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Prescripción

La causa de la depresión probablemente no sea un desequilibrio químico en el cerebro, según un nuevo estudio

(Depression is probably not caused by a chemical imbalance in the brain – new study)
Joanna Moncrieff, Mark Horowitz
The Conversation, 20 de julio de 2022
https://theconversation.com/depression-is-probably-not-caused-by-a-chemical-imbalance-in-the-brain-new-study-186672
Traducido por Salud y Fármacos, publicado en Boletín Fármacos: Prescripción, Farmacia y Utilización 2023; 26 (1)

Tags: serotonina, serotoninérgicos, industria farmacéutica, depresión, receptores de la serotonina

Durante tres décadas, se ha inundado a la gente con información que sugiere que la causa de la depresión es un “desequilibrio químico” en el cerebro – a saber, un desequilibrio de una sustancia química del cerebro llamada serotonina. Sin embargo, nuestra última revisión de la investigación [1] muestra que la evidencia existente no apoya esta teoría.

Aunque la teoría de que la depresión se relaciona con la serotonina se propuso por primera vez en la década de 1960, la industria farmacéutica no la empezó a promover ampliamente hasta la década de 1990, como parte de sus esfuerzos por comercializar una nueva gama de antidepresivos, conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o ISRS. La idea también fue respaldada por instituciones oficiales como la Asociación Americana de Psiquiatría, que sigue diciendo al público que “las diferencias en ciertas sustancias químicas del cerebro pueden contribuir a los síntomas de la depresión”.

Innumerables médicos han repetido el mensaje en todo el mundo, en sus consultas privadas y en los medios de comunicación. La gente aceptó lo que le decían. Y muchos empezaron a tomar antidepresivos porque creían que tenían algo mal en el cerebro que se corregiría tomando un antidepresivo. Durante este impulso promocional, el consumo de antidepresivos aumentó de forma espectacular, y ahora por ejemplo se recetan a uno de cada seis adultos en Inglaterra [2].

Durante mucho tiempo, ciertos académicos [3], incluyendo algunos psiquiatras destacados [4], han sugerido que no hay pruebas satisfactorias que apoyen la idea de que la depresión es el resultado de niveles de serotonina anormalmente bajos o de serotonina inactiva. Otros siguen respaldando la teoría [5]. Hasta ahora, sin embargo, no ha habido ninguna revisión exhaustiva de la investigación sobre la serotonina y la depresión que permita llegar a conclusiones firmes en uno u otro sentido.

A primera vista, el hecho de que los antidepresivos tipo ISRS actúen sobre el sistema de la serotonina parece apoyar la teoría serotoninérgica de la depresión. Los ISRS aumentan temporalmente la disponibilidad de serotonina en el cerebro, pero esto no implica necesariamente que el efecto contrario cause la depresión.

Hay otras explicaciones para entender el efecto de los antidepresivos. De hecho, los ensayos con fármacos demuestran que, en el tratamiento de la depresión, los antidepresivos apenas se distinguen de un placebo (pastilla ficticia) [6]. Además, los antidepresivos parecen tener un efecto generalizado de adormecimiento de las emociones que puede influir en el estado de ánimo de las personas [7], aunque no sabemos cómo se produce este efecto, ni mucho sobre él.

Primera revisión exhaustiva
Desde la década de 1990 se han realizado numerosas investigaciones sobre el sistema de la serotonina, pero hasta ahora no se habían recopilado de forma sistemática. Realizamos una revisión “paraguas” [1] que consistió en identificar y cotejar sistemáticamente las perspectivas generales sobre la evidencia de cada una de las principales áreas de investigación relacionadas con la serotonina y la depresión. Aunque en el pasado se han realizado revisiones sistemáticas de áreas individuales, ninguna ha combinado la evidencia de todas las áreas con este enfoque.

Un área de investigación que incluimos fue la que comparaba los niveles de serotonina y los productos en los que se descompone en la sangre o el líquido cefalorraquídeo. En general, esta investigación no mostró diferencias entre las personas con depresión y las que no la padecían.

