Actualmente existe una intensa prescripción de opioides para el manejo de todo tipo de dolor a nivel clínico, razón por la cual es importante considerar los posibles daños derivados de esta actividad, tales como tolerancia, adicción, dependencia y sobredosis. La medicación de opiáceos o sus derivados de manera irracional para el manejo del dolor agudo o crónico puede ser la puerta de entrada a las drogodependencias. Muchos adictos a opiáceos informaron haber estado expuestos por primera vez a los opioides a través de una prescripción médica para el tratamiento del dolor. Por ello, es importante evaluar por parte de los profesionales de la salud el uso a largo plazo de estos medicamentos para el manejo del dolor, porque estudios han evidenciado una relación entre el uso clínico y la dependencia de estos, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes sin experiencia en opiáceos que fueron sometidos a procedimientos quirúrgicos y dentales.