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Investigaciones

La prioridad del G8: ¿Los niños pobres o las ganancias?
Donald W. Light
División de Ciencias Sociales y Conductuales, Departamento de Psiquiatría, University of Medicine & Dentistry of New Jersey

Traducido por Margarita Cervantes de: Is the G8 putting profits before the world’s poorest children? The Lancet 2007;370:297-8.

Varios países ricos han anunciado donaciones por US$1.500 millones para la compra de vacunas para erradicar las enfermedades neumocócicas entre los niños más pobres del mundo [1]. Las donaciones, provenientes del Reino Unido, Italia, Canadá, Rusia y Noruega, han hecho pensar a muchos que estamos entrando en una nueva etapa en la lucha contra las enfermedades y en favor del fomento del crecimiento económico. Sin embargo, solamente una cuarta parte del dinero se destinará a la compra de vacunas, y tres cuartas partes se irán a enriquecer los cofres de las empresas que ya obtienen beneficios por la ventas de estas vacunas.

El problema está precisamente en el Compromiso Hacia un Mercado (Advanced Market Commitment AMC), para el cual el G8 y la Fundación Bill & Melinda Gates han comprometido fondos. AMC es una iniciativa que se está promoviendo a todo bombo y platillo antes de que se sepa si va a tener éxito porque todavía no se ha implementado. Su objetivo es ayudar a que las grandes compañías farmacéuticas inviertan en investigación y desarrollo de nuevas vacunas para enfermedades olvidadas. Se trata de que las empresas obtengan ganancias al igual que las obtienen al desarrollar un nuevo producto para los mercados de mayor poder adquisitivo. Si no existiera este incentivo económico de promesa de compra, las farmacéuticas no invertirían recursos en el desarrollo de vacunas que los países pobres no pueden comprar [2]. Al comprometerse a comprar un gran volumen de vacunas a un precio alto, la AMC crea un gran mercado potencial instantáneamente, ya que no se desembolsa el dinero hasta que no se ha desarrollado la vacuna.

En realidad, el nivel de las ganancias que provengan de AMC dependerá de si se desarrolla una nueva vacuna o no, si hay segundos y terceros competidores, y si los países pobres que pueden participar tienen interés en hacerlo ya que ello les comprometería a montar programas de vacunación para los niños [3,4]. Estos factores socavan la idea de proporcionar fondos que garantizan ganancias y también hace difícil que las compañías pueden estimar con alguna seguridad sus ganancias. Además hay algunas dificultades legales y contractuales, ninguna de las cuales fueron discutidas en el informe de Tremonti [5] o en el resumen preparado por los líderes del G8 [6]. Si no tenemos en cuenta estos problemas que son parte inherente del diseño de AMC, la idea podría resultar atractiva ya que serviría para estimular a las empresas a buscar soluciones para las enfermedades olvidadas.

Sin embargo, la lógica de la AMC no es aplicable a las enfermedades neumocócicas porque ya existen vacunas de Wyeth y GlaxoSmithKline y los ensayos clínicos están financiados porque las empresas saben que estas vacunas generarán grandes ganancias en mercados de alto poder adquisitivo. De modo que el llamado plan piloto AMC del G8 es en realidad un simple programa que garantiza la financiación de compras de vacunas durante varios años, aunque los líderes del G8 lo promuevan como si fuera otra cosa que requiere un plan piloto.

Si los líderes del G8 y la Alianza GAVI utilizan las ideas de AMC habrá tres repercusiones negativas. En primer lugar, de acuerdo a mis estimaciones las nuevas vacunas contra enfermedades neumocócicas pueden producirse a un costo sostenible de US$1,25 por dosis, cifra que incluye los costos de capital asociados a la capacidad de manufactura. A ese precio, un contrato de compra por varios años haría atractiva la inversión para aumentar la capacidad productiva y que los gobiernos se comprometieran a inmunizar a los niños [7]. De modo que una donación de US$1.500 millones permitiría comprar 1.200 millones de dosis de vacunas. El modelo AMC, sin embargo, ha fijado el precio en US$5,00 o más (en un apéndice consultado aparece US$7,53) [8], con lo cual solamente se podrían vacunar unos 300 millones de niños, mientras las farmacéuticas se quedarían con el 80% de la donación.

