Resumen
Este artículo contrapone las estrategias que adoptaron la Universidad de Oxford, por un lado, y el Hospital Infantil de Texas y el Colegio de Medicina Baylor (colectivamente, Texas) por otro, para desarrollar la vacuna covid-19. Texas fue muy elogiada en la prensa y en la literatura académica por usar una estrategia de “código abierto” para el desarrollo de vacunas. Oxford, sin embargo, optó por conceder la licencia de su tecnología de vacunas al fabricante farmacéutico AstraZeneca, y recibió importantes críticas por ello. Sin embargo, la vacuna Oxford llegó a muchas más personas en los países en desarrollo que la vacuna Texas.
Comparamos las experiencias de las dos vacunas, fijándonos en una serie de elementos interrelacionados que contribuyen al éxito de un programa de producción de vacunas, incluyendo no sólo la concesión de licencias de propiedad intelectual (PI), sino también el calendario, la transferencia de tecnología y la movilización de recursos, todo ello en el contexto de las estrategias de financiación imperantes.
Este análisis comparativo ayuda a entender cómo funcionó el ecosistema de la innovación durante la pandemia de covid-19, proporcionando ideas útiles que los responsables políticos y los defensores de este tipo de causas pueden tener en cuenta cuando se preparen para futuras pandemias y otros desafíos a la salud global.