La asociación del fabricante alemán de vacunas de ARNm, BioNTech, con las instalaciones de fabricación de vacunas en Ruanda, Senegal y Sudáfrica respaldarán la ambición que tiene la Unión Africana de producir el 60% de las vacunas que necesita el continente para el año 2040, según declaró la empresa, en la Cumbre Mundial de la Salud.
Sin embargo, Ayoade Alakija, excoordinadora humanitaria principal de Nigeria y embajadora en la Cumbre Mundial de la Salud, advirtió que África necesita contar con una “fabricación integral, de principio a fin” y no un “modelo de copiar y pegar”.
“Lo que realmente importa son las asociaciones. Nadie puede hacerlo solo”, recalcó Sierk Potting, de BioNTech. “Lo que estamos intentando establecer ahora mismo, con los socios que están alrededor de la mesa, y en Ruanda en África, es un primer paso hacia una verdadera fabricación en África”.
A pesar de las limitaciones de la cuarentena pandémica, BioNTech tardó poco más de un año, desde la conceptualización de una instalación modular para la producción de vacunas de ARNm en Ruanda, en marzo de 2020, hasta el inicio de la construcción en dicho país, en junio de 2021, dijo Potting en una sesión organizada por la Asociación para la Fabricación de Vacunas en África (PAVM o Partnership for African Vaccine Manufacturing).
La PAVM se inició en abril de 2021 y es un componente clave de la ambición que tiene la Unión Africana de ampliar la producción local de vacunas. En la actualidad, menos del 1% de las vacunas que se administran en el continente se fabrican localmente, lo cual contribuyó a que el continente fuera el último en recibir las vacunas contra la covid-19 durante la pandemia.
“Tenemos que empezar a construir esto o, de lo contrario, volveremos a tener otra pandemia y no sucederá nada”, afirmó Potting, añadiendo que la fabricación local en África es necesaria y factible a través de asociaciones con organizaciones como la Unión Africana y el Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades (Africa CDC o African Centre for Disease Control and Prevention).
Emile Bienvenu, director general de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Ruanda, destacó el enfoque estratégico de su país para lograr este objetivo, como parte de la PAVM.
“Para crear una industria de vacunas en África es necesario crear un entorno propicio, y los dos objetivos principales para Ruanda son atraer inversionistas y convertirse en un centro regional de producción de vacunas”, declaró.
Bienvenu afirmó que la colaboración de Ruanda con BioNTech ha tenido éxito gracias a cinco factores clave: investigación y desarrollo, marco regulador, cadena de suministro, fabricación y capital humano.
También subrayó la importancia de la Agencia Africana de Medicamentos, la cual está en proceso de establecerse en Ruanda, para impulsar la fabricación de productos farmacéuticos en todo el continente.
No es transferencia de tecnología
Sin embargo, Alakija, que también fue enviada especial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Acelerador del Acceso a las Herramientas contra la covid-19 (ACT-Accelerator) durante la pandemia, alertó sobre el peligro de las cortinas de humo.
“Lo que necesitamos en África es una fabricación integral”, afirmó. “No necesitamos un modelo de copiar y pegar que sirva de apaciguamiento para mantener a África conforme”, en referencia al enfoque modular autónomo que BioNTech ha enviado a los países africanos para poner en marcha una instalación de producción, y que ha promovido como una forma eficaz de poner en marcha la fabricación en la región.
“Así no funciona la transferencia de tecnología”, declaró Alakija a Health Policy Watch en una entrevista posterior al panel. “No debemos endulzar las cosas: el debate no debe consistir en infantilizar a África, sino en descolonizarla”.
Históricamente, el continente ha fabricado vacunas, pero la ineficacia, la corrupción y la falta de inversión han hecho que el continente dependa del norte global para la vigilancia de enfermedades y las herramientas de respuesta, criticó Alakija durante el panel.
“En África hemos tenido problemas de gobernanza, los cuales deberían discutirse primero dentro de casa, antes de hacer públicos planes audaces como los que se han expuesto hoy en el panel”, dijo en la sesión.
Basta de manipular psicológicamente al pueblo africano
Alakija también cuestionó la ilusión de que se trata de un camino sin fisuras hacia la equidad de las vacunas en África, señalando las notorias realidades de los problemas de adquisición de vacunas que se observaron durante la pandemia de covid, y que aún no se han abordado de forma sistemática.
“África quería hacer compras conjuntas, pero BioNTech y Pfizer no querían vendernos”, señaló, recordando el fracaso de los esfuerzos del Fideicomiso Africano para la Adquisición de Vacunas (AVAT o African Vaccine Acquisition Trust) por hacer compras al por mayor de vacunas contra la covid, poco después de que estas se comercializaran en los países desarrollados.
“Estoy sentada aquí (en este panel) ligeramente frustrada porque algunas de las cosas que estoy oyendo casi parecen manipulación psicológica”.
“Si el dinero es poder, ¿el norte global, con su historial de acaparamiento de vacunas durante la pandemia de covid, estaría realmente dispuesto a perder su controvertido baluarte en un mercado de vacunas valorado en US$5.000 millones?”, preguntó Alakija.
“Por eso todos deberíamos aprender geopolítica, porque hasta que no tengamos la gobernanza adecuada, la mala gobernanza en África beneficiará a los países de ingresos altos”.
Alakija también cuestionó el énfasis que se pone en la fabricación de vacunas, sugiriendo que centrarse en la infraestructura para la salud puede ser una prioridad más importante. “Esto supone un despilfarro de dinero: en cambio deberíamos estar invirtiendo en nuestros sistemas de salud”.
Compromiso a largo plazo
Reflexionando sobre la PAVM y el ejemplo de Ruanda, Marie-Ange Saraka-Yao, de la plataforma mundial de vacunas Gavi, recalcó la importancia de hacer un esfuerzo sostenido y a largo plazo para fortalecer la fabricación de vacunas en África.
Saraka-Yao también subrayó la necesidad de adecuar el suministro a las necesidades reales, señalando el descenso de la demanda de vacunas contra la covid.
“Tenemos que encontrar un equilibrio tanto en la calidad del producto como en el precio”, añadió, refiriéndose a la reciente controversia en Sudáfrica, cuando el gobierno optó por adquirir su vacuna contra el neumococo al fabricante indio Serum Institute of India, en lugar de hacerla localmente, porque la licitación con India era más asequible.
También presentó el nuevo instrumento financiero que Gavi está diseñando: el Acelerador Africano de la Fabricación de Vacunas (AVMA o African Vaccine Manufacturing Accelerator), cuyo objetivo es proporcionar apoyo para la adquisición sostenible y la fabricación de vacunas a largo plazo en el continente, como reconocimiento de los grandes costes iniciales a los que se enfrentan los nuevos fabricantes africanos de vacunas.
“Realmente se trata de apoyar a los fabricantes para que entren en este mercado, para que sean capaces de producir al menos 700 millones de dosis al año y a largo plazo”, afirmó.