Aspectos destacados de la declaración:

• El riesgo de interacciones entre las estatinas y otros fármacos cardiovasculares en pacientes con enfermedades del corazón puede ser manejado o reducido.
• Los pacientes deben informar a los profesionales de la salud acerca de todos los medicamentos que están tomando y preguntar si alguno de esos fármacos interactúa con sus medicamentos para reducir el colesterol.

Una nueva declaración científica de la Asociación Americana del Corazón provee orientación sobre cómo manejar las interacciones de medicamentos que reducen el colesterol, las estatinas, con otros medicamentos para enfermedades del corazón.

“Los proveedores de servicios de salud y los pacientes que toman estatinas deben ser conscientes de que estos medicamentos podrían interactuar con otros productos cardiovasculares, como los medicamentos para controlar la presión arterial, tratar los problemas de ritmo cardíacos y otros”, dijo Barbara S. Wiggins, Pharm. D., presidente del comité de redacción de la nueva declaración científica publicada en la revista de la American Heart Association Circulation.

“Aunque muchas de estas combinaciones de fármacos son seguras, cada paciente es diferente y tolerará los medicamentos de manera diferente. Los pacientes deben ser conscientes de que las interacciones pueden ocurrir y deben hablar con sus proveedores de servicios de salud acerca de cualquier efecto secundario inusual o de cualquier cosa que les preocupe “, dijo Wiggins, que es especialista en farmacia clínica en cardiología en la Universidad de Medicina de Carolina del Sur, en Charleston.

Las interacciones de fármacos ocurren cuando se combinan medicamentos y su interacción altera el efecto de uno o ambos fármacos, ya sea incrementando o disminuyendo su efecto. Se estima que un 2,8% de las admisiones hospitalarias se atribuyen a las interacciones de fármacos, pero ese número podría ser mayor porque los problemas relacionados con la medicación se suelen reportar como reacciones adversas a fármacos y enfermedad subyacentes (por ejemplo, enfermedad tiroidea, enfermedad reumatológica) puede ocultar estas interacciones.

Las estatinas se prescriben a pacientes con endurecimiento de las arterias, o aterosclerosis, y a aquellos en alto riesgo de desarrollar aterosclerosis, por lo que es probable que las estatinas se prescriban en combinación con otros medicamentos para enfermedades del corazón. El comité de redacción de la nueva declaración científica examinó las posibles interacciones por la combinación de estos fármacos, y destacó los cambios que deben hacerse en el etiquetado de algunas estatinas con respecto a las interacciones medicamentosas que se han detectado desde que salieron inicialmente al mercado.

Los medicamentos cardiovasculares que el comité reponsable de la declaración examinó incluyeron:

• fármacos antiarrítmicos, utilizados para tratar los ritmos anormales del corazón;
• medicamentos utilizados en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva;
• agentes antiplaquetarios y anticoagulantes que se usan para diluir la sangre;
• agentes inmunosupresores, para pacientes que han sido sometidos a un trasplante cardíaco;
• agentes reductores del colesterol que no son estatinas; y
• bloqueadores de los canales de calcio, comúnmente utilizados para tratar la presión arterial alta.

La declaración identifica dosis específicas del medicamento cardiovascular que se puede utilizar de forma segura con las estatinas, así como las combinaciones de estatinas y ciertos medicamentos para problemas cardíacos que pueden ser potencialmente dañinas.

Según la declaración, para minimizar el riesgo de efectos adversos, los proveedores de salud deben estar bien informados sobre las dosis máximas y los efectos adversos asociados con estas interacciones de medicamentos. Los pacientes y los proveedores de atención médica tienen que identificar y revisar, en cada consulta y durante las transiciones de un lugar de atención a otro, todos los medicamentos que los pacientes tratados con estatinas están tomando, para asi identificar las interacciones medicamentosas tempranamente, y una vez evaluadas hacer los correspondientes ajustes de dosis o interrumpir el tratamiento con el que interactúan. .

Los coautores son: Joseph J. Saseen; Robert Lee Page I.; Brent N. Reed; Kevin Sneed; John B. Kostis; David Lanfear; Salim Virani; and Pamela B. Morris.

La American Heart Association / American Stroke Association recibe fondos principalmente de individuos. Las fundaciones y las corporaciones donan también, y financian programas y acontecimientos específicos. Se aplican políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico de la asociación. La información financiera de la American Heart Association, que incluye una lista de contribuciones de compañías farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, está disponible en www.heart.org/corporatefunding