La evidencia actual indica que los antidepresivos aumentan el riesgo de tendencias suicidas en niños y adolescentes, por lo que debería limitarse su uso en esta población y emplearse únicamente en las indicaciones autorizadas. Este riesgo se debe especialmente al aumento de ideación suicida. La evidencia indirecta muestra que el riesgo de tendencias suicidas sería superior con venlafaxina. No existe evidencia suficiente de que ningún fármaco reduzca el riesgo de que se produzcan. Existe amplia evidencia de que los antidepresivos aumentan el riesgo de eventos adversos graves y abandonos por eventos adversos en cualquier indicación en comparación con placebo. En los estudios disponibles se analiza la seguridad cuando se inicia el tratamiento y son en general estudios de corta duración, pero no puede descartarse el riesgo de este tipo de eventos adversos a más largo plazo.
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