Las úlceras cutáneas son lesiones que se forman por la pérdida de tejido epidérmico o, en ocasiones, de capas más profundas de la piel [1]. A veces se curan con lentitud y pueden generar dolor e infecciones, que a menudo requieren cuidados a largo plazo y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas [1-3].
Un equipo francés estudió los informes de úlceras cutáneas atribuidas a medicamentos que se registraron en la base de datos de farmacovigilancia de la OMS o se publicaron en la base de datos bibliográficos Medline. Hasta marzo de 2020, se identificaron y analizaron aproximadamente 25.000 informes y 814 publicaciones [2,4]. Los investigadores compararon la proporción de informes que mencionan a las úlceras cutáneas y a los fármacos implicados. Se excluyeron los casos de pacientes que estaban tomando varios medicamentos y los casos en los que había sesgo por indicación o sesgo protopático. Después, los autores compararon los resultados con los resúmenes de las características del producto (RCP) de Europa y EE UU, y con los efectos conocidos de los medicamentos en cuestión [4].
Medicamentos ya conocidos: nicorandil, hidroxicarbamida (hidroxiurea), etc. Este estudio destacó algunos medicamentos que ya se sabía que causan úlceras cutáneas crónicas, en particular el nicorandil (Ikorel u otras marcas), un antianginoso relacionado con los derivados de nitrato que causa úlceras mucocutáneas, y la hidroxicarbamida (hidroxiurea), un citotóxico que causa úlceras especialmente en las piernas [4,5].
A estos los siguen los medicamentos oncológicos, en particular los que tienen un efecto inhibidor del VEGF (factor de crecimiento del endotelio vascular), como el bevacizumab (Avastin u otras marcas), el cabozantinib (Cabometyx), el lenvatinib (Lenvima), el pazopanib (Votrient), el regorafenib (Stivarga), el sorafenib (Nexavar u otras marcas) y el sunitinib (Sutent u otras marcas), y también los inhibidores de el EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) como el erlotinib (Tarceva) [4,5].
También están implicados algunos inmunosupresores, como el tacrolimus (inhibidor de la calcineurina) (Prograf u otras marcas), el everolimus (Afinitor, Votubia) y sirolimus (Rapamune) (inhibidores del complejo mTOR), los inhibidores del FNT-alfa como el adalimumab (Humira u otras marcas) y el etanercept (Enebrel u otras marcas), y los corticoesteroides sistémicos o tópicos, que se sabe que tienen un efecto nocivo sobre la cicatrización [4].
Entre los otros medicamentos observados figuran la pentazocina (un opioide que ya no se comercializa en Europa), la canagliflozina (Invokana, un medicamento que reduce la glucosa) y el metotrexato (un citotóxico antimetabolito que es un medicamento de referencia en oncología y que también se usa como inmunosupresor para algunas enfermedades autoinmunes) [4-8].
Una señal para otros 13 medicamentos. Los autores consideraron que su metodología también reveló señales con otros 13 medicamentos con un riesgo hasta ahora desconocido de úlceras cutáneas. Estos medicamentos fueron:
Los autores enfatizaron la importancia de realizar estudios farmacoepidemiológicos para confirmar o refutar las señales de estos 13 medicamentos.
Varios mecanismos propuestos. Se han propuesto varios mecanismos, como: inhibición de la angiogénesis (con los antineoplásicos inhibidores de VEGF), trastornos de la cicatrización (con los medicamentos citotóxicos que inhiben la proliferación celular) y reducción de la irrigación sanguínea debido a trastornos vasculares de la macrocirculación y la microcirculación [1,4,6]. Algunos medicamentos causan úlceras directamente, como el nicorandil [1,9].
En la práctica, a pesar de las limitaciones metodológicas, este estudio hace una contribución valiosa al demostrar que el número de medicamentos que conllevan un riesgo de úlceras cutáneas persistentes o crónicas es mucho mayor que lo que se creía. En el caso de las úlceras cutáneas, sobre todo las crónicas, deberíamos preguntarnos: “¿podría ser causada por un medicamento?”. Enviar informes de los casos a los centros de farmacovigilancia ayudará a mejorar el conocimiento sobre este asunto, incluso cuando involucren medicamentos que se han usado durante mucho tiempo.
Referencias seleccionadas de la búsqueda en la literatura de Prescrire