Otra área de investigación se ha centrado en los receptores de serotonina, que son proteínas situadas en los extremos de los nervios a los que se une la serotonina, y que pueden transmitir o inhibir los efectos de la serotonina. La investigación sobre el receptor de serotonina que se ha investigado con mayor frecuencia sugirió que no había diferencia entre las personas con depresión y las personas sin depresión, o que la actividad de la serotonina estaba realmente magnificada en las personas con depresión – lo contrario de lo que predecía la teoría de la serotonina.

Las investigaciones sobre el “transportador” de serotonina, es decir, la proteína que ayuda a terminar el efecto de la serotonina (ésta es la proteína sobre la que actúan los ISRS), también sugirieron que, en todo caso, había una mayor actividad de la serotonina en las personas con depresión. Sin embargo, estos resultados se pueden explicar por el hecho de que muchos de los participantes en estos estudios habían utilizado o estaban utilizando antidepresivos.

También analizamos las investigaciones que exploraban si se puede inducir la depresión en voluntarios disminuyendo artificialmente los niveles de serotonina [8]. Dos revisiones sistemáticas realizadas en 2006 [9] y 2007 [10], y una muestra de los diez estudios más recientes (en el momento en que se realizó la investigación actual) descubrieron que disminuir la serotonina no producía depresión en cientos de voluntarios sanos. Una de las revisiones mostró pruebas muy débiles de tener efecto en un pequeño subgrupo de personas con antecedentes familiares de depresión, pero esto sólo involucró a 75 participantes.

Estudios muy amplios en los que participaron decenas de miles de pacientes analizaron la variación genética, incluyendo el gen que contiene las instrucciones para fabricar el transportador de serotonina. No encontraron diferencias en la frecuencia de diferencias en este gen entre las personas con depresión y los controles sanos.

Aunque un famoso estudio inicial [11] halló una relación entre el gen transportador de serotonina y los acontecimientos vitales estresantes, estudios más amplios y completos sugieren que no existe tal relación. Sin embargo, los acontecimientos vitales estresantes en sí mismos ejercían un fuerte efecto sobre el riesgo posterior de desarrollar depresión.

Algunos de los estudios incluidos en nuestra revisión, que inscribieron a personas que tomaban o habían tomado anteriormente antidepresivos aportaron evidencia de que los antidepresivos pueden realmente disminuir la concentración o la actividad de la serotonina.

La evidencia no apoya esta teoría
La teoría de la serotonina en la depresión ha sido una de las teorías biológicas más influyentes y ampliamente investigadas sobre los orígenes de la depresión. Nuestro estudio demuestra que este punto de vista no está respaldado por la evidencia científica. También cuestiona las bases científicas para usar antidepresivos.

Se supone que la mayoría de los antidepresivos disponibles actúan sobre la serotonina. Algunos también afectan a la noradrenalina. Pero los expertos coinciden en que las pruebas que implican a la noradrenalina en la depresión son más débiles que las de la serotonina [12].

No existe ningún otro mecanismo farmacológico aceptado que explique el efecto de los antidepresivos en la depresión. Si los antidepresivos ejercen sus efectos como placebos, o adormeciendo las emociones, entonces no está claro que hagan más bien que mal.

Aunque considerar la depresión como un trastorno biológico puede parecer que reduciría el estigma, de hecho, las investigaciones han demostrado lo contrario, y también que las personas que creen que su propia depresión se debe a un desequilibrio químico son más pesimistas sobre sus posibilidades de recuperación.

Es importante que la gente sepa que la idea de que la depresión se debe a un “desequilibrio químico” es hipotética. Y desconocemos el efecto que tiene en el cerebro la elevación temporal de la serotonina u otros cambios bioquímicos producidos por los antidepresivos. Concluimos que es imposible afirmar que tomar antidepresivos ISRS merezca la pena, o incluso que sea completamente seguro.

