Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.
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La compañía Johnson & Johnson (J&J) ha declarado en quiebra una subsidiaria recién creada a la que transfirió hace unos meses las decenas de miles de reclamaciones legales que alegaban que su polvo de talco para bebés y otros productos a base de talco causaban cáncer.
Concretamente, tal y como recoge la agencia de noticias Reuters, la compañía puso estas reclamaciones en la entidad llamada LTL Management LLC.
Decenas de miles de demandantes han alegado que el Baby Powder y otros productos de talco J&J contenían asbesto y causaban cáncer, lo que la compañía niega. Los demandantes incluyen mujeres que padecen cáncer de ovario y otras que luchan contra el mesotelioma.
J&J ejecutó la reorganización corporativa del jueves a través de una maniobra legal contenciosa conocida como quiebra de dos pasos de Texas, una estrategia que han utilizado otras compañías que enfrentan litigios por asbesto.
En ese proceso, un negocio de J&J se dividió en dos mediante una denominada fusión divisional. Esa transacción creó LTL, la nueva entidad cargada con los pasivos de talco de J&J, según documentos judiciales presentados el jueves a los que ha tenido acceso Reuters.
En este sentido, la compañía señaló que los casos de talco se detendrían mientras LTL navega por los procedimientos de quiebra.
Los costes de la compañía para defender casi 40.000 casos se han acercado a los US$1.000 millones (€861,12 millones). Los acuerdos y veredictos le han costado a Johnson & Johnson alrededor de US$3.500 millones (€3.014,12 millones) más. Los abogados de los demandantes condenaron la declaración de quiebra. “El truco de la bancarrota es tan despreciable como descarado y un abuso desmedido del sistema legal”, han denunciado.
Johnson & Johnson sabía que su talco contenía asbesto
Una investigación de 2018 descubrió que J&J conocía desde hacía décadas que el asbesto, un carcinógeno conocido, acechaba en su talco para bebés y otros productos cosméticos de talco.
La compañía dejó de vender talco para bebés en EE UU y Canadá en mayo de 2020, en parte debido a lo que llamó “información errónea y acusaciones infundadas” sobre el producto a base de talco. No obstante, pese a las miles de demandas, J&J sostiene que sus productos de talco para el consumidor son seguros.
El pasado mes de junio, la Corte Suprema de EE UU se negó a escuchar la apelación de la compañía de un fallo de la corte de Missouri que resultó en US$2.000 millones(€1.722,31 millones) en daños otorgados a mujeres que alegaban que el talco de la compañía causó su cáncer de ovario.
Nota de Salud y Fármacos: FiercePharma ha dicho que los abogados que representan a más de 30.000 mujeres que han presentado la denuncia dicen que se resistirán a la estratagema. Dicen que no es congruente aceptar la quiebra de una empresa que es muy rentable y está valorada en US$500.000 millones. Es un ejemplo más de como los ricos y poderosos que utilizan la bancarrota como escondite para proteger sus ganancias y evitar responsabilidades.
J&J dijo en su declaración que el objetivo es resolver todas las reclamaciones “de manera equitativa para todas las partes, incluyendo a los demandantes actuales y futuros”, dijo. Para ello, la empresa ha establecido un fideicomiso de US$2.000 millones para LTL y “flujos de ingresos” valorados en más de US$350 millones para “posibles costes”.
A principios de este año, en una presentación ante la Comisión de Valores, la empresa estimó sus responsabilidades relacionadas con el talco en US$3.900 millones. Pero en su declaración, los abogados sitúan la cifra en US$25.000 millones.
En julio, la compañía acordó pagar US$5.000 millones para resolver los reclamos de la epidemia mortal de opioides que ayudó desarrollar. Un mes antes, en otro acuerdo de opioides, J&J acordó pagar US$230 millones al estado de Nueva York.
Referencias
