Farmacia y Dispensación
Perú. El cartel de las farmacias y los glóbulos blancos del mercado
Gonzalo Carranza
El Comercio, 28 de octubre de 2016
http://elcomercio.pe/economia/opinion/cartel-farmacias-y-globulos-blancos-mercado-noticia-1942611
La Comisión de Defensa de la Libre Competencia del Indecopi sancionó esta semana a cinco cadenas de farmacias por concertación de precios: Arcángel, Fasa, Inkafarma, Mifarma y Boticas Felicidad. El caso ha generado todo tipo de muestras de indignación por su sensible naturaleza: se habría lucrado de manera ilegal con productos como medicamentos y suplementos nutricionales.
Los correos electrónicos recogidos por Indecopi en estas empresas y divulgados por la prensa generaron particular rabia en las redes sociales. A través de estos emails se coordinaba la presunta concertación, mediante un esquema denominado ‘hub and spoke’. Según Indecopi, en lugar de concertar directamente entre ellas, las farmacias aprovechaban a los laboratorios farmacéuticos para que, en su rol de proveedores de las cinco cadenas, se encargaran de las coordinaciones del cartel. Así, las propias farmacias no dejaban huellas incriminadoras de sus acuerdos.
Al leer con atención los correos publicados en la prensa y otros que integran la resolución de la primera instancia de Indecopi, algo llama la atención: muchos emails, tal vez la mayoría, no contenían coordinaciones propiamente dichas sobre la concertación, sino reproches de que esta no se cumplía. Los ejecutivos de las farmacias y de los laboratorios se quejaban amargamente sobre cómo otros ‘concertados’ le sacaban la vuelta a su supuesto cartel, incluso el día mismo en que debían ejecutarse las subidas de precios ‘acordadas’ con la intermediación de sus proveedores.
El tenor de estos correos es utilizado como defensa por las farmacias. Estas empresas niegan haber utilizado a sus proveedores como intermediarios de un cartel. Su argumento es que se quejaban ante los laboratorios cuando advertían que un competidor vendía un producto a un menor precio, pues pensaban que ello era posible únicamente en la medida en que las farmacéuticas les daban mejores condiciones comerciales a las farmacias de la competencia.
Indecopi replica que los correos de las farmacias incluyen pedidos a los laboratorios para que “hagan respetar los acuerdos” y que estos últimos iban mucho más allá de enviar listas con “precios sugeridos”.
Otra evidencia mostrada por Indecopi son las series de precios de los productos sobre los cuales se concertó. Y en efecto, se aprecian las subidas casi simultáneas en fechas específicas que coinciden con las mencionadas por los correos. Pero también se observa que la duración de los incrementos no llega a un año y, en algunos casos, solo alcanzó entre 2 y 25 días. La propia dinámica competitiva rompía el cartel.
El rol de Indecopi en la defensa de la competencia es clave. Una concertación de precios es una enfermedad del mercado y, si efectivamente se produjo en este caso, las sanciones impuestas por la autoridad serán una dura medicina para combatirla. Pero es una medicina que llega ocho años después de producida la enfermedad (y recién en primera instancia).
Lo que también muestra el caso de las farmacias es que el mercado tiene sus propios glóbulos blancos para defenderse de la colusión y funcionan de formas más inmediatas. En uno de los emails entre ejecutivos del laboratorio Albis recogidos por Indecopi, Francisco Venero, gerente comercial de Líneas Propias, le dice a la entonces gerente de marketing, Eliana Pacora: “El control de precios está costando sudor y lágrimas”. Allí estaba, sobreviviente, el instinto competitivo que los carteles tratan de ahogar. Un instinto que suele ser la mejor medicina para los mercados.