ÉTICA Y DERECHO
Breves
¿Por qué los ejecutivos de las grandes industrias farmacéuticas nunca van a la cárcel?
David Callahan
Cheatingculture.com, 9 de diciembre de 2010
http://www.cheatingculture.com/drug-company-abuses/2010/12/9/why-are-big-pharma-execs-never-punished-for-defrauding-the-g.html
Traducido y editado por Salud y Fármacos
Ya se ha convertido en una rutina vergonzosa: El Departamento de Justicia de EE UU anuncia que una de las grandes farmacéuticas ha violado una ley y defraudado a los programas de salud del gobierno docenas de millones de dólares. Los fiscales usan palabras como sobornos y estafas para describir las conductas que han descubierto. Y se imponen enormes multas que se anuncian a bombo y platillo para que se vea que se ha hecho justicia.
Pero casi siempre hay algo que falta en estos casos: cargos criminales contra los ejecutivos de las grandes empresas que son los que han montado los fraudes. Aun peor, típicamente, estas compañías nunca admiten que han hecho nada malo. Es bien extraño, pero en estos crímenes que son tan serios nunca participan criminales.
El último ejemplo es el acuerdo con tres empresas que el Ministerio de Justicia anunció a principios de esta semana. Entre ellas se encontraba Abbot Laboratories. Colectivamente, las empresas pagarán US$421 millones por la sobrefacturación que se les ha imputado. Abbot deberá pagar US$126,5 millones.
A Abbot y a las otras empresas (Roxane Laboratories y Braun Medical, les pillaron haciendo un tipo de fraude que es muy común en los programas de salud. Al gobierno le dicen que el precio de un medicamento es tanto y a los proveedores particulares de salud les cobran mucho menos. Con ello, el gobierno reembolsa a los proveedores una cantidad mucho mayor de la que estos pagan a las farmacéuticas, lo que se conoce como pasar o transferir (spread) el costo. Las farmacéuticas promueven este sistema para incentivar a que los servicios privados de salud les compren los medicamentos a ellas y no a las que son mas honestas y no les ofrecen el spread. Los que pagan son los contribuyentes y explica el alto costo de los servicios de Medicare y Medicaid. Y no es solo el gobierno federal que paga el timo, sino también los gobiernos estatales ya que estos pagan parte de los gastos de Medicaid.
Es un timo escandaloso y las autoridades han andado locas intentando terminar con los robos. El Ministerio de Justicia ha estado detrás de prácticamente todas las grandes farmacéuticas, a menudo más de una vez, y los fiscales estatales han aunado esfuerzos. Cuando se firmó esta semana el acuerdo, el Ministerio de Justicia simplemente anunció el duro golpe que se había dado explicando que desde enero de 2009, la División Civil del Departamento de Justicia y sus fiscales en los estados había recobrado mas de US$9.000 millones por recibos falsos y fraudes contra el gobierno y por violaciones de la ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos. La mayoría eran casos de fraude a los programas de salud del gobierno (US$5.000 millones), la mayor cantidad en la historia del país. También se iniciaron mas casos y se dieron multas mucho mayores que en el pasado. Multas criminales, confiscaciones, restituciones y devoluciones forzadas representan otros US$3.000 millones, otro record.
Sin duda todo ello impresiona. Pero es increíble que haya personas que comentan este tipo de acciones criminales y nunca se les haga responsables. Ninguno de los altos ejecutivos de Abbot, Roxane Laboratories o Braun Medicalhan sido acusados de haber hecho nada malo. Por ello, el mismo día que se anunciaba el acuerdo entre Abbot y el Departamento de Justicia, un vocero de la empresa farmacéutica anunciaba: “Seguimos creyendo que hemos actuado de acuerdo a la legislación y las regulaciones existentes y hemos aceptado el acuerdo para eliminar las dudas que se pueden dar durante un juicio”.
Estas mismas palabras se pronuncian en casi todos acuerdos con el gobierno federal relacionados a fraudes y también se expresan en acuerdos sobre la comercialización ilegal de medicamentos. Por ejemplo, el año pasado (2009) Pfizer acordó pagar una multa record de US$2.300 millones a tiempo que negaba que había hecho algo ilegal. En definitiva, estos casos son como que el Ministerio de Justicia y las farmacéuticas están de acuerdo en estar en desacuerdo que se ha violado alguna ley. Y en vez de que se castigue a los ejecutivos responsables, son los accionistas los que pagan el precio de la conducta criminal de sus ejecutivos [1].
Sidney Wolfe de Public Citizen dijo que cuando Pfizer en 2009 recibió la multa gigantesca parecía un castigo grande: “pero no es suficiente para asegurar que las farmacéuticas cambien su conducta inaceptable.” Wolfe añadió que lo que hacen las empresas era: “parte de un crimen bien organizado en el país” y que las multas no eran suficientes para disuadir a sus dirigentes de seguir repitiendo los crímenes, “porque representan una fracción de las ganancias y nadie termina en la cárcel.”
El último cachete que se les ha dado esta semana a las farmacéuticas no ha cambiado nada.
[1] En el BF 13:5 se presentaba la noticia del juicio que los accionistas habían puesto a los directivos de la Pfizer. Este juicio también se ha dirimido con un acuerdo, pero aunque no se ha explicado si este juicio ha forzado la dimisión del CEO de Pfizer lo cierto es que su dimisión fue inesperada.