Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.
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A principios de 2023, un centro regional de farmacovigilancia francés notificó un caso de esofagitis en un paciente de 64 años que estaba tomando clindamicina por vía oral —un antibiótico— para tratar una infección ósea. Tres días después de comenzar el tratamiento, experimentó una sensación de ardor en el estómago que empeoraba después de las comidas. Una endoscopia descubrió esofagitis en el tercio medio del esófago, una hernia hiatal y gastritis. Después de reemplazar la clindamicina oral por una fórmula inyectable y empezar a administrar un inhibidor de la bomba de protones, los problemas se aliviaron en ocho días [1].
En 2021, se publicó otro caso clínico: un hombre de 66 años que había recibido una prescripción de clindamicina después de un procedimiento dental. Tras ingerir una cápsula de 300 mg de clindamicina, sintió que se había atorado en su garganta. Experimentó dolor de garganta intenso, así como disfonía. Tosió y bebió agua durante casi una hora y logró escupir una pequeña parte de la cápsula. Una endoscopia gastrointestinal alta, junto con una laringoscopia, descubrieron inflamación de las mucosas con úlceras en diferentes tramos de la laringe y la faringe. Una nueva laringoscopia dos meses después mostró que las lesiones habían remitido [2].
Las úlceras esofágicas y la esofagitis son efectos adversos conocidos de la clindamicina administrada por vía oral [1]. El contacto directo y prolongado con la mucosa esofágica provoca quemaduras relacionadas con su pH ácido. Existen factores que predisponen a la aparición de estas lesiones, como tomar clindamicina con poco líquido o justo antes de acostarse, y el peristalismo esofágico reducido, en algunos casos asociado a medicamentos como las benzodiacepinas. El contacto prolongado con la laringe después de la aspiración también es una posibilidad que se debe considerar [1-3].
Existen otros medicamentos que acarrean un riesgo de úlceras esofágicas por el contacto directo con la mucosa, por ejemplo, los bisfosfonatos, las tetraciclinas (en particular la doxiciclina), los antiinflamatorios no esteroides (AINE), las tabletas de cloruro de potasio, el dabigatrán (Pradaxa) y el hierro [3].
En la práctica, es importante informar a los pacientes cómo deben tomar la clindamicina por vía oral y animarlos a buscar atención médica sin demora si experimentan dolor retroesternal o disfagia. Esto es muy importante ya que, desde mediados de 2023, el prospecto de la clindamicina le da muy poca atención a este problema, a diferencia del de la doxiciclina, por ejemplo.
Referencias