Salud y Fármacos is an international non-profit organization that promotes access and the appropriate use of pharmaceuticals among the Spanish-speaking population.
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Los investigadores que tratan pacientes, e incluso los que trabajan en centros donde se hacen ensayos clínicos, tienen el sesgo de pensar que los ensayos clínicos son de gran valor y pueden beneficiar a sus pacientes. Se reconoce que el interés del médico en la salud del paciente debe prevalecer sobre la recopilación de datos, pero no siempre se logra. Hutchison [1] dice que una alternativa es que otro médico de la misma especialidad que no guarde relación con el paciente se responsabilice de la toma de consentimiento informado, y que el consentimiento informado incluya una explicación de los conflictos de interés del médico-investigador.
La pregunta de si el médico tratante puede inscribir a sus propios pacientes se ha discutido mucho, y no todos los bioeticistas están de acuerdo en la separación de estos dos roles, porque podría atrasar el proceso de investigación.
Según Hutchison [1] una de las estrategias que puede contribuir a mitigar el sesgo de los establecimientos de salud y de los médicos investigadores a inscribir participantes es aumentar el número de miembros de los Comités de Ética en Investigación que son externos a los establecimientos de salud en donde se ubican (en EE UU se ha propuesto que sean al menos el 25%). También se ha sugerido otras opciones como ofrecer cursos para explicar en qué consisten los ensayos clínicos a los posibles participantes, incluir a un defensor del paciente en la toma del consentimiento informado, y contratar a médico independiente para que valore la historia clínica del posible participante y determine si debería inscribirse en el experimento. Hutchison considera que la última estrategia podría ser la más útil.
Referencia