Gavi, la alianza mundial para las vacunas se ha comprometido a adaptar su estrategia de adquisición de vacunas para apoyar la fabricación de vacunas en África.
Gavi, en el plan que publicó el 3 de noviembre [1], se compromete a otorgar “un valor más alto al beneficio de diversificar la provisión para garantizar el suministro, centrándose en África”.
Gavi, para elaborar el plan de 10 puntos para apoyar la capacidad de fabricación sostenible en África, ha trabajado con la Unión Africana y otros socios clave, y asigna responsabilidades a otros actores clave -ministros de Desarrollo del G7, países africanos, socios internacionales, incluyendo a las agencias que financian el desarrollo, y el sector privado.
Sin embargo, Gavi impulsará y coordinará el plan, dada su enorme influencia como mayor comprador de vacunas del mundo.
“Gavi ha sido el mayor comprador de vacunas del mundo durante 22 años, y ha trabajado estrechamente con los países africanos y los fabricantes para configurar el mercado de vacunas esenciales que se utilizan rutinariamente y para combatir brotes”, declaró el Dr. Seth Berkley, Director Ejecutivo de Gavi.
“Gavi se compromete a contribuir a que se materialice la visión de la Unión Africana. El plan publicado hoy es una vía para garantizar la seguridad del suministro de vacunas para África durante las pandemias, y para ampliar el acceso a otras vacunas que salvan vidas a precios asequibles y sostenibles”.
La pandemia por covid-19 puso de manifiesto la vulnerabilidad de África. El continente tardó meses en obtener vacunas porque los países ricos habían comprado todas las dosis fabricadas por Pfizer y Moderna, e India detuvo la exportación de vacunas genéricas fabricadas por el Serum Institute que deberían haber surtir al continente.
Impactada por la experiencia con el covid-19, la Unión Africana se ha fijado el objetivo de producir y distribuir más del 60% de las dosis de vacunas que el continente requerirá en 2040 -actualmente solo suministra el 1%.
Aunque África consume vacunas por un valor superior a los US$1.000 millones al año, el coste de gran parte de ellas corre a cargo de Gavi, UNICEF y los donantes.
Gavi reconoce que no ha estado eligiendo proveedores de vacunas en función del precio, y “sistemáticamente no acepta precios más altos para promover la diversidad geográfica y asegurar el suministro. Introducir cambios a la forma en que Gavi evalúa los productos versus la seguridad del suministro, como un nuevo objetivo de la salud del mercado, podría tener un impacto sustancial”, reconoce.
El riesgo de apoyar las vacunas más caras fabricadas en África se podría mitigar si los países establecieran compromisos anticipados de compras de vacunas, lo que permitiría “volúmenes predecibles de adquisición conjunta”.
Los propios países africanos tienen que “enviar señales claras al mercado de que habrá demanda, y para ello deben mostrar que están dispuestos a seleccionar y adquirir las vacunas de los proveedores africanos”.
Según Gavi: “Sólo en los últimos 18 meses, se han anunciado más de 30 proyectos nuevos de fabricación en África, y las estimaciones indican que en el 2040 el mercado africano de vacunas, incluyendo todos los productos existentes y los nuevos que se han previsto, podría oscilar entre los US$2.800 y los US$5.600 millones, demostrando que podría surgir una próspera industria regional”,.
Sin embargo, el informe también reconoce que “una expansión desordenada acarrea el riesgo de competencia malsana, pudiendo socavar el impacto de las iniciativas de mercado que han aportado vacunas baratas a las naciones con ingresos más bajos, al tiempo que impediría que África alcanzara su aspiraciones en materia de producción de vacunas”.
El informe aboga por un “modelo de negocio” que “vaya dando forma a los mercados y apoye la visión de la Unión Africana: cumplir los objetivos, que se refuerzan mutuamente, de mantener un mercado mundial saludable y un sector manufacturero regional sostenible”.
Sin embargo, el precio de establecer nuevas instalaciones de fabricación en África puede hacer que sus productos sean demasiado caros para ser viables.
“Los modelos indican que, para los nuevos proveedores, las diferencias de precios podrían superar los niveles aceptables para las licitaciones competitivas estándar de Gavi/UNICEF, sin afectar a la cobertura del programa”, advierte Gavi.
“Hay que encontrar la manera de apoyar a los nuevos participantes y, al mismo tiempo, evitar que los fabricantes aumenten los precios de sus vacunas por la pérdida de sus volúmenes de venta. Esto conlleva el posible riesgo de aumentar los costes de la inmunización en todo el mundo”.
Para hacer frente al elevado coste para los nuevos productores, el plan propone utilizar “un instrumento financiero de duración limitada que ayude a mitigar el elevado coste de la producción de vacunas en el momento de entrar al mercado”.
También aboga por que este instrumento financiero apoye a los fabricantes africanos para que elaboren las vacunas basadas en antígenos más viables comercialmente, empezando por las del cólera y el ébola.
Por su parte, los países africanos tienen la tarea de acelerar la inversión en un entorno propicio, que incluya “autoridades reguladoras fuertes, cadenas de suministro sólidas, capital humano cualificado, la reducción de las barreras comerciales y mejor coordinación regional”.