Cuarenta y cinco estados y el Departamento de Justicia afirman que se han fijado los precios de los medicamentos genéricos y que la presunta colusión puede haber costado a los negocios y consumidores de EE UU más de US$1.000 millones.

En su demanda, los fiscales dicen que cuando las farmacias preguntaron cuál era el precio más bajo a los fabricantes de medicamentos, los fabricantes manipularon el proceso de licitación.

“Las compañías acordaban por adelantado quién obtendría el precio más bajo y luego los otros competidores darían lo que nosotros llamaríamos una oferta de cobertura” (la segunda oferta), dice Michael Cole, que dirige el departamento antimonopolio en la oficina del fiscal general de Connecticut. (Estas ofertas dan la apariencia de ser una oferta competitiva).

A través de citaciones, el equipo de Cole ha reunido millones de mensajes de texto, correos electrónicos y llamadas telefónicas que ocurrieron entre 2012 y 2015. Los fiscales dicen que los registros muestran que los ejecutivos se repartían los clientes, establecían precios y daban la apariencia de que los productos farmacéuticos genéricos se negociaban en un mercado abierto y justo.

Debido a este esquema de fijación de precios, dicen los fiscales, aumentaron las primas y los copagos de los seguros de salud. También dicen que los programas financiados con impuestos como Medicare y Medicaid gastan más en medicamentos.

Hasta el momento, dos ejecutivos de Heritage Pharmaceuticals se han declarado culpables de crímenes antimonopolio. Ambos ahora están suministrando información a los fiscales que los acusan de haber manipulado los precios de, entre otros medicamentos, el antibiótico de uso frecuente doxiciclina, cuyo precio aumentó hasta 8.000%.

“En la medida en que los contribuyentes hayan pagado esa factura, creo que los contribuyentes deberían recuperarlo. Y nos involucraremos en el proceso civil y recuperaremos los daños y perjuicios al gobierno de EE UU”, dijo Makan Delrahim, jefe de la división antimonopolio del Departamento de Justicia, en un seminario.

El hecho de que el Departamento de Justicia esté involucrado ha llamado la atención de los abogados de demandas colectivas.

Jason Dubner, abogado de Butler, Rubin, Saltarelli & Boyd, dice que las acusaciones son tan enormes que los precios de toda la industria de los genéricos podrían haberse visto afectados. “Empiezas a entender cuán extendida está esta supuesta conspiración para cubrir tantos variedades de tratamientos”, dice.

Las firmas de abogados que se especializan en demandas colectivas ya han identificado hasta 80 compañías que pueden haber pagado demasiado, incluyendo farmacias minoristas, sindicatos de empleados y las compañías de seguros. Dubner predice que se unirán más a medida que avance la demanda, tal vez incluso usuaraios individuales.

Los fabricantes farmacéuticos mencionados en la demanda no quisieron hacer comentarios o negaron las acusaciones, diciendo que tienen un sólido programa de cumplimiento.

Ronny Gal, un analista de mercado de Sanford Bernstein, dice que, en promedio, la industria de medicamentos genéricos ha reducido los precios para los consumidores. Pero, dice que, en un mercado eficiente, los mayoristas de medicamentos genéricos deberían haber mantenido los precios bajo control.

“En un mercado que tiene solo tres o cuatro organizaciones de distribución realmente grandes, a veces se sienten tentados a maximizar sus propias ganancias de forma que no siempre reflejan al 100% el mejor interés de sus clientes”, dice Gal.

Esto es lo que los investigadores están analizando ahora. En su demanda sugieren, pero no alegan, que la conspiración para fijar los precios también involucró a los distribuidores de medicamentos. Los fiscales están enviando más citaciones y planeando una nueva demanda.

“Podrían involucrar a más fabricantes de genéricos, podrían ser más medicamentos, podrían incluir a más entidades de la cadena de distribución. Podría ser todo eso”, dice Cole, de la oficina del fiscal general de Connecticut.

Un portavoz de McKesson, uno de los mayores distribuidores de genéricos, dijo que la compañía está cooperando con las solicitudes de información de los fiscales y que compite agresivamente por el precio más bajo disponible.

En base a lo que consta en la demanda actual, Gal estima que un acuerdo final estaría cerca de US$1.000 millones. Pero aclara que esa cantidad podría llegar a los US$5.000 millones, sobre todo si se incluyen más medicamentos.