Ética, Derecho y Ensayos Clínicos
Investigaciones
Gilead, Sovaldi y Hepatitis C: La Bolsa o la Vida
Pablo Martínez Romero, Militante de CNT Córdoba
Organízate y Lucha, 31 de diciembre de 2014
http://cordoba.cnt.es/Gilead-hepatitisc-bolsa-o-vida
Gilead es una multinacional farmacéutica en manos de los principales fondos de inversión globales [a], con ramificaciones en la banca y las principales empresas multinacionales.
La empresa, con algunos de los directivos mejor pagados del sector, tiene fuertes conexiones con la administración norteamericana, y los principales centros de investigación y grupos de presión internacionales, entre los que se encuentran Donald Rumsfeld y George Schultz, secretarios de estado de tres administraciones republicanas norteamericanas.
Las expectativas de ventas de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C a altos precios, ha generado una importante revalorización de acciones en una nueva burbuja especulativa que está beneficiando a inversores y directivos a costa del acceso a los tratamientos por los afectados.
En las últimas semanas [en España], los medios de comunicación han abordado la situación creada por las restricciones en la aplicación de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C, debido en buena medida a las movilizaciones y encierros de las asociaciones de afectados. Así, hemos sabido cómo los responsables sanitarios del Ministerio y de las Comunidades Autónomas restringían el acceso a los nuevos tratamientos contra el VHC a los casos más graves, basándose en motivos presupuestarios y no en criterios médicos. El motivo no es otro que el alto precio con el que Gilead, la multinacional farmacéutica propietaria de la patente, pretende comercializar el medicamento, denominado sofosbuvir, y comercializado por Gilead como Sovaldi. Un nuevo tratamiento que permite tratar la Hepatitis C con un porcentaje de éxito mayor, superior al 90% en algunos casos, según los ensayos clínicos[1,2], que dura menos tiempo y con menos efectos secundarios que los tratamientos anteriores.
Es necesario indicar que no se ha hecho aún una evaluación de la aplicación de estos tratamientos en el sistema sanitario público que permita contrastar estos datos de curación del VHC.
GILEAD comenzó [en España] ofreciendo el tratamiento, de 12 semanas, a algo más de €60.000, y finalmente, parece haber alcanzado un acuerdo con el Ministerio de Sanidad para suministrarlo a €25.000 tratamiento, aunque es difícil encontrar información transparente al respecto por parte del Ministerio de Sanidad.
A pesar de esto, el precio continúa siendo abusivo y desproporcionado, si tenemos en cuenta que el tratamiento tiene un precio que es un 1.100 % más alto que el medicamento más caro de la misma empresa contra el VIH, stribild. Los cálculos de coste real de producción del medicamento oscilan entre los €50 y €100 por paciente según estudios publicados [3].
Estos son algunos de los datos del estudio con los precios de coste de las distintas sustancias y su combinación en tratamientos:
Agente | Dosis | Coste estimado por tratamiento de 12 semanas en US$ |
---|---|---|
Ribavirin | 1000mg |
21-63 |
Ribavirin | 200mg |
25-76 |
Daclatasvir | NS5a inhibitor |
10-30 |
Sofosbuvir | Nucleotide analogue, complex synthesis |
68-136 |
Faldaprevir | Protease inhibitor |
100-210 |
Simeprevir | Protease inhibitor: more complex structure |
Regimen | Duración | Coste Estimado en US$ |
---|---|---|
Daclatasvir & sofosbuvir | 12 weeks |
78-166 |
Daclatasvir & sofosbuvir | 24 weeks |
156-332 |
Sofosbuvir & ribavirin | 12 weeks |
89-199 |
Sofosbuvir & ribavirin | 16 weeks |
119-265 |
Sofosbuvir & simeprevir & ribavirin | 12 weeks |
219-469 |
Sofosbuvir & simeprevir | 12 weeks |
198-406 |
Llama también la atención, la variación del precio que Gilead aplica en distintos países, oscilando entre los €69.000 por tratamiento en EE UU, el país dónde el producto es más caro, a los €750 en India [4,5] y Egipto [6]. En Europa, distintos gobiernos están negociando precios por debajo de los €60.000, aunque de forma descoordinada y poco transparente, después de que se viera rechazada, en julio de 2014, la propuesta del gobierno francés para que la UE creara una plataforma específica para combatir el elevado precio de estos medicamentos. El gobierno español se opuso por entender que no es necesario un instrumento específico para abaratar ese medicamento [7].
Incluso en EE UU, un comité del Senado está investigando la fijación de precios para el medicamento por parte de Gilead, y su acuerdo de adquisición de Pharmasset, la empresa que desarrolló originalmente el medicamento [8].
A este respecto, y según podemos leer en la carta que el Comitte on Finance del Senado estadounidense ha dirigido a Gilead reclamándole abundante documentación, Pharmasset declaró, antes de ser comprada por Gilead, que sus costes totales de desarrollo para los años 2009, 2010 y 2011 fue de US$176.7 millones, años en los que desarrolló la patente PSI-7977correspondiente al sofosbuvir. La propia Pharmasset atribuyó un coste de US$62,4 al desarrollo de este producto [8].
