Políticas
Estados Unidos y Canadá
EE UU. Repensando el uso de medicamentos en el tratamiento de la adicción a opioides (Rethinking the use of medication in opioid addiction treatment)
PBS, 6 de abril de 2016
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Traducido por Salud y Fármacos
En California y en otros lugares, los proveedores de tratamiento para adictos a las drogas han confiado durante décadas en abstinencia y terapia. En los últimos años, se han pasado a promover los medicamentos.
Ante una epidemia de opiáceos que va empeorando y el aumento del número de muertes por sobredosis, los responsables están recurriendo a los medicamentos.
La semana pasada el presidente Barack Obama dijo que asignaría más dinero para que los estados puedan ampliar el acceso a los medicamentos. También propuso que los médicos puedan prescribir a más pacientes uno de los fármacos más efectivos contra las adicciones, la buprenorfina.
California ya tiene previsto ampliar el acceso a los medicamentos, y ha lanzado una reforma al programa de tratamiento de las adicciones en residentes de bajos ingresos. El estado recientemente se embarcó en un proyecto piloto de cinco años con la premisa de que la adicción es una enfermedad crónica y debe ser tratada como tal.
Mientras no todos tienen que utilizar medicamentos, para algunas personas con adicción severa pueden ser críticos, dijo Marlies Pérez, jefe de la división de cumplimiento del tratamiento para adicciones del Departamento de Servicios de Salud del Estado. Los medicamentos, dijo, “se han demostrado que son el estándar de oro para realmente ayudar a las personas a recuperarse”.
El medicamento más conocido, metadona, bloquea el efecto de ciertos medicamentos y disminuye los síntomas de abstinencia. Está muy regulado y sólo puede recetarse en las clínicas que tienen la aprobación del gobierno. La buprenorfina, que puede prescribirse en los consultorios médicos, produce los mismos efectos que los opiáceos pero más suaves a la vez que reduce los síntomas de abstinencia. Otro medicamento de venta con receta, naltrexona, bloquea el efecto de los opiáceos.
Los medicamentos están disponibles en todo el país, pero solo los médicos con entrenamiento especial pueden recetarlos. Sólo hay unos 30.000 médicos autorizados en todo el país, y sólo los pueden prescribir a un número limitado de pacientes.
La propuesta de Obama permitiría a que los médicos calificados pudieran prescribir buprenorfina a 200 pacientes, frente a los 100 que pueden tratar ahora. Esto podría cambiar mucho las cosas en California, dijo Pérez. El estado también está tratando de vincular mejor los centros de tratamiento con los médicos entrenados para prescribir, para que los médicos puedan hacer interconsultas sobre las opciones de tratamiento para sus pacientes. “No todos los médicos, incluso en el campo de las adicciones, tienen ese conocimiento clínico” dijo ella.
Según los expertos, el uso de medicamentos en el tratamiento es incompatible con la filosofía de Narcóticos Anónimos y con la estrategia de los 12 pasos para recuperarse de la adicción, pues se basa en la abstinencia. Para muchos, la simple abstinencia no funciona.
“Uno esperaría que con sólo hablar con alguien, podrían recuperarse de su problema con las drogas”, dijo James Sorensen, profesor de la Universidad de California en San Francisco y director interino del programa de abuso de sustancias y adicciones en el hospital Zuckerberg General de San Francisco. “La realidad es que simplemente no es eficiente, por lo que buscamos otras alternativas”.
La medicación, basado en la evidencia disponible, es uno de los tratamientos más exitosos y ampliar el acceso debería tener un gran impacto en las personas con trastornos por abuso de sustancias, dijo John Connolly, director adjunto para la prevención y control del abuso de sustancias para el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles . Sin embargo, advirtió que el medicamento debe usarse junto con los métodos de tratamiento más tradicionales.
“El medicamento tiene un efecto tremendo, pero es más impactante cuando se prescribe con la orientación necesaria y los apoyos sociales”, dijo.
Stephen Kaplan, director de los servicios de rehabilitación y problemas de salud relacionados con el comportamiento para el condado de San Mateo, dijo que el condado ha aumentado el uso de medicamentos. Hace aproximadamente dos años, el condado comenzó un proyecto piloto para recetar naltrexona a las personas con alcoholismo severo que no habían respondido al tratamiento tradicional.
El medicamento reduce el deseo y la cantidad de alcohol que bebe la gente, dijo Kaplan. El condado recientemente comenzó a ampliar el proyecto para incluir a las personas con problemas de adicción a opiáceos.
Kaplan dijo que respeta a los proveedores que creen que la sustitución de una droga por otra no es verdadera recuperación. Pero desde un punto de vista de política, dijo Kaplan, los medicamentos son eficaces y deben estar más integrados en la recuperación global de las personas con trastornos por abuso de sustancias.
“Tenemos que poner a su disposición todas las opciones posibles”, dijo.
Pérez, del Departamento de Servicios de Salud del Estado, dijo que cree que el enfoque de Obama sobre la epidemia de opiáceos – y su reconocimiento de que es una enfermedad y no un problema moral – ayuda a reducir el estigma.
“Eso ayuda mucho para que la gente tome la iniciativa y busque tratamiento”, dijo.
Kaiser Health News es un programa editorialmente independiente de la Fundación J. Henry Kaiser Family Foundation, una organización sin fines de lucro, no partidista, de investigación en políticas de salud y comunicación, que no está afiliada con Kaiser Permanente. Puede ver el informe original en su sitio web.