Catalogándolo de defectuoso e incompleto y aparentemente amenazados por su contenido, un importante grupo de empresarios estadounidenses y de especialistas en propiedad intelectual (IP) del gobierno de EE UU están haciendo lo posible por limitar el impacto del reciente informe de Naciones Unidas que incluye recomendaciones para enfrentar un problema de varias décadas: asegurar que la población tiene acceso a medicamentos protegidos por patentes a precios asequibles sin poner en peligro la innovación. ¿Un primer paso en la lucha contra el informe de la ONU? Cambien el discurso en Ginebra y en otros lugares.

En diciembre, durante un evento en la Cámara de Comercio de EE UU, Ashley Mergen, gerente senior del Centro de Propiedad Intelectual de la Cámara Global (GIPC) solicitó a los participantes que se opusieran al informe del Panel de Alto Nivel de la ONU que se publicó en septiembre pasado (IPW, Naciones Unidas, 14 de Septiembre de 2016). Dijo que contiene “muchos” errores de procedimiento, y que desde que se concluyó en otoño pasado, documentando que los derechos de propiedad intelectual interfieren con el acceso a medicamentos porque no son asequibles, los activistas han estado “trabajando para exportar estos principios a otros grupos de simpatizantes de Nueva York, Nueva Delhi, Brasilia, Yakarta, Pretoria, y la lista continua”.