Hasta el momento, el gobierno español ha anunciado la aprobación de un techo de gasto de este medicamento de 125 millones para 2015, lo que supone, al precio que dicen haber negociado (€25.000) el suministro del medicamento, tratamientos para unas 5.000 personas como máximo.
Sin embargo, la Asociación Española de Estudios del Higado (AEEH), ya ha establecido, que deberían ser tratados con los nuevos tratamientos y de manera inmediata unos 30.000 enfermos [9], lo que supondría un gasto mínimo de €750-800 millones, más de 6 veces lo presupuestado inicialmente por el Gobierno.
Si además tenemos en cuenta que se calcula una población infectada por el VHC en España que puede llegar a las 900.000 personas [10] , el 2% de la población, de los cuales alrededor de 650.000 desarrollarán en algún momento una hepatitis crónica, se hace evidente que la política de precios de Gilead, unida al sistema internacional de patentes, impide abordar la erradicación de la hepatitis C en la población afectada, sino es a costa de un enorme atraco a los fondos públicos a favor de Gilead y otras multinacionales del sector.
A nivel mundial, con alrededor de 150 millones de personas infectadas por VHC [10], con los precios marcados por Gilead, tratar a toda la población afectada por hepatitis C necesitaría de cerca de €9 billones, o lo que es lo mismo del PIB conjunto de Alemania, Francia, España, Reino Unido e Italia.
Esta política de precios no es comprensible sin tener en cuenta que desde que Gilead adquirió la empresa que poseía la patente del sofosbuvir en 2011, por US$11.000 millones, es una de las empresas que mayor revalorización en bolsa ha experimentado, debido en buena medida a las expectativas de venta de Sovaldi, con una revalorización en bolsa desde 2013 del 185%.
Los analistas bursátiles esperan que los beneficios de Gilead suban un 457% en los próximos años en base a los beneficios de la venta de Sovaldi y Harvoni, otro medicamento contra la Hepatitis C de la compañía y aún más caro que Sovaldi [11].
Gilead espera unas ventas de US$21-23.000 millones en 2014, doblando sus expectativas iniciales en buena medida debido a los US$11.000 millones en ventas de Sovaldi que Gilead espera para 2014 [12].
A esto hay que sumar que hace poco más de 2 meses que Gilead inició la comercialización en EE UU de otra combinación de sofosbuvir y ledispavir, comercializado por Gilead como Harvoni, medicamento que permite evitar las inyecciones de interferón y permite en algunos casos tratamientos aún más cortos, de 8 semanas [13]. El nivel al que se está recetando este tratamiento en EE UU es 2,5 veces la de Sovaldi en el mismo período [14], estando pendientes de conocer la cifra de ventas de este producto en el último trimestre de 2014 [15]. Harvoni ha sido ya aprobada en Europa y comenzará en breve su comercialización en España.
Pero, ¿quién es Gilead, quién está al frente de la farmacéutica que pretende extorsionar a los afectados por Hepatitis C y a toda la sociedad? ¿Quiénes son los que están ganando miles de millones de euros con la enfermedad, sufrimiento y la muerte de millones de personas en todo el mundo?
Los inicios de Gilead Sciences [16]
Gilead Sciences Inc. es una multinacional farmacéutica estadounidense que ha se ha dedicado principalmente a la comercialización de antivirales contra el VIH, la gripe o la Hepatitis B y C, entre otros.
Gilead tiene su origen en 1987, su fundador fue Michael L. Riordan, médico y bioquímico además de graduado en finanzas y gestión de empresas por las Universidades John Hopkins y Harvard. Antes de fundar Gilead trabajó en la financiera Merlo Ventures. Desde la creación de la empresa, Riordan hizo uso de su conocimiento del mundo de las finanzas para conseguir importantes inversiones de fondos en Gilead. A pesar de unos primeros años de pérdidas, Riordan mantuvo la confianza de gestores de fondos e inversores sobre las posibilidades futuras de la empresa.
Así, a través de sucesivas ofertas públicas de acciones en los años 90, Gilead fue consiguiendo cada vez mayores recursos para financiar su desarrollo. Es en esta década cuando comienza la incorporación de directivos con fuertes relaciones con el gobierno de los EE UU, cuyo máximo exponente es Donald Rumsfeld, que sustituiría a Riordan al frente de la empresa en 1996.
En sus primeros años Gilead no puso ningún tratamiento a la venta, dedicándose a colaboraciones con otras empresas farmacéuticas como Glaxo, además de con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa de EE UU (DARPA) para el desarrollo de tratamientos contra la malaria, dengue y otras enfermedades tropicales.
Gilead centró sus investigaciones en los usos terapéuticos como antivirales de moléculas basadas en compuestos de nucleótidos que habían licenciado a partir de la investigación de laboratorios académicos europeos.
