ARNm que salvan vidas y han vendido sus productos principalmente a países de altos ingresos. Por otro lado, cinco empresas se han comprometido a no hacer valer las patentes durante la pandemia (Texas Children’s Hospital, Finlay, CIGB, Gamaleya y Moderna).
Transparencia: cumplen algunos criterios, muy poca transparencia en otros: las empresas han sido más transparentes en informar sobre los resultados de sus ensayos clínicos (100% de cumplimiento) y su capacidad de producción (72% de cumplimiento), que sobre sus costes de producción (Texas Children’s Hospital es la única empresa que los ha revelado). Más de la mitad de las empresas publican sus costes globales de investigación y desarrollo, pero sólo dos (Novavax y Gilead) los desglosan producto por producto.
El comportamiento de las empresas puede variar según el producto: Por ejemplo, en este aspecto, Pfizer obtuvo un 65% por su antiviral Paxlovid, pero sólo un 50% por su vacuna. Pfizer declaró en una respuesta a nuestro cuestionario que la herramienta más importante en el arsenal de un país sigue siendo las vacunas – sin embargo, la empresa se sigue negando a compartir la propiedad intelectual y la tecnología para su vacuna de ARNm. Es importante identificar los matices en el comportamiento de las empresas para ver hasta qué punto integran adecuadamente las buenas prácticas.
Políticas de derechos humanos: el compromiso es bueno, pero como se dice en inglés el diablo está en los detalles: Algunas de las empresas con mejor puntuación (Texas Children’s Hospital, Finlay, CIGB) no tienen una política explícita de derechos humanos, y sin embargo han adoptado el comportamiento más respetuoso y coherente con estos principios. Mencionar los derechos humanos es un buen primer paso. Pero para mejorar realmente el acceso a los medicamentos hay que integrar los principios de los derechos humanos en las actividades y en los planes de una empresa, no basta con hacer una declaración.
Conciliar los derechos humanos y la industria farmacéutica es posible: La Tarjeta de Calificación de la Industria destaca las actividades que deberían servir de guía para prepararse y responder a pandemias, y las que no se deberían implementar. También muestra que los principios de los derechos humanos pueden ser compatibles con el funcionamiento de un modelo de negocio farmacéutico viable, como demuestran las empresas con mayor puntuación de la lista. Ahora hay que presionar para que las empresas rezagadas sigan el ejemplo de las que tienen la mejor puntuación.