Si está tomando antidepresivos, es muy importante que no deje de hacerlo sin hablar antes con su médico. Pero la gente necesita toda esta información para tomar decisiones informadas sobre si tomar o no estos fármacos.

Referencias

  1. Moncrieff, J., Cooper, R.E., Stockmann, T. et al. The serotonin theory of depression: a systematic umbrella review of the evidence. Mol Psychiatry (2022). https://doi.org/10.1038/s41380-022-01661-0
  2. Marsden J, White M, Annand F, Burkinshaw P, Carville S, Eastwood B, Kelleher M, Knight J, O’Connor R, Tran A, Willey P, Greaves F, Taylor S. Medicines associated with dependence or withdrawal: a mixed-methods public health review and national database study in England. Lancet Psychiatry. 2019 Nov;6(11):935-950. doi: 10.1016/S2215-0366(19)30331-1. Epub 2019 Oct 3. PMID: 31588045; PMCID: PMC7029276.
  3. Lacasse JR, Leo J (2005) Serotonin and Depression: A Disconnect between the Advertisements and the Scientific Literature. PLoS Med 2(12): e392. https://doi.org/10.1371/journal.pmed.0020392
  4. Pies, RW. Psychiatry’s New Brain-Mind and the Legend of the “Chemical Imbalance”. Psychiatric Times, 11 de julio de 2011 https://www.psychiatrictimes.com/view/psychiatrys-new-brain-mind-and-legend-chemical-imbalance
  5. Harmer CJ, Duman RS, Cowen PJ. How do antidepressants work? New perspectives for refining future treatment approaches. Lancet Psychiatry. 2017 May;4(5):409-418. doi: 10.1016/S2215-0366(17)30015-9. Epub 2017 Jan 31. PMID: 28153641; PMCID: PMC5410405.
  6. Jakobsen JC, Gluud C, Kirsch I Should antidepressants be used for major depressive disorder? BMJ Evidence-Based Medicine 2020;25:130.
  7. Sansone RA, Sansone LA. SSRI-Induced Indifference. Psychiatry (Edgmont). 2010 Oct;7(10):14-8. PMID: 21103140; PMCID: PMC2989833.
  8. Young SN. Acute tryptophan depletion in humans: a review of theoretical, practical and ethical aspects. J Psychiatry Neurosci. 2013 Sep;38(5):294-305. doi: 10.1503/jpn.120209. PMID: 23428157; PMCID: PMC3756112.
  9. Fusar-Poli P, Allen P, McGuire P, Placentino A, Cortesi M, Perez J. Neuroimaging and electrophysiological studies of the effects of acute tryptophan depletion: a systematic review of the literature. Psychopharmacology (Berl). 2006 Oct;188(2):131-43. doi: 10.1007/s00213-006-0493-1. Epub 2006 Aug 17. PMID: 16915379.
  10. Ruhé HG, Mason NS, Schene AH. Mood is indirectly related to serotonin, norepinephrine and dopamine levels in humans: a meta-analysis of monoamine depletion studies. Mol Psychiatry. 2007 Apr;12(4):331-59. doi: 10.1038/sj.mp.4001949. Epub 2007 Jan 16. PMID: 17389902.
  11. Caspi A, Sugden K, Moffitt TE, Taylor A, Craig IW, Harrington H, McClay J, Mill J, Martin J, Braithwaite A, Poulton R. Influence of life stress on depression: moderation by a polymorphism in the 5-HTT gene. Science. 2003 Jul 18;301(5631):386-9. doi: 10.1126/science.1083968. PMID: 12869766.
  12. Cowen, Phil, ‘Neuroendocrine and Neurochemical Processes in Depression’ in Robert J. DeRubeis, and Daniel R. Strunk (eds) The Oxford Handbook of Mood Disorders, Oxford Library of Psychology 2017; https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780199973965.013.17,
creado el 12 de Febrero de 2023