También desarrolló investigaciones sobre la retinitis causada por citomegalovirus, una enfermedad relacionada con el Sida, que dio lugar a su tratamiento con inyecciones de cidofovir, a partir del cual licenciaría un medicamento en 1992, Vistide, que finalmente lanzaría al mercado en 1996, esperando ingresos por US$150 millones y que comenzaría a consolidar a la empresa en el sector de los antivirales.
Crecimiento y adquisición de empresas del sector y sus patentes.
A partir del año 1999, Gilead comenzará una carrera de adquisiciones de empresas del sector para adquirir derechos y patentes que le permitan el dominio de determinados sectores de la industria farmacéutica.
Nexstar Pharmaceuticals, Triangle Pharmaceuticals, Corus Pharma, Myogen, Raylo Chemicals, Nycomed, CV Therapeutics, CGI Pharmaceuticals, Arresto Biosciences, Pharmasset o YM Bioscience son algunas de las empresas adquiridas por Gilead desde 1999 hasta la actualidad, en lo que ha invertido más de US$17.400 millones [17].
La mayor de sus adquisiciones ha sido la compra de Pharmasset, por US$11.000 millones, a través de la cual, consiguió la patente PSI-7977 del sofosbuvir en 2011, que Pharmasset había patentado el 25 de noviembre de 2010.
Dicha patente ha sido impugnada por diversas organizaciones no gubernamentales y otras empresas en la India, entendiendo que no es realmente una innovación, y que ya existen patentes similares anteriores, estando pendiente de resolución [18].
Gilead, la gripe aviar y el Tamiflu
La polémica ha acompañado a Gilead en los últimos años por algunos de sus medicamentos y por sus vinculaciones con el gobierno de los EE UU. Así, uno de los productos desarrollados por Gilead en los últimos años es el oseltamivir, comercializado como Tamiflu, un antiviral contra la gripe A y B, por el que consiguió enormes ingresos debido a las grandes compras realizadas por distintos gobiernos a raíz de la alarma generada por la supuesta posibilidad de una epidemia mundial de gripe aviar. El medicamento fue desarrollado por Gilead y vendido a Roche en 1996, llegando a una acuerdo conjunto en noviembre de 2005 [19] para su comercialización, en el que GILEAD recibía un porcentaje de las ventas.
Las ventas de Tamiflu habían sido pequeñas hasta que la crisis generada por la alarma por gripe aviar a partir de 2005 disparó las ventas [20]. La administración Bush jugó un importante papel en la generación de esta alarma con las compras masivas de Tamiflu para el ejército de EE UU. Donald Rumsfeld, Secretario de Estado de los EE UU, además de ex-directivo y accionista de Gilead jugó un papel decisivo en el proceso. Al gobierno de EE UU le siguieron distintos gobiernos en las compras masivas del medicamento (Reino Unido, Australia,…), provocando el aumento de precio del producto y con ello el de las acciones de Gilead. Distintos estudios pondrían de manifiesto la inefectividad del Tamiflu contra la gripe aviar, además de revelar mayores efectos secundarios de los anunciados.
Truvada, el antiviral profiláctico
Otra polémica en relación a los medicamentos de Gilead ha surgido en 2014 con la recomendación por parte del Centro para el Control de las Enfermedades de EE UU de que personas sanas (mujeres que se dedican a la prostitución; personas que practican sexo sin preservativos; aquellas que tienen parejas en alto riesgo de contraer la enfermedad —como los drogadictos por vía intravenosa—; los que mantienen relaciones sexuales con una persona infectada y todos los que comparten jeringuillas o se drogan por esa vía) utilicen una combinación de antivirales contra el VIH de Gilead, compuesto por tenofovir y emtricitabina, comercializados como Truvada, con fines preventivos y “profilácticos”[21].
La recomendación por un organismo de EE UU de un medicamento que cuesta €9.500 anuales en EE UU, como medida preventiva contra el Sida para personas sanas en riesgo, ha sido rechazada por buena parte de la comunidad médica y por organizaciones de lucha contra el Sida [22] y pone una vez más en evidencia la connivencia de la administración estadounidense con Gilead.
Gilead, Sovaldi y la política de patentes internacional
Gilead comercializa Sovaldi en base a una patente [23] obtenida a través de la adquisición de Pharmasset Inc. en 2011 por US$11.000 millones [24].
El intento de patente del medicamento ha sido impugnado en la India por diversas organizaciones y empresas. La legislación india sobre patentes permite a terceras partes impugnar la validez de una patente pendiente de validación.
La organización Initiative for Medicines, Access & Knowledge (I-MAK), con sede en Nueva York y que agrupa a abogados y científicos, impugnó en noviembre de 2013, ante el gobierno de la India, la validez de la patente, alegando “Old science, existing compound” es decir, cuestionando el carácter innovador de la patente frente a patentes anteriores, alegando que sofosbuvir es similar en peso molecular, complejidad y estructura a antiretrovirales ya utilizados en el tratamiento del VIH [25].
