Utilización

El aumento del consumo de este producto entre los jóvenes hace sonar las alarmas

Si acudimos a una farmacia y pedimos cloretilo, lo más probable es que el encargado de dispensarlo piense que somos deportistas. Quizá incluso piense que nos dedicamos profesionalmente a ello. No obstante, tiene aplicaciones más peligrosas.

En Canals, un pueblo de la Comunidad Valenciana de 13.000 habitantes, la Policía ha detectado un aumento del consumo de cloretilo entre jóvenes y adolescentes. Es un sospechoso habitual, una moda dañina que viene y va. En 2016, los diarios locales de Pontevedra notificaron que los chavales estaban recurriendo a él. El año pasado, la Guardia Civil de Torrelaguna (Madrid) detuvo a varios jóvenes por traficar a pequeña escala con drogas. Les incautaron 37 botes.

“Se puede comprar el cloretilo en cualquier farmacia”
Artiz, inspector jefe de la Policía de Canals, relata a Consumidor Global que el problema radica en que ellos no pueden intervenir ni retirar este producto, porque es legal. “Se puede comprar en cualquier farmacia, en cualquier parafarmacia o internet. Hace cinco años se exigía receta médica para adquirirlo, pero ahora ya no. Los jóvenes lo adquieren de forma rápida, fácil y barata”.

Para colocarse durante un breve lapso de tiempo, lo aplican sobre la ropa (por ejemplo, la manga de su sudadera o de su cazadora) y a continuación lo inhalan. No es un método novedoso. Al echar la vista atrás, durante la época dorada de los foros (2002-2010, aproximadamente), algunos usuarios compartían sus experiencias para prevenirse los unos a los otros. En 2006, un internauta explicaba en un foro cómo era el cloretilo: “Aunque eran muy breves, los subidones eran realmente…increíbles”.

“Eufóricos y desinhibidos”
El efecto es fugaz, pero intenso. “No llegan a perder la consciencia, pero durante cinco o diez segundos quien la inhala se siete eufórico, deshinibido, y luego mareado o confuso”, explica Aritz. Un bote, cuenta el inspector de Policía, les dura toda la noche. Y las reacciones varían. Pueden ir desde unas risas exaltadas hasta daños serios: “Me han confirmado que ha habido algún ingreso hospitalario por intoxicación relacionado con esta sustancia”, detalla.

El equipo de Consumidor Global se ha desplazado a una farmacia del centro de Madrid a comprar este producto y hemos podido adquirirlo sin problemas. Cuesta en torno a €6, pero pueden ser todavía menos. En el portal FarmaWonder, el spray de 100 gramos cuesta €5. “Spray que al pulverizar sobre la piel logra un fuerte descenso de la temperatura. De este modo proporciona una anestesia local en la zona”, indica el fabricante. Solo especifica, de forma escueta, que está indicado para calmar el dolor.

Un problema que ha ido a más
Artiz, que además de policía es deportista de élite, cuenta que conoce el cloretilo desde hace más de 20 años. A pesar de que la gente piensa que se trata de un medicamento parecido al réflex, el policía señala que no tiene nada que ver: “Se aplica en frío y es analgésico”. La rápida vaporización del producto produce un enfriamiento, lo que se traduce en un cosquilleo helado, en una sensación momentánea de “congelación” del cerebro.

“Veníamos detectando el problema desde el pasado agosto, pero ahora ha ido a más”, señala Artiz, quien explica que su comisaría se ha puesto en contacto con otras de la región y han podido confirmar que el uso del cloretilo se está extendiendo incluso a nivel nacional. “Aquí en Canals hemos llegado a un acuerdo para que las farmacias exijan receta médica a quien quiera adquirirlo, pero no nos conformamos con eso, queremos que la protección sea mayor. Queremos que en todos sitios se pida receta, porque es una droga”, argumenta.