Según una serie de artículos publicados en la revista médica internacional The Lancet, muchas empresas tienen interés comercial en presentar la menopausia como un “problema médico”, colmando a las mujeres de información errónea y dirigiéndolas hacia tratamientos ineficaces.

Los resultados han llevado a destacados médicos e investigadores de EE UU, Reino Unido y Australia a hacer un llamado conjunto en favor de un cambio social que cuestione las premisas erróneas.

Una revisión de la literatura médica sobre la menopausia, que forma parte de la serie, reveló que las actitudes erróneas o perjudiciales hacia la menopausia en los países de renta alta estaban a menudo generalizadas.

Estos países deben aprender de las sociedades en las que el envejecimiento de la mujer inspira respeto y en las que la menopausia se percibe de forma más positiva, dice el artículo señalando que las comunidades indígenas de Australia consideran que la menopausia es menos problemática.

En lugar de asumir que la depresión en la mediana edad suele deberse a la menopausia, las sociedades deberían “promover la equidad de género y la seguridad a lo largo de toda la vida, ya que las adversidades tempranas aumentan el riesgo de mala salud mental en la mediana edad”, señala el artículo que se centra en la salud mental durante la perimenopausia.

La autora principal de la serie y catedrática de obstetricia y ginecología de la Universidad de Melbourne, la profesora Martha Hickey, y sus coautores expresaron su preocupación por la tendencia de los medios de comunicación a centrarse en experiencias negativas extremas de la menopausia, presentándola como una experiencia desafortunada y angustiosa, que sólo se puede resolver con tratamiento de reemplazo hormonal.

Un acontecimiento normal que afecta a todo el mundo se ha convertido en una enfermedad: una enfermedad por déficit hormonal, que requiere diagnóstico y tratamiento”, afirmó Hickey.

“