Médicos Sin Fronteras ha apoyado la impugnación de la patente [26] por I-MAK, defendiendo que un tratamiento de 12 semanas no debe tener un coste superior a US$500 si no se quiere excluir del tratamiento al 90% de la población afectada a nivel mundial.
Poco después la empresa farmacéutica india, Natco Pharma ltd, ha presentado una nueva impugnación de la patente por los mismos motivos [27].
El caso está pendiente de resolución, a pesar de lo cual, Gilead llegó a un acuerdo en septiembre de 2014 con siete fabricantes de medicamentos indios, permitiéndoles vender versiones genéricas de sofosbulvir y ledipasvir en 91 países [28]. A pesar de que no pocos grupos de afectados, medios de comunicación y científicos han saludado este acuerdo, también se ha denunciado que este acuerdo crea más problemas de los que resuelve, acusando a Gilead de tratar de socavar con esta estrategia la legislación sobre patentes india y controlar a los fabricantes de genéricos de este país, reduciendo la competencia y acabando con el suministro de genéricos a nivel mundial [29].
India tiene una exigente legislación sobre patentes [30], que trata de evitar patentes de medicamentos que nos son verdaderas innovaciones y que además permite al gobierno revocar los derechos de patente por motivos de salud pública, lo que se permite por los acuerdos de la OMC (ADPIC) [31].
Esta política ha costado a la India considerables presiones de la UE y EE UU, donde residen las principales farmacéuticas comerciales a nivel internacional, frente a un país que es el principal productor y suministrador mundial de medicamentos genéricos. También las principales farmacéuticas han demandado contra la legislación India de patentes.
Las grandes farmacéuticas multinacionales ven cada vez con mayor preocupación el papel de la India y la industria de los genéricos que ponen en cuestión su modelo de negocio a nivel global, y no han dudado de entablar batalla legal contra esta legislación. Es el caso de Novartis, en su batalla legal contra esta legislación que fue finalmente rechaza por el Tribunal Supremo indio en 2013 [32].
Gilead, ya ha visto como India rechazaba su intento de patentar tratamientos contra el VIH, en concreto Viread. En paralelo a su recurso contra el rechazo de la patente Gilead ofreció una licencia, que no tenía, a varios fabricantes indios para producir y comercializar Viread como genérico en India y otro países. Acuerdos que estos aceptaron para evitar los posibles gastos legales en el caso de que finalmente Gilead consiguiera la patente.
Así Gilead, controlaba la producción india de genéricos, permitiendo la venta de genéricos en países que no consideraba atractivos comercialmente o en los que no disponía de patente y reservándose el mercado de los países de ingresos medios, entre los que se encuentra China y Brasil y que quedaban excluidos del acuerdo.
Ahora Gilead repite estrategia con sofosbuvir y ledipasvir en India, de los que no posee la patente en India, acordando a empresas indias su fabricación genérica a cambio de reservarse los países de ingresos medios [33,34] que son comercialmente los más interesantes para Gilead y que acumulan el 70% de las personas afectadas por hepatitis C. Así de nuevo la multinacional evita la competencia real que la falta de patentes en India provocaría y con ello la bajada de precios sin control por parte de Gilead que la legislación india de patentes trata de conseguir. Esto ha sido denunciado por Médicos Sin Fronteras [35]
En Egipto, que tiene el mayor porcentaje de población infectada por VHC, en torno al 10-14%, con 8-10 millones de afectados, Gilead ha visto también obstaculizada su estrategia comercial, al ver rechazada su intento de patentar sofosbuvir en este país, lo que permitiría a farmacéuticas locales producirlo como genérico sin acuerdo con Gilead.
A pesar de esto, finalmente en septiembre de 2014 , Gilead repetía estrategia y sellaba un acuerdo para suministrar los nuevos tratamientos a través del gobierno egipcio [36] con un descuento del 99% a través de los fabricantes de genéricos indios, incluyendo a Egipto en la lista de países a los que se les permitía vender de la que había sido inicialmente eliminado, tratando nuevo de controlar la competencia local.
En Europa, IDENIX Pharmaceuticals Inc. demandó en marzo de 2014 a Gilead por infracción de patentes en EE UU [37], Canadá, Australia, Reino Unido, Francia y Alemania, alegando que supone una violación de su patente europea EP 1 523 489 [38] . EL pasado 1 de diciembre la justicia de Reino Unido desestimo las alegaciones de Idenix, estando pendientes los demás procesos con fechas previstas de resolución en 2015 [39].
Además de la posible impugnación de las patentes, los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio sobre patentes de medicamentos, los Acuerdos sobre los Aspectos de Propiedad Intelectual (ADPIC) permiten la autorización de uso por terceros, licencias obligatorias, o con fines públicos no comerciales, uso por el gobierno, sin autorización del titular de la patente. La única condición que los acuerdos establecen para ambos casos es que se haya intentado obtener una licencia voluntaria en términos y condiciones comerciales razonables y que el titular de los derechos reciba una remuneración adecuada [40].
