Derecho

Introducción
A lo largo de la historia, la gente ha intentado influir en otros ofreciendo dinero, bienes o servicios. Si el tráfico de influencias no hubiera tenido tanto éxito, habría desaparecido hace tiempo. Sin embargo, siguiendo los principios darwinianos, ha ido evolucionando, y cada vez es más frecuente, complicado, extremadamente exitoso y, con demasiada frecuencia, perjudicial para las personas que, sin ser conscientes de cómo opera, se convierten en sus víctimas.

El argumento más sucinto a favor de la transparencia en las transacciones financieras que se hacen para influir en el comportamiento se expuso hace más de 100 años, cuando el antiguo juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, Louis Brandeis, dijo: “Se elogia, con razón, a la transparencia como remedio para las enfermedades sociales e industriales. Se dice que la luz del sol es el mejor de los desinfectantes”.

Conclusión
La ley de pagos abiertos (Open Payments) impuesta por el gobierno de EE UU creó una base exhaustiva de datos de acceso público sobre los pagos que realizan las empresas farmacéuticas y de dispositivos médicos a los médicos (y a los hospitales universitarios). Esto permite comparar la información de la base de datos con las declaraciones de conflictos de interés que declaran voluntariamente los mismos profesionales de la salud cuando publican un artículo en una revista médica. Además, un número cada vez mayor de estudios, publicados durante los ocho años transcurridos desde que entró en vigor la ley de pagos abiertos, han demostrado los efectos nocivos de estos conflictos de interés financieros en las decisiones sobre el tratamiento de los pacientes. Desgraciadamente, el Reino Unido, así como muchos países europeos, carecen de leyes que obliguen a revelar este tipo de información. La divulgación obligatoria, aunque no es suficiente en sí misma, puede allanar el camino para hacer otros cambios necesarios.

Entre ellos, la posibilidad de que pacientes y médicos puedan acceder a los detalles sobre los pagos abiertos a cientos de miles de médicos. Además, las revistas médicas y la medicina académica, en general, pueden utilizar esta gran cantidad de información para hacer un mejor el escrutinio de los posibles sesgos de publicación de los autores y para verificar los antecedentes de los profesores, actuales o futuros.

Dado el rápido aumento que ha habido desde 1986 en el número de litigios iniciados por delatores, el acceso a la información sobre pagos ha ayudado a los abogados del departamento de justicia y a los abogados no gubernamentales que representan a los denunciantes a presentar casos meritorios de fraude contra los fabricantes de productos farmacéuticos y dispositivos. Reducir, en la medida de lo posible, estos conflictos de interés financieros que tienen los médicos lograrán que la calidad de los servicios de salud se oriente hacia lo que es mejor para los pacientes, no para los fabricantes de productos farmacéuticos y dispositivos.

Al igual que ocurre con la legislación sobre declaración pública obligatoria de las donaciones de la industria, Europa y el Reino Unido carecen de legislación adecuada para proteger a los delatores, cuyo objetivo es mejorar la aplicación de las leyes, evitando así pérdidas o daños. Los pagos personales de la industria reducen la capacidad de los médicos para tomar decisiones terapéuticas independientes y puede ser perjudicial para los pacientes, lo que aboga fuertemente por terminar con dichos pagos. Dado que la protección de los delatores es fundamental para cualquier lucha contra el fraude, gran parte del cual se produce en el ámbito de la salud, se requiere urgentemente que se ponga más énfasis en exigir el cumplimiento de las sólidas leyes estadounidenses y en fortalecer la protección de los delatores en Europa, el Reino Unido y otros lugares.