Un destacado endocrinólogo es el ponente principal de una conferencia en un centro salud de atención primaria, que cuenta con patrocinadores «Platino, Oro y Plata». Para comenzar su presentación sobre un nuevo medicamento para la diabetes, muestra durante un segundo una declaración obligatoria de conflictos de interés (CdI), reconociendo que ha recibido dinero de Janssen y Novo Nordisk por consultorías clínicas, y becas de investigación financiadas por Eli Lilly y Merck.

Muchos de los asistentes no parecen darse cuenta de la rapidez con la que se pasa por encima el asunto de los potenciales conflictos de interés. La farmacéutica clínica Kirsten reacciona de forma diferente. Los posibles CdI le llaman la atención; siente que tiene el reto de identificar los posibles sesgos de la presentación. En este entorno, ¿cómo respondería Ud?

Conclusiones

• El patrocinio de la industria farmacéutica de los ensayos clínicos puede conducir a conclusiones sesgadas, incluyendo afirmaciones exageradas sobre la eficacia y subestimación de los daños.
• El patrocinio influye en el diseño, realización, publicación y uso de los resultados en revisiones sistemáticas y Guías de Práctica Clínica.
• Muchos líderes de opinión hacen promoción, no formación imparcial.
• En las publicaciones científicas de los resultados de estudios, artículos de revisión, guías o sesiones de formación continuada para profesionales sanitarios, busque si hay patrocinios comerciales. Pregúntese “¿Quién pagó por esto y por qué? ¿Es probable que haya sesgos? ¿Por qué no me lo dijeron?
• Busque revisiones de evidencia (como las de Therapeutics Initiative) que evitan estrictamente los conflictos de interés.

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