Es necesario remarcar que estos acuerdos ADPIC, firmados en 1994, contaron con una fuerte oposición por parte del llamado Grupo de los Diez (India, Brasil, Argentina, Cuba, Egipto, Nicaragua, Nigeria, Perú, Tanzania y Yugoslavia) que solo fue vencida por las fuertes amenazas de represalias comerciales de EE UU [41].
Posteriormente en la Ronda de Doha, tras fuertes movilizaciones y denuncias a nivel internacional, la OMC se vio forzada a posicionarse sobre los efectos que los acuerdos sobre patentes estaban provocando sobre la capacidad de acceso de los países más pobres a los nuevos medicamentos.
Así la Declaración de Doha establecía:
“Reconocemos la gravedad de los problemas de salud pública que afligen a muchos países en desarrollo y menos adelantados, especialmente los resultantes del VIH/SIDA, la tuberculosis, el paludismo y otras epidemias”
El desarrollo de esta declaración por el Consejo General de la OMC, especialmente en lo relativo a los países sin capacidad de fabricación propia, permitía las importaciones, pero con muchas limitaciones. A esto hay que sumar los posteriores acuerdos ADPIC-Plus, con sus restricciones a la flexibilidad de los ADPIC que los países son forzados a aceptar cuando firman tratados bilaterales de comercio, lo que hace que la aplicación de la flexibilidad de estos acuerdos haya estado hasta el momento llena de obstáculos y dificultades para garantizar el acceso a los medicamentos esenciales en los países con menos recursos.
En todo caso, hacer uso de la flexibilidad que recogen los acuerdos ADPIC para forzar licencias obligatorias es una de las herramientas más inmediatas contra el abuso de las multinacionales farmacéuticas y especialmente las que están comercializando los antivirales de última generación.
Gilead, consejo de administración y accionariado.
Es difícil entender la sumisión de los poderes políticos a los intereses de multinacionales de la farmacia, de las que Gilead es sólo un ejemplo, sin las fuertes conexiones de estas empresas con el poder político y económico.
Una empresa como Gilead ha contado entre su principales directivos con quienes han ejercido como Secretarios de Estado de tres administraciones norteaméricanas, Donald Rumsfeld y George Shultz, además de contar con directivos fuertemente vinculados a los distintos think-tank que diseñan las estrategias políticas en EE UU, y también en Europa y a grupos de poder como el Club Bildelberg y la Comisión Trilateral.
De igual forma la política de precios y comercial de Gilead, no se puede entender sin comprobar como su accionariado y el de las principales farmacéuticas, está en manos de los principales grupos financieros y de inversión, para los que esta industria se ha convertido en los últimos años en la base para una nueva burbuja especulativa, esta vez biotecnológica, dónde, como sucedió con la burbuja inmobiliaria, la salud y la vida de millones de personas es lo último que importa.
El Consejo de Administración de Gilead
John C. Martin. El Consejo de Administración de Gilead está presidido por John C. Martin, doctor en química orgánica por la Universidad de Chicago y MBA en Golden Gate University. Forma parte de la compañía desde 1990. Tuvo, en el último año, una compensación total de cerca de US$170 millones [42]. Situándolo entre los 10 CEO mejor pagados de EE UU. Su compensación en 5 años ha superado los US$250 millones, lo que supone un récord en el sector farmacéutico a pesar de no ser Gilead una de las mayores farmacéuticas.
John Milligan, otro de los directivos y accionistas de Gilead, ingresó US$83 millones [43], en 2012. Buena parte de estos ingresos son debidos a la revalorización de las acciones de la empresa, basadas en las expectativas generadas por los beneficios de la venta de Sovaldi.
John F. Cogan, Lead Independent Director, desde 2013, en el consejo desde 2005, miembro de la Hoover Institution, think-tank ultraconservador, ligado a la Universidad de Stanford, al que han pertenecido destacados miebros de las administraciones republicanas como George Shultz, directivo de Gilead o Condoleeza Rice. Formó parte de la administración Reagan en la Oficina de Gestión y Presupuestos.
Etienne F. Davignon Se unió al Consejo de Administración de Gilead en 1990. Ministro de Asuntos Exteriores Belga en 1959, Primer presidente de la Agencia Internacional de la Energía. (1974-1977). Vicepresidente de la Comisión Europea (1981-1985). Presidente del banco Societé Generale de Belgique a través de la cual formó parte de la Mesa Redonda Europea de Empresarios, patronal de la gran empresa europea. Co-director de la mesa de diálogo y negocios EU-Japón. Director del Club Bildelberg entre 1998 y 2001. Presidente del Consejo de Administración de Brussels Airlines. Tiene el título oficial de Ministro del Estado otorgado por el Consejo Real Belga. Miembro de numerosos think-tank , como el de Amigos de Europa, que preside.
Norbert W Bischofberger Vicepresidente Ejecutivo, forma parte de Gilead desde 1990. Responsable de investigación y director científico de la compañía. Es uno de los desarrolladores del antiviral oseltamivir, comercializado por Gilead como Tamiflue, como tratamiento contra el virus de la gripe A y B, y de la gripe aviar. Sus ingresos totales por compensaciones de distinto tipo superaron los US$5,5 millones.
