Un amplio estudio observacional realizado en el Reino Unido aporta más evidencia de que el uso de antipsicóticos en personas con demencia se asocia con riesgos notablemente mayores de reacciones adversas graves, a veces mortales [1]. Los medicamentos estudiados incluyeron antipsicóticos de primera generación (típicos) y más recientes (atípicos), incluyendo haloperidol (Haldol), risperidona (Risperdal) y quetiapina (Seroquel).
El estudio de 2024, publicado en la revista médica British Medical Journal (BMJ), analizó las historias clínicas electrónicas del Reino Unido, desde 1998 hasta 2018, correspondientes a personas con un primer diagnóstico de demencia que tenían al menos 50 años (edad media de 82 años) y no habían utilizado antipsicóticos durante el año previo. El Reino Unido mantiene historias clínicas de gran calidad para la mayoría de su población.
El estudio identificó a 173.910 adultos con demencia: a 35.300 de ellos se les recetaron antipsicóticos y a 138.600 no se les trató con tales fármacos. Cada persona a la que se recetaron antipsicóticos fue emparejada, según la fecha del primer diagnóstico de demencia, con hasta 15 personas que no recibieron tratamiento con antipsicóticos. Las comparaciones de resultados entre estos dos grupos se ajustaron estadísticamente para tener en cuenta las diferencias que de otro modo se podrían explicar por características personales (por ejemplo, sexo, etnia o pobreza regional), estilo de vida (por ejemplo, consumo de tabaco o alcohol), comorbilidades (por ejemplo, diabetes, artritis o cáncer) y otras prescripciones (por ejemplo, anticoagulantes o antidepresivos).
Los resultados adversos que se estudiaron incluyeron derrame cerebral, trombosis venosa (coágulos sanguíneos), infarto de miocardio (ataque cardíaco), insuficiencia cardíaca, arritmia ventricular, fractura ósea, neumonía y lesión renal aguda. Las prescripciones de antipsicóticos se asociaron con un mayor riesgo de sufrir cualquiera de los efectos adversos principales, excepto arritmia ventricular. Por ejemplo, el riesgo de neumonía asociado a una prescripción vigente de antipsicóticos se calculó en 2,19 veces el riesgo sin tales fármacos, el riesgo de lesión renal aguda se elevó de forma similar en 1,72 veces, el riesgo de fractura en 1,43 veces y el de infarto de miocardio en 1,28 veces. Estos resultados adversos eran mayores si el período de seguimiento era inferior a 30 días tras el inicio de los antipsicóticos, aunque muchos de estos efectos adversos seguían siendo evidentes hasta dos años después, algunos incluso después de haber suspendido dichos fármacos. El perfil de resultados adversos fue similar para los antipsicóticos típicos y atípicos, aunque los fármacos típicos se asociaban a un riesgo ligeramente mayor de sufrir derrame cerebral, insuficiencia cardíaca, neumonía y lesión renal aguda.
Desde 2004, el Grupo de Investigación en Salud de Public Citizen ha recomendado que no se utilicen antipsicóticos en personas con demencia [2, 3]. El nuevo estudio refuerza estas inquietudes que existen desde hace tiempo.
Referencias