Los defensores de los pacientes temen que estos anuncios puedan revertir décadas de avances contra el VIH/SIDA que se han logrado con mucho esfuerzo, y están pidiendo a Facebook que cambie sus políticas

Desde finales del verano, muchos canales de noticias LGBTQ + Facebook han comenzado a mostrar publicidad médicamente incorrecta. Estos anuncios tienen que ver con Truvada. Se ha demostrado que el consumo diario de una píldora de este medicamento reduce la probabilidad de transmisión del VIH hasta en un 99%, lo que lo convierte en una herramienta clave en las décadas de lucha contra el VIH/SIDA.

En un mensaje mal puntuado, y con algunas letras mayúsculas escogidas al azar se lee “Efectos secundarios de tomar un medicamento contra el VIH…”. “Los fabricantes tenían un medicamento más seguro y lo mantenían en secreto… Seguían vendiendo el peligroso”.

Ese anuncio, que se publica en Instagram y en Facebook, lo paga el bufete de abogados de Virginia KBA Attorneys. Cita, como efectos secundarios de Truvada, afecciones óseas y renales no específicas, abriendo la posibilidad de recibir una compensación financiera en lo que parece ser una demanda incipiente contra el fabricante Gilead Sciences por responsabilidad del producto.

Los defensores de los pacientes tomaron nota.

“La PrEP es segura y generalmente bien tolerada”, dice Trevor Hoppe, un sociólogo especialista en sexualidad, medicina y la ley. “Cualquier información errónea en sentido contrario es probablemente contraproducente para la salud pública, especialmente para las comunidades más afectadas, como los hombres homosexuales en EE UU”.

Al abordar la afirmación sobre el daño óseo, la Fundación Aids con sede en San Francisco dice que los efectos de Truvada “no son clínicamente significativos”, y agrega que “se ha demostrado que causa una disminución del 1% en la densidad mineral ósea, un cambio que se revierte al suspender el medicamento”.

La respuesta más contundente llegó en forma de una carta abierta que la organización de defensa LGBTQ + Glaad publicó el lunes 9 de diciembre, firmada por más de 50 organizaciones LGBTQ + y de salud pública prominentes, que también incluía a políticos como el gobernador Andrew Cuomo de Nueva York y la senadora Elizabeth Warren de Massachusetts. La carta solicitaba al gigante de las redes sociales que eliminara los anuncios engañosos, los firmantes exigieron que Facebook se comprometiera a hacer “una revisión y posible actualización de las políticas publicitarias actuales para evitar que las declaraciones de salud pública falsas o engañosas lleguen a los usuarios”.

Su alcance puede ser bastante extenso.

“Definitivamente hay más de un anuncio”, dice Rich Ferraro, director de comunicaciones de la organización de defensa LGBTQ + Glaad. “Hay una gama de firmas de abogados que litigan lesiones personales que los gestionan, y algunos de ellos generaron millones de opiniones”.

Usando la biblioteca de anuncios de Facebook, el Washington Post determinó que seis anuncios anti-PrEP de las firmas que litigan lesiones personales Lawsuit Watch y Advocate Alliance Group obtuvieron hasta 1,3 millones de visitas en Facebook.

“Los médicos citaron estos anuncios como razones por las cuales las personas que deberían estar en PrEP no lo utilizaban”, dice Ferraro. “Lo que los hace tan únicos es su capacidad de seleccionar a quién llegan los mensajes. En los principales medios de comunicación e incluso en los medios LGBT hay poca información sobre la prevención del VIH, por lo que las personas en riesgo los reciben en sus casillas de correo”.

El riesgo no es tanto que la gente pueda estar mal informada, sino que podría hacer retroceder décadas de avances contra el VIH/SIDA que han requerido mucho esfuerzo. Al tratar de transformar una enfermedad, que era una sentencia de muerte, en una condición crónica que se puede manejar con el tratamiento adecuado, los defensores de la salud pública han trabajado incansablemente para establecer la confianza y atraer al sistema a poblaciones difíciles de alcanzar, como las trabajadoras sexuales y los usuarios de drogas intravenosas.

El mantra ha sido durante mucho tiempo “llegar a cero”, un número que se refiere a cero nuevas transmisiones, cero muertes por complicaciones derivadas del VIH / SIDA y cero estigma. En San Francisco, el número de nuevas infecciones en toda la ciudad pasó de un pico de 453 en 2012 a un mínimo de 197 el año pasado. Organizaciones como San Francisco Aids Foundation citan a PrEP como uno de los factores que ha contribuido significativamente a este éxito, siempre con la advertencia de que el progreso es frágil. Las disparidades raciales persisten, y las poblaciones de difícil acceso a menudo son las primeras en quedar sin atención.