Carla A. Hills. Desde 2007 forma parte del consejo de administración de Gilead. Formó parte de la administración de Gerald Ford, como secretaria de desarrollo urbano. Fue representante comercial de los EE UU bajo George HW Bush 1989 – 1993. Fue negociadora principal del NAFTA. Negociadora de la Ronda de Uruguay del GATT antecedente de la OMC. Forma parte del consejo asesor internacional de JPMorgan Chase, y forma del Consejo Asesor Internacional del Center for Strategic and International Studies, think-tank dedicado a “encontrar vías para sostener la preminencia y prosperidad de América como una fuerza para el bienestar mundial”. Dirige el Comité Nacional sobre las relaciones EE UU-China, codirige el Diálogo Interamericano. Forma parte de los Consejos de Asesoramiento Internacional de American Internacional Group, Coca-Cola, JPMorgan y Rolls Royce. También fue directiva de Time Warner hasta 2006, además de la directiva de la petrolera ChevronTexaco.
Es miembro del Peterson Institute for International Economics , think-tank que fundó C. Fred Bergsten, asesor de asuntos económicos internacionales de Henry Kissinger en el Consejo de Seguridad Nacional de los EE UU y asistente de asuntos exteriores del Departamento del Tesoro de los EE UU. Forma parte además de la Comisión Trilateral.
Kevin E. Lofton. Miembro de la Junta de Negocios de Defensa del Departamento de Estado de los EE UU. Trabajo como director de AT&T y Morgan Stanley.
Nicholas G. Moore. Ex-Presidente de la consultora internacional de PricewaterhouseCoopers
Gayle Edlund Wilson. Consejera de Cal Tech. Primera Dama en la administración del gobernador republicano de California entre 1991 y 1999, Pete Wilson.
George P. Shultz. Director emérito. Miembro del Consejo de Administración entre 1996 y 2006. Secretario de Estado de la administración Reagan entre 1982 y 1989.
Donald Rumsfeld. Destacado miembro del consejo de administración de Gilead en el pasado, con fuertes vinculaciones con el gobierno de EE UU. Sucedió al fundador de la empresa en la presidencia del Consejo de Administración de Gilead en 1997. Fue Secretario de Estado de la administración de Gerald Ford 1975-1977 y de George W Bush 2001-2006. Es conocido su papel en las invasiones de Afganistán e Iraq.
Accionistas | Acciones | Reportado |
---|---|---|
John C. Martin | 4.122.987 | 01/12/2014 |
Norbert W Bischofberger | 119.302 | 06/08/2014 |
John F Milligan | 974.048 | 08/12/2014 |
Etienne Davignon | 836.273 | 06/05/2014 |
Kevin Young | 216.418 | 23/01/2014 |
Accionista | Acciones | % de | Valor en US$* | Reportado |
---|---|---|---|---|
Capital Research Global Investors | 122.275.884 | 8,10 | 13.016.267.851 | 30/09/2014 |
FMR, LLC | 92.715.629 | 6,15 | 9.869.578.707 | 30/09/2014 |
Vanguard Group, Inc. (The) | 79.280.967 | 5,26 | 8.439.458.937 | 30/09/2014 |
State Street Corporation | 62.176.203 | 4,12 | 6.618.656.809 | 30/09/2014 |
Price (T.Rowe) Associates Inc | 58.913.323 | 3,90 | 6.271.323.233 | 30/09/2014 |
BlackRock Institutional Trust Company, N.A. | 40.280.469 | 2,67 | 4.287.855.925 | 30/09/2014 |
Invesco Ltd. | 27.457.566 | 1,82 | 2.922.857.900 | 30/09/2014 |
Capital World Investors | 26.457.190 | 1,75 | 2.816.367.875 | 30/09/2014 |
Bank of New York Mellon Corporation | 21.930.229 | 1,45 | 2.334.472.877 | 30/09/2014 |
JP Morgan Chase & Company | 21.850.856 | 1,45 | 2.326.023.621 | 30/09/2014 |
Acciones | % de | Valor en US$* | Reportado | |
---|---|---|---|---|
Growth Fund of America Inc | 51.949.548 | 3,44 | 5.530.029.384 | 30/09/2014 |
Investment Company of America | 30.277.200 | 2,01 | 3.223.007.940 | 30/09/2014 |
Vanguard Total Stock Market Index Fund | 24.778.846 | 1,64 | 2.637.708.156 | 30/09/2014 |
Capital World Growth and Income Fund | 21.455.025 | 1,42 | 2.283.887.411 | 30/09/2014 |
Fidelity Contrafund Inc | 17.855.642 | 1,18 | 1.999.831.904 | 31/10/2014 |
Amcap Fund | 16.678.626 | 1,11 | 1.775.439.737 | 30/09/2014 |
SPDR S&P 500 ETF Trust | 15.931.523 | 1,06 | 1.784.330.576 | 31/10/2014 |
Vanguard 500 Index Fund | 15.693.603 | 1,04 | 1.670.584.039 | 30/09/2014 |
Vanguard Institutional Index Fund-Institutional Index Fund | 15.314.958 | 1,02 | 1.630.277.279 | 30/09/2014 |
Powershares Exhg Traded Fd Tr-Powershares QQQ Tr, Series 1 | 13.164.106 | 0,87 | 1.474.379.872 | 31/10/2014 |
Es necesario reflexionar sobre lo que supone que estas empresas de gestión de inversiones manejen fondos y planes de pensiones de gobiernos, sindicatos, etc. llegando al absurdo de que sean los propios ciudadanos quienes están financiando la política criminal de una empresa que basa su beneficio en la extorsión con medicamentos que marcan la diferencia entre vivir o morir, privatizando los beneficios en manos de los gestores y directivos de fondos y multinacionales, y socializando las pérdidas que acaban generando estas políticas sobre la salud pública mundial
Los accionistas de Gilead
Los directivos de Gilead poseen una parte minoritaria de las acciones de la compañía, las opciones sobre acciones de la propia compañía es una de las vías de remuneración de los directivos e investigadores principales, lo que los hace estar fuertemente interesados en la revalorización bursátil de las acciones de la compañía en base a las expectativas generadas por el amplio mercado y altos precios de los medicamentos de Gilead.
