Solicitudes y Retiros del Mercado
Difenhidramina. Adiós, difenhidramina. Es hora de retirar el antiguo antihistamínico (Goodbye, Benadryl. It’s time to retire the old-line antihistamine)
Roy Benaroch
Medpage Today, 13 de febrero de 2020
https://www.medpagetoday.com/blogs/kevinmd/84872
Traducido por Salud y Fármacos
A veces, las viejas ideas y los tratamientos que llevan mucho tiempo en el mercado siguen siendo los mejores. Lo más nuevo no siempre es lo mejor. Excepto en el caso de uno de nuestros antihistamínicos más antiguos, la difenhidramina (entre los que se incluye el Benadryl). Es hora de retirar ese medicamento del mercado y evitar que se vuelva a usar.
La difenhidramina se introdujo en el mercado en 1946. En esa época, los medicamentos como la difenhidramina no tenían que superar los estándares de seguridad y eficacia que se requieren ahora. Hoy en día no se habría aprobado como medicamento de venta libre. Es más, si se aprobara como medicamento de venta con receta, su etiqueta incluiría muchas advertencias.
Ahora bien, la difenhidramina todavía es útil para ciertos usos específicos. Es el único antihistamínico comúnmente disponible que se puede usar por vía intramuscular o intravenosa. Es útil cuando se presentan reacciones extrapiramidales y (tal vez) en casos de mareo causado por el movimiento y como sedante. (Aunque, sinceramente, hay mejores opciones). De lo que estoy hablando aquí es del uso más frecuente de la difenhidramina, como antihistamínico para tratar los síntomas de la alergia. Para este uso, es una mala elección.
El Benadryl no es seguro
La difenhidramina causa una sedación importante. Un estudio realizado en un simulador de conducción mostró como una dosis normal de difenhidramina para adultos provocaba que la conducción de vehículos fuera peor que con un nivel de alcohol en la sangre de 0.1% (eso equivale a estar borracho). Las dosis de difenhidramina que se utilizan frecuentemente también pueden causar retención urinaria, mareos, problemas de coordinación, boca seca, visión borrosa y estreñimiento. Especialmente entre las personas mayores, la difenhidramina puede causar delirio y a largo plazo contribuir a la demencia.
En caso sobredosis, la difenhidramina se convierte en muy peligrosa. Ha causado depresión respiratoria, coma, arritmias cardíacas y muerte, en niños y adultos, aun cuando las dosis no fueran súper altas. No es algo para tener en casa si tiene niños que se dediquen a explorar o adolescentes que puedan utilizar cualquier cosa que encuentren en el botiquín, o hay alguna persona que ya esté haciendo malabares para consumir varias píldoras. Combinar difenhidramina con cualquier otro anticolinérgico es un problema, y esto incluye a muchos medicamentos de uso frecuente, incluyendo muchos para afecciones comunes como vejiga hiperactiva, EPOC y síndrome del intestino irritable.
Las alternativas más recientes son mucho más seguras
Los antihistamínicos de nueva generación se introdujeron en la década de 1980. Al principio, requerían receta y eran muy caros; ahora, los mejores de esta clase son baratos, genéricos y de fácil acceso sin receta.
Estos medicamentos se desarrollaron para abordar las graves preocupaciones de seguridad de la difenhidramina y otros antihistamínicos más antiguos. No cruzan la “barrera hematoencefálica”, causan una sedación mínima o nula y no tienen tantos efectos secundarios. Además, aunque se tomen sobredosis masivas, no son muy peligrosos. Una revisión reciente [1] citó que nunca ha habido una muerte, ni siquiera consumiendo 30 veces la dosis recomendada.
Las alternativas más nuevas son más efectivas, actúan más rápido y duran más
En caso de reacción alérgica grave, queremos un tratamiento que sea rápido y efectivo. Tenga en cuenta que, en caso de anafilaxia, la reacción alérgica más grave, los antihistamínicos NO son el tratamiento de primera línea. Cualquier persona que experimente una reacción anafiláctica, que puede incluir la pérdida de conciencia, problemas para respirar, urticaria generalizada y enrojecimiento, debe recibir epinefrina inyectable de inmediato y sin dudarlo. La epinefrina nunca debe retrasarse mientras se busca o prepara un antihistamínico. Los antihistamínicos no salvan vidas. La epinefrina sí.
Pero para las reacciones alérgicas más leves, como la urticaria simple, un antihistamínico es una buena idea. Y algunos médicos todavía prefieren la difenhidramina, porque están muy familiarizados. Pero los medicamentos más nuevos son mucho más efectivos. Actúan más rápidamente, son más efectivos para controlar los síntomas y duran mucho más, por lo que es menos probable que reaparezcan los síntomas. Y, dado que los efectos secundarios son mínimos, los médicos pueden recetar de manera segura pautas de tratamiento con hasta cuatro veces las dosis etiquetadas para indicaciones específicas (esto se ha estudiado ampliamente). Para el uso de rutina, siga las instrucciones de la etiqueta: hable con su médico si eso no funciona o si cree que necesita una dosis más alta.
El Benadryl y sus medicamentos genéricos (difenhidramina y muchos medicamentos combinados) son muy populares, y muchos médicos y enfermeras los siguen recomendando para las alergias. Sospecho que esto es solo hábito e inercia. Ninguna guía reciente de EE UU o internacional recomienda difenhidramina como tratamiento de primera línea para las afecciones alérgicas (incluyendo la rinitis alérgica y la urticaria). No estamos en 1946. Ha llegado el momento de que Benadryl se retire del mercado.
Referencias