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PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN

Farmacia

España.La SEFH aplaude la revisión del copago, una iniciativa “sin demasiado valor”
Gaceta Médica, 23 de enero de 2014
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Las comunidades no han llegado a implantar la medida, contemplada ya en la reforma de Mato de 2012

El anuncio del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, de revisar el copago en farmacia hospitalaria, con vista a su eliminación, realizado en su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de los Diputados, es, sin lugar a dudas, una buena noticia para la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.

Alonso entiende que, a día de hoy, esta medida, que apenas ha llegado a implantarse en Ceuta y Melilla, “no parece que tenga mucho sentido”. Una idea con la que se muestran de acuerdo desde de la SEFH, que ante la entrada en vigor de esta medida, en octubre de 2013, ya expresó su oposición por considerarla “injustificada y de difícil aplicación”, ya que no cumplía ninguna de sus posibles finalidades: “ni contribuye a racionalizar el consumo, ni sirve como instrumento de financiación adicional”.

José Luis Poveda, presidente de esta sociedad científica, recuerda que siempre han mantenido una actitud hacia la retirada del copago. Primero a su “no implantación”, expone, insistiendo en que ya defendieron en su momento que “no tenía carácter disuasorio por las condiciones especiales con que manejamos a este tipo de pacientes, la elaboración de protocolos y, por otra parte, porque la dispensación está perfectamente regulada a través de las comisiones clínicas de los propios hospitales”.

Además, “la recaudación era ínfima, menos del 0,01 por ciento y, por tanto, los gastos asociados a ese proceso recaudatorio superaban con creces la propia recaudación”. Por todos estos motivos, a juicio de los profesionales de la farmacia hospitalaria esta medida “no tenía demasiado valor”.

Al final, recalca Poveda, “el tiempo nos ha dado la razón y en una reflexión lógica el ministerio ha dado un paso en ese sentido que tanto las comunidades autónomas como las sociedades científicas estábamos demandando”.

Según Poveda, tratar de modular esta demanda por esta vía habría generado “una distorsión en la equidad de acceso a los medicamentos en grupos de pacientes”, ya que para una misma indicación y en función de la prescripción, el paciente tendría que realizar la nueva aportación establecida, recalca el especialista.

En la misma línea, los farmacéuticos hospitalarios defienden que la eficiencia en el uso de estos fármacos no pasa por el copago, sino por disponer de directrices estrictas de prescripción, seguimiento y control, así como por la prevención de efectos adversos o el establecimiento de criterios de fallo terapéutico y retirada de tratamientos que se establecen en las Comisiones de Farmacia y Terapéutica de forma conjunta con los servicios clínicos.

Un segundo paso atrás
No es la primera vez que el ministerio da marcha atrás en la aplicación del copago farmacéutico en el ámbito hospitalario. La diferencia es que en esta ocasión la medida llegó a entrar en vigor, a pesar de que las comunidades autónomas no hayan llegado a implantarla.

El Real Decreto Ley 16/2012 ya contemplaba esta iniciativa, equiparando receta y orden de dispensación, aunque la corrección de errores publicada en mayo realizaba una rectificación al respecto. Sanidad aclaraba que la aportación de los beneficiarios en la prestación farmacéutica ambulatoria se dispensaba a los pacientes a través de la receta médica, oficina o servicios de farmacia, un paso atrás aplaudido en su día por el presidente de la SEFH que recalcaba que, de este modo, quedaban exentos de copago los pacientes que acudían al hospital y recibían su tratamiento a través de la orden de dispensación.

No obstante, Mato volvió a la carga con su propuesta y en diciembre de 2012 se elaboraba un primer borrador de la resolución que afectaba, de entrada, a un total de 134 presentaciones de 34 principios activos. El entonces recién aprobado decreto ley de pensiones contemplaba la homogeneización del criterio de aportación del usuario con el objetivo de unificar la participación del paciente en medicamentos de dispensación ambulatoria que según la comunidad autónoma se dispensaban en el hospital o en la farmacia. Se trataba de medicamentos de aportación reducida, en los que el paciente tendría que abonar un diez por ciento, con un máximo de €4,13 por envase. Tomando como referencia estas cifras, el ahorro estimado apenas rondaba los €3,5 millones. Sanidad, además, obviaba el coste de instalar en los centros el equipamiento necesario para realizar estos cobros”. Implantar un sistema de cobro en los servicios de Farmacia Hospitalaria supone una carga administrativa brutal para el beneficio económico que acarrea”, advertía Poveda.

Por otra parte, con ello se cerraba la puerta a una solución alternativa descartada por el ministerio y que tampoco convencía a la SEFH, la posible devolución de estos medicamentos a las oficinas de farmacia.

Finalmente, la resolución se publicó en el BOE a finales de septiembre y establecía su entrada en vigor el uno de octubre. El listado definitivo de fármacos afectados se revisó al alza: 42 principios activos en 150 presentaciones. Se mantenía el tope del 10% por envase, con el máximo marcado, y las mismas limitaciones que en el copago en oficina de farmacia: parados sin subsidio y rentas bajas no pagarían nada, mientras que los pensionistas mantendrían el límite de €8, €18 o €61 al mes de tope en función de la renta.

Aunque la decisión seguía adelante, han sido las comunidades autónomas las encargadas de dejar la medida en vía muerta, ya sea con críticas directas, como Cataluña, Andalucía o País Vasco, o por pura inacción, argumentando dificultades técnicas para implantarla y exigiendo al ministerio una puesta en marcha homogénea que no ha llegado a suceder. Solo Ceuta y Melilla, gestionadas por el Ingesa, han llegado a materializarla. Sanidad aseguraba que se estaba cobrando, sin mayor problema, a 160 pacientes al mes, aunque los presidentes de las ciudades autónomas ya estudiaban medidas para reducir su impacto.

creado el 12 de Septiembre de 2017