Sin embargo, la mayor parte de las acciones de la empresa, un 85%, está en manos de inversores institucionales y en concreto de los cuatro mayores empresas de gestión de inversiones globales: Vanguard Group, Fidelity Investment, State Street Corporation y Capital Group, esta última a través de su división Capital Research Global Investors.
Estos grupos controlan el accionariado de las principales multinacionales globales y manejan los principales fondos de inversión, fondos de pensiones, etc. lo que les permite controlar la economía mundial y disponer de un poder de decisión que puede hacer sombra al de muchos gobiernos.
En los últimos años, este tipo de fondos están haciendo fuertes inversiones en el sector de la biotecnología, basadas en las expectativas de beneficios futuros, con una dinámica similar a la de la burbuja tecnológica en su momento. Así el selectivo Nasdaq Biotech creció un 68% en 2013, una revalorización muy alejada de los beneficios reales obtenidos por estas empresas hasta el momento.
Los principales grupos de inversión tras Gilead son:
Capital Group
Es una de las mayores empresas mundiales de gestión de inversiones, gestionando activos por un valor de alrededor de US$1.4 billón, lo que supera el PIB español. Tiene sede en Los Ángeles, California y sedes en más de 23 países del mundo. Gestiona fondos de pensiones públicas y privadas, gobiernos y otras entidades. Y es uno de los accionistas mayoritarios más poderosos del mercado global.
Tiene participaciones en las principales empresas mundiales, entre ellas:
Amazon, Amcor, Telekom, Baye, Deutsche Bank, SAP, Siemens, Volkswagen, KPN Telecom, Bankia, Royal Dutch Shell, Ryanair. En España es accionista de Bankia, BBVA y Santander, dónde llego a ser el primer accionista. También tiene participaciones en Inditex y Griffols. Y ha adquirido recientemente el 5,5 % de Endesa.
Agrupa distintas divisiones, entre ellos: American Funds, Capital Bank and Trust, Capital Guardian, Capital International, Capital International Asset Management, Capital International Funds, and Capital Research and Management.
Capital Group controla acciones de Gilead a través de Capital Research and Management , presidido por Robert Whitney Lovelace.
Fidelity Investment
Otro de los gestores de fondos que controla acciones de Gilead es Fidelity Investments o Fidelity Mangement Research (FMR LLC).
Empresa estadounidense, especializada en la gestión de activos y fondos de pensiones. Esta dirigida por Edward C. Johnson, y su hija Abigail Johnson. Es uno de ellos mayores grupos de fondos de inversión y servicios financieros mundiales. Fundada en 1946 por Edward C Johnson, es propiedad de la familia Johnson, que controla el 49% del capital y de los directivos. Tiene algunos de los mayores fondos de inversión, como Fidelity Contrafund con US$93.000 millones. Los activos totales gestionados por Fidelity Insvestment se acercan a dos billones de US$.
También actúa en el sector de los recursos humanos y en la externalización de prestaciones. Gestiona fondos de pensiones como el plan de pensiones PWIS en EE UU con más de US$893.000 millones.
Edward Johnson III es el expresidente y con una fortuna de alrededor de US$9.300 millones se encuentra en el 43 de la lista Forbes, Su hija Abigail Johnson es la actual presidenta, y directora ejecutiva, posee el 24% de las acciones, con US$14.000 millones es la 29 en la lista Forbes.
