LOS FÁRMACOS SON EL PRINCIPAL CONTAMINANTE EMERGENTE
Editado de: Daniel Arbós, Los fármacos son el principal contaminante emergente, Diario Médico (España), 27 de diciembre de 2004; Roberto Pérez, Antibióticos y analgésicos se suman a la lista de contaminantes de los grandes ríos europeos, ABC (España), 27 de diciembre de 2004
BMJ DEJA DE SER TOTALMENTE ABIERTO Y GRATUITO
LOS FÁRMACOS SON EL PRINCIPAL CONTAMINANTE EMERGENTE
Editado de: Daniel Arbós, Los fármacos son el principal contaminante emergente, Diario Médico (España), 27 de diciembre de 2004; Roberto Pérez, Antibióticos y analgésicos se suman a la lista de contaminantes de los grandes ríos europeos, ABC (España), 27 de diciembre de 2004
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participa en el proyecto europeo Aquaterra, que tiene por objetivo evaluar la calidad de las aguas de cinco grandes ríos europeos, entre ellos el Ebro. Los científicos analizarán durante cinco años las aguas superficiales y subterráneas, los sedimentos y los peces a la caza de contaminación industrial, agrícola y urbana.
Uno de los aspectos pioneros de la iniciativa es el análisis de los fármacos presentes en el agua. “Los medicamentos son los principales contaminantes emergentes, y aún no está bien estudiado el problema ambiental que suponen”, ha explicado Damià Barceló, del Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales del CSIC y Coordinador de Aquaterra en España.
Curiosamente, los investigadores están más preocupados por este apartado que por el impacto contaminante de la industria. Según explica este profesor del CSIC, “desde hace años se ha avanzado mucho con la normativa que ha obligado a las industrias a controlar sus vertidos y a tratarlos previamente, por lo que ahora las fuentes contaminantes que más preocupan en Europa son las agrícolas y las urbanas”. Las substancias farmacológicas son eliminadas del cuerpo humano por la orina, llegan a las aguas residuales y de aquí a los ríos. “Los tratamientos convencionales de las plantas depuradoras no erradican estos productos, por lo que alcanzan los ecosistemas acuáticos”, ha afirmado Barceló.
A diferencia de otro tipo de tóxicos, como el DDT, que persisten largo tiempo en el ambiente, los fármacos se degradan. Sin embargo, como se vierten de forma continuada, los seres vivos acuáticos están expuestos de forma perenne a este cóctel de contaminantes. “La continuada introducción de residuos farmacológicos en el medio hace que no necesiten ser persistentes para causar efectos perniciosos sobre el ecosistema”.
Una farmacia en el río
Aunque es un campo de la investigación muy novedoso, con muy pocos estudios realizados, los expertos ya han encontrado algunos resultados significativos. En un trabajo llevado a cabo recientemente en España se hallaron en las aguas residuales de entrada y salida de las plantas depuradoras y en diversos ríos analgésicos y antiinflamatorios, antiepilépticos, betabloqueantes, antibióticos, estrógenos y reguladores del colesterol, entre otros medicamentos. “Los productos que se venden sin receta, como los analgésicos y antiinflamatorios, son los que se encuentran en una concentración más elevada, igual que el ácido clofíbrico, un regulador del colesterol”, ha explicado Barceló.
De todos los fármacos, los estrógenos, usados en píldoras anticonceptivas y en la terapia hormonal sustitutiva, y los antibióticos, son los que suscitan mayor preocupación. “Para el resto de substancias, no se puede decir que no sean dañinas, simplemente todavía no están claras las consecuencias que conlleva su presencia en el medio”. Los estrógenos se han identificado como responsables de la estrogenicidad de algunos peces machos, que “se feminizan y aparecen con órganos reproductores masculinos y femeninos simultáneamente, lo que puede impedir su reproducción”. Por su parte, los antibióticos pueden hacer que se desarrollen cepas bacterianas resistentes “y que, en consecuencia, estos compuestos dejen de ser efectivos”.
Estos no son los únicos productos perjudiciales. La carbamazepina, un antiepiléptico, supone un riesgo para los crustáceos y también hay indicios que el propranolol, un betabloqueante, produce efectos negativos en el crecimiento del pez Medaka, una variedad asiática de agua dulce.
Un problema latente que sale a la luz
En opinión de Damià Barceló, el efecto contaminante de los medicamentos no es un hecho nuevo. “Hace años que los fármacos están en el agua. Ahora, la mejoría en las técnicas analíticas ha permitido detectarlos y darse cuenta del problema que causan en los ecosistemas.” No obstante, los especialistas sí creen que éste será un fenómeno en alza. “El envejecimiento de la población provoca un mayor consumo de medicamentos y, por tanto, un incremento de los aportes a los ríos”.
Según este científico, es importante potenciar los estudios que determinen el alcance del riesgo, para tomar las medidas necesarias. “De momento no hay ninguna legislación sobre el tema. Se deben impulsar los proyectos de investigación que esclarezcan si es necesario regular la cantidad máxima de cada fármaco que puede salir de una depuradora”.
La solución de este tipo de contaminación, sin embargo, es compleja, ya que los enfermos deben seguir tomando los medicamentos que precisan. “La única solución es mejorar los procesos de depuración, un aspecto en el que ya estamos trabajando. Sólo en el caso que se descubriese que un medicamento es muy perjudicial para el ambiente o la salud pública se debería abandonar y sustituir por otro de efecto equivalente”.
En Europa, Alemania es el país que más ha trabajado en este campo y Dinamarca destaca por el número de depuradoras que ya tiene operativas con medios suficientes como para eliminar los restos de medicamentos antes de que lleguen a los ríos. En los demás países, las investigaciones aún son escasas y en España se conoce muy poco del grado de contaminación real que ejercen estas sustancias.
BMJ DEJA DE SER TOTALMENTE ABIERTO Y GRATUITO
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