En segundo lugar, dado que AMC fue diseñado para ofrecer ganancias comparables a las obtenidas en mercados de alto poder adquisitivo [9], su implementación transforma el movimiento humanitario para la erradicación de enfermedades en los países pobres en un mercado mundial orientado hacia las ganancias. ¿Apoyarán los donantes y los países pobres al G8 y la Alianza GAVI para que paguen cuatro veces el costo promedio sostenible de unas vacunas que ya rinden ganancias simplemente porque están asociadas a un modelo de compra ridículo?

En tercer lugar, los principios en los que se basa AMC, es decir la comercialización de las vacunas para los pobres, promueven aún más la cultura de ganancia de la Alianza GAVI. Para decirlo de otra forma, la producción de vacunas para los pobres se convierte en una nueva fuente de riqueza para las farmacéuticas. En su revisión de cinco iniciativas de inmunización, Hardon y Blume [10] concluyeron que la Alianza GAVI tiene más en cuenta los intereses corporativos que la salud de la población, es menos transparente, se niega a dar explicaciones de sus acciones, y está más dispuesta que otras iniciativas previas a pagar precios más altos que lo requerido. La afirmación -altamente dudosa- que ha hecho GAVI de que AMC evitará 4 millones de muertes de niños parece ser una forma de encubrir la orientación mercantil de la Alianza. Todo ello resulta altamente preocupante, sobre todo si se tiene en cuenta que, de acuerdo a la afirmación, el 89% de las muertes de niños que dicen que se van evitar tendrá lugar después de que se haya gastado el dinero de los donantes [11].

Los líderes políticos y la Fundación Bill & Melinda Gates deben exigir que el número de niños beneficiados pase de 300 millones a 1.200 millones. Mucho mejor sería incluso presionar a las compañías para que concedan licencias de producción de manera que los productores en los países en desarrollo puedan competir por contratos de largo plazo. De esta forma el dinero donado tendría un gran impacto en los países de menores ingresos y no en los países ricos. Los factores del precio de costo es menor en los países en desarrollo y el precio de la vacuna podría reducirse a un dólar por dosis, de manera que otros 300 millones de niños pudieran salvarse. Esta estrategia alternativa pudiera llamarse Compromiso Hacia el Beneficio Máximo (The Advance Maximum Benefit Commitment AMBC). Los líderes del G8 deberían considerar reemplazar la AMC por la AMBC.

Referencias:
1. Rosenthal E. Wealthy nations announce plan to develop and pay for vaccines. New York Times, 10 de febrero de 2007.

www.nytimes.com/2007/02/10/world/europe/10vaccine.html?ex=1182484800&en=c54a0195cce17887&ei=5070 consultado junio 25 de 2007.
2. Center for Global Development. Making markets for vaccines: ideas into action. Washington DC: Center for Global Development, 2005.
www.cgdev.org/vaccine consultado junio 25 de 2007.
3. Farlow A. Accelerating the innovation of vaccines. Innovation Strategy Today 2005;1: 66–202.
4. Light DW. Making practical markets for vaccines. PLoS Med 2005;2:101–05.
5. Tremonti G. Advanced Market Commitments for vaccines: a new tool in the fight against disease and poverty. Report to the G8 Finance Ministers. Roma: Italian Minister of the Economy and Finance, 2005.
blogs.cgdev.org/globalhealth/archive/RepFin.doc consultado junio 25 de 2007.
6. AMC Pilot Proposal. Washington DC: Center for Global Development, 2006.
www.cgdev.org/doc/ghprn/AMCPilot.pdf consultado junio 25 de 2007.
7. Barder O, Yeh E. The costs and benefits of front-loading and predictability of immunization. Washington DC: Center for Global Development, 2006 (report number 80).
www.cgdev.org/files/6178_file_WP_80.pdf consultado junio 25 de 2007.
8. Levine O. GAVI Alliance investment case: accelerating the introduction of pneumococcal vaccines into GAVI-eligible countries. Geneva: Global Alliance for Vaccines and Immunization, 2006.
www.gavialliance.org/resources/19brd_IC_Pneumo.pdf consultado junio 25 de 2007.
9. Kremer M, Glennester R. Strong medicine: creating incentives for pharmaceutical research on neglected diseases. Princeton, NJ: Princeton University Press, 2004.
10. Hardon A, Blume S. Shifts in global immunization goals (1984–2004): unfinished agendas and mixed results. Soc Sci Med 2005; 60: 345–56.
11. GAVI Alliance and World Bank Group. Q&A: Advance Market Commitments (AMCs). Ginebra: Global Alliance for Vaccines and Immunization, 2007.
www.vaccineamc.org/files/AMC%20Q&A.pdf
consultado junio 25 de 2007.
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