Vanguard Group
Empresa de gestión de inversiones estadounidense, maneja aproximadamente US$3 billones en activos. Vanguard es propiedad de los propios fondos que gestiona. Fue fundada y dirigida por John C. Bogle. En la actualidad la compañía es dirgida por F. William McNabb III
Es la mayor empresa de fondos de inversión del mundo. Es la mayor accionista de Monsanto, Halliburton o Lockheed Martin, la mayor empresa de armamento estadounidense. Es uno de los accionista de empresas como: Facebook, Exxon, Microsoft, Johnson &Johnson, General Electric, JPMorgan, Chevron, Pfizer, Coca Cola y muchas otras de las principales empresas globales.
State Street Corporation
Es una empresa de servicios financieros, fundada en 1792, y con presencia en 25 países del mundo. Se divide en Global Services, banco de depósitos con activos por valor de US$28 billones, Global Advisors, servicios de gestión de fondos que maneja US$2.3 billones y Global Markets con servicios de investigación financiera y servicios para inversores institucionales.
Blackrock
Otra de las mayores gestoras de activos del mundo. Con sede en Nueva York, gestiona activos por más de US$3.36 billones, gestiona las inversiones de planes de pensiones gubernamentales, sindicales o empresariales, compañías de seguros, etc. Es una de las principales accionistas de agencias de rating como Moody’s.
En España ha tenido participaciones en Telefónica, Repsol o IAG entre otras.
Estas cuatro empresas, a las que se suma la banca de inversión como JPMorgan, Bank of New York Mellon entre otras. Acumulan las participaciones mayoritarias de buena parte de las principales multinacionales a nivel global.
Esto sitúa a una empresa como Gilead en manos de los gestores de los principales fondos de inversión cuyos intereses confluyen con los de los directivos de Gilead y sus principales investigadores, en una dinámica que prima la especulación sobre la investigación, la salud pública.
Son precisamente estos gestores del capitalismo global los responsables de la crisis financiera que ha provocado que ingentes recursos públicos hayan acabado dedicados a tapar los agujeros de sus operaciones especulativas, en una gigantesca operación de socialización de pérdidas y privatización de beneficios que ha provocado en España y otros países, el desmontaje de buena parte de los servicios públicos, entre ellos los sanitarios, que ahora atracan de nuevo con precios abusivos.
Parecen que estos buitres del capitalismo global pretenden una nueva vuelta tuerca en la desposesión de los trabajadores y trabajadoras y en la extorsión a sociedades enteras, y pretenden, una vez más que ingentes recursos públicos acaben de nuevo en sus bolsillos chantajeando esta vez a los ciudadanos con el dilema: la bolsa o la vida.
Esto sólo es posible por la política de patentes que se aplica a nivel mundial, una política que ni siquiera cumple con los supuestos objetivos que justificarían las patentes, promover la investigación y la innovación. La innovación no necesita de patentes. Por contra, es evidente que beneficia el monopolio de las grandes empresas que en connivencia con los grandes grupos de inversión global son capaces de aprovechar el acervo científico común y la investigación básica, producida en buena medida en instituciones y universidades pública, para convertirse en rentistas a costa, en el caso de la farmacia, de la enfermedad y la muerte de millones de personas.
Necesitamos poner desde ya freno a la avaricia y al monopolio de las grandes farmacéuticas, o estas acabarán con lo queda de sanidad pública. Es imprescindible para ello quebrar la política de patentes y acabar con un modelo de investigación, comercialización y desarrollo farmacéutico en manos de las dinámicas del mercado capitalista, apostando por la investigación y desarrollo público de tratamientos, en el marco de la sanidad pública, priorizando la salud y la vida de las personas por encima de cualquier otra consideración.
Nota de los editores
a. Los fondos de inversión globales son, en su mayoría, empresas que administran fondos de las jubilaciones de los trabajadores de muchos países y empresas. Su responsabilidad principal es obtener el mayor rendimiento posible de los fondos que depositan los trabajadores. Por ello compran acciones de las empresas que dan altos dividendos o que prevén que su valor en bolsa subirá y las venden si ven que una empresa tiene problemas. Igualmente pueden comprar bonos públicos o privados con atractivos intereses. No participan en las políticas o decisiones de las empresas. Puede haber fondos de jubilaciones al igual que hay patrimonios de fundaciones y de universidades que deciden no tener acciones de empresas o bonos de países que violan derechos humanos con el objetivo de forzar a las empresas o gobiernos en el caso de bonos nacionales a que cambien sus políticas. Se podría pensar que los fondos de inversiones y patrimonios deberían vender o no comprar acciones de Gilead como protesta por los precios criminales de Sovaldi, pero esa decisión ejemplar no tendría el mínimo impacto en Gilead, Gilead en este momento no tendrá ningún problema en colocar sus acciones. Esta es la triste realidad de un capitalismo que no tiene un compromiso ético para salvaguardar los derechos humanos. La solución al problema de los precios altos de los medicamentos está en las manos de los gobiernos y es muy sencilla. Tienen el derecho, amparado en legislación internacional, en realidad la obligación, de romper las patentes de medicamentos que tengan precios abusivos: la salud de sus ciudadanos es más importante que los beneficios exorbitantes de las empresas.
Referencias