Que Facebook tolere afirmaciones desacreditadas en sus plataformas no debería sorprender. Después de todo, la compañía ha rechazado públicamente cualquier responsabilidad por verificar la publicidad política, una decisión basada en el lucro, a la que se llegó a pesar de que había mucho desacuerdo interno.

Pero tampoco son siempre consistentes. Peter Staley, de PrEP4All Collaboration, señaló que la empresa no siempre adopta un enfoque de no intervención con respecto a la veracidad de los anuncios. Por ejemplo, la compañía prohibió que un proveedor médico de Nueva York, que trabaja con isleños de Asia y el Pacífico, creara conciencia sobre la PrEP en esas comunidades.

Al mismo tiempo, señala Ferraro, la relación de Glaad con la compañía ha sido bastante sólida. En 2010, la organización ayudó a establecer la Red de Apoyo de Facebook (Facebook’s Network of Support), que fue fundamental para combatir el acoso en línea y ampliar las opciones de identidad de género del sitio. Haciendo eco a la controversia actual, en 2018 también trabajaron juntos para eliminar los anuncios de la llamada terapia de conversión, algo que Ferraro considera “una práctica peligrosa y desacreditada”.

Esta vez podría ser diferente debido a la forma en que Facebook está evaluando la información verdadera y la falsa. Cuando Glaad se contactó con el equipo de políticas públicas de la compañía, fueron redirigidos a una página de políticas publicitarias orientadas al público que enumera aproximadamente una docena de razones por las cuales Facebook eliminaría los anuncios, incluyendo la “información errónea”.

“Los eliminarán cuando los expertos cuestionen la información”, dice Ferraro, y agrega que otra vía es a través de terceras agencias de verificación de hechos.

“Hay seis de ellas en Estados Unidos”, agrega. “Contactamos a cinco”.

La sexta es una colaboración con una subsidiaria del sitio web Daily Caller, un sitio “alt-lite” fundado por Tucker Carlson y conocido por sus titulares deliberadamente escandalosos, que espuriamente engañan a las personas LGBTQ + y se refiere a los derechos trans como “tratamiento especial”.

No hace falta decir que Glaad no estaría satisfecho si este sitio web interviniera.

“Facebook no se debería esconder detrás del hecho de que Daily Caller esté llamando la atención sobre anuncios que tratan temas de prevención del VIH “, dice Ferraro.

Facebook no devolvió una solicitud de comentarios. Ante la ausencia de un cambio en la política corporativa, Glaad decidió comprar un anuncio publicitario para promocionar su carta abierta, con la esperanza de que los usuarios LGBTQ + la lean y la compartan.

“Si van a seguir beneficiándose de dañar la salud pública, nuestra comunidad les llamará la atención”, dice Ferraro. “Por mucho que apoyen a sus empleados LGBT, sus plataformas se han convertido en lugares donde las organizaciones anti-LGBTQ pueden causar daños graves. En lugar de tratar de educar a su audiencia, al no hacer nada, están ayudando a propagar el VIH”.

Lo que enfurece a los defensores de los pacientes es la opacidad y la falta de responsabilidad, tanto como los propios anuncios falsos, que, por cierto, siguen publicándose.

Este es solo el último frente en el conflicto de baja intensidad con la comunidad LGBTQ + que Facebook ha librado durante la mayor parte de esta década. Las drag queens lideraron la lucha contra la política de la compañía de usar el “nombre real”, que se consideraba transfóbica y potencialmente peligrosa para las personas que pueden no haber revelado su situación (así como para los sobrevivientes de violencia doméstica). La forma como identifican de datos publicitarios puede poner en peligro la seguridad de los usuarios queer en países como Arabia Saudita, donde la homosexualidad se castiga con la muerte. Existe una percepción generalizada de que la mojigata plataforma censura especialmente el contenido del mismo sexo, mientras que permanece extrañamente laxa al vigilar el discurso de odio homófobo.

Para ser justos, sin embargo, las críticas a la PrEP no han venido exclusivamente de abogados manipuladores, ni siquiera de los barrios homofóbicos de la derecha política. Michael Weinstein, de Aids Healthcare Foundation, lo descartó como una “droga para fiestas”, lo que implica que es una especie de intoxicante. Lo que hay detrás de la afirmación de Weinstein es que Truvada reducirá el uso del condón, lo que conducirá a un aumento de otras infecciones de transmisión sexual, tiene algo de cierto, pero hay formas de abordar las consecuencias no deseadas sin deslegitimar la ciencia médica.

En un clima donde la confianza en la experiencia ya es peligrosamente baja, la propagación de dudas representa un gran retroceso en la lucha contra la mayor crisis de salud pública del último medio siglo. Y Facebook se convertido en un vehículo pasivo para lograrlo.