Prescripción
Opioides y benzodiacepinas. Prescripción accidentalmente mortal (The accidental deadly drug prescription)
Leana S. Wen
WSJ, 30 de marzo de 2016
Traducido por Salud y Fármacos
Muchos médicos ignoran que la combinación de un medicamento como el Valium o Xanax y un opioide, podría ser fatal. Mi paciente era un estudiante universitario que llegó a la sala de emergencias tras un pequeño accidente automovilístico. Aunque el scan no mostraba fracturas de la columna vertebral, tenía mucho dolor de cuello y espasmos. Instintivamente, le receté Percocet para el dolor y Valium para los espasmos musculares. Pero yo entonces no sabía lo que sé ahora: Estos dos fármacos, tomados conjuntamente, pueden interactuar y a mi paciente le costó la vida.
Los opiodes, incluyendo las recetas de Percocet y OxyContin, así como su forma ilícita, la heroína, están siendo más vigilados. El número de estadounidenses que mueren por sobredosis de opiáceos se ha cuadruplicado en la última década, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esta semana, el presidente Obama se unió a los funcionarios de salud y defensores de los pacientes para dar a conocer esta creciente epidemia. Los médicos y el público, sin embargo, no son conscientes de la amenaza que plantea la interacción de opioides con otro fármaco frecuentemente prescrito.
Las benzodiacepinas, que la mayoría de los estadounidenses conocen como Xanax o Valium, suelen utilizarse para tratar la ansiedad o el insomnio. Pero cuando se combinan con los opiáceos, como a menudo se hace, pueden suprimir el instinto de respirar, aumentar la somnolencia y causar la muerte. En 2010, en los EE UU, las benzodiazepinas estaban presentes en una de cada tres muertes por sobredosis no intencional por opioides de venta con receta, según el sistema national de estadísticas vitales. Los datos del Departamento de Salud de Maryland muestran que más del 70% de las muertes en el estado que estaban asociadas a las benzodiacepinas también involucraban a los opioides de prescripción.
A pesar de este peligro, los médicos prescriben ambos fármacos a un ritmo creciente. Los CDC informaron que en 2012 se escribieron más de 259 millones de recetas de opioides en los EE UU, más de una por adulto. Ese año se emitieron cerca de 40 recetas de benzodiazepinas por cada 100 estadounidenses. Según otro estudio federal, los ingresos hospitalarios de pacientes con adicción combinada a opiáceos y benzodiacepinas han aumentado en un 569% en 10 años,
¿Por qué los médicos siguen prescribiendo esta combinación mortal? En parte, porque eso es lo que se les enseña. Cuando estaba en la facultad de medicina en la década de 2000, aprendí a tratar el dolor muscular y los espasmos con ambos medicamentos, opioides y benzodiacepinas, por lo que habitualmente los receto juntos. Un estudio publicado en 2015 en la revista Pain Medicine encontró que uno de cada tres pacientes con dolor crónico tratado con opioides también estaba en tratamiento con benzodiazepinas. Del mismo modo que actué por instinto con mi paciente en la sala de urgencias, los médicos prescriben medicamentos basándose en sus hábitos.
La mayoría de las campañas de educación sobre sobredosis se centran exclusivamente en la epidemia de opiáceos, en parte porque hay un antídoto disponible y fácil de usar: la naloxona. En Baltimore, hemos aumentado su disponibilidad al permitir que todos los residentes, 620.000, puedan obtener una receta de naloxona sin que se le hagan preguntas. El año pasado, se realizaron más de 8.000 cursos de formación en zonas de alto riesgo, como las cárceles y mercados públicos, donde demostramos como se utiliza este medicamento que salva vidas.
Del mismo modo, la educación de los médicos se ha centrado en mejorar el seguimiento de las recetas de opiáceos, en lugar de disminuir su uso con benzodiazepinas. Sin embargo, dada la creciente evidencia científica y epidemiológica acerca de esta combinación mortal, los médicos deben ajustar sus prácticas. Pero ¿no deberían saber que combinar estos fármacos es peligroso? Por desgracia las cifras sugieren que no lo saben.
El mes pasado, codirijí una coalición de más de 40 comisionados y directores estatales de salud que envió una petición instando a la FDA a exigir una “advertencia de caja negra”, que es la advertencia más severa que utiliza la agencia para comunicar riesgos, para indicar el peligro de administrar opiáceos y benzodiacepinas conjuntamente. Tal advertencia llamaría la atención sobre el peligro de tomar estos medicamentos al mismo tiempo. Miles de expertos en salud, incluyendo funcionarios, académicos, investigadores, médicos y ciudadanos firmaron nuestra petición.
Los estudios demuestran que las advertencias de caja negra cambian la forma en que los médicos prescriben medicamentos potencialmente peligrosos. A mediados de los 2000, se incluyó una caja negra en el etiquetado/ficha técnica de un antidepresivo que se había asociado al suicidio de pacientes jóvenes. Esto conllevó un descenso del 22% en recetas, según un estudio publicado en el American Journal of Psychiatry. Los médicos escucharon la advertencia y cambiaron sus prácticas.
La FDA recientemente ha propuesto la inclusión de una advertencia de caja negra en los opiáceos. Es un paso positivo: 44 personas mueren cada día por sobredosis de opiáceos de venta con receta. Sin embargo, mientras que un tercio de esas muertes se asociaron a una combinación accidental con las benzodiazepinas, la nueva advertencia de la FDA no menciona los peligros de la combinación de ambos fármacos.
Cuando reflexiono sobre mi forma de trabajar, me pregunto cuántas muertes mis colegas y yo podríamos haber causado inadvertidamente-y cuántas podríamos haber evitado de haber sabido los peligros potenciales de prescribir esta asociación de medicametnos. Es un pensamiento angustioso que debería estimular a los médicos a cambiar sus prácticas de prescripción y a los pacientes a mirar dentro de sus botiquines.
El Dr. Wen es médico de urgencias y el comisionado de salud de la ciudad de Baltimore.