En noviembre de 2020, la Red Global de Periodismo de Investigación (GIJN, por sus siglas en inglés) publicó una guía para periodistas que quieren investigar asuntos relacionados con la salud y la medicina, titulada “Investigación periodística en salud y medicina” [1]. Esta guía proporciona a los lectores el conocimiento básico necesario para analizar la calidad de las evaluaciones de medicamentos y dispositivos médicos e identificar casos de negligencia y posible corrupción. Sus autoras, Catherine Riva y Serena Tinari, son periodistas que se especializan en la medicina basada en la evidencia; también son cofundadoras de Re-check.ch, una organización de investigación independiente sin fines de lucro que se especializa en el acceso a los datos relacionados con temas de salud.
En el prefacio, las autoras señalan los distintos mensajes que publicaron diferentes científicos durante la pandemia de covid-19, así como las limitaciones de los modelos matemáticos, el exceso de simplificación y, en especial, el exceso de optimismo en se incluyó en los anuncios sobre los tratamientos. A continuación, la guía expone algunos principios para ayudar a los lectores a comprender el desarrollo, la evaluación y las condiciones para aprobar medicamentos y dispositivos médicos. Da algunos consejos para analizar las publicaciones científicas sobre los tratamientos e información básica sobre estadística y metodología para ayudar a los lectores a analizar esas publicaciones e identificar posibles sesgos. También describe las estrategias principales que utilizan las compañías farmacéuticas para ejercer su influencia, tanto sobre el mundo de la medicina como en los medios de comunicación. Dedican un capítulo a la seguridad de los medicamentos.
En cada sección, las autoras destacan las señales de alerta a las que los periodistas deben prestar atención para entender y transmitir la información relacionada con la salud de la mejor manera posible. Por último, la guía ofrece consejos para evitar los riesgos que corren los periodistas cuando investigan estos temas, dependiendo del país implicado. También analiza la trampa del sensacionalismo y las situaciones que pueden poner a prueba la ética del periodista.
Esta guía –minuciosa pero concisa– se dirige principalmente a los periodistas, pero no hay duda de que es de interés para otros lectores. Las 92 páginas están bien diseñadas, son fáciles de leer y tienen mucha información útil; se sugieren varios recursos en línea para los lectores que quieran saber más. La guía está disponible en diferentes idiomas, entre ellos inglés, francés, italiano y español, e incluye un glosario con 32 términos: un recurso útil para dominar o reexaminar algunos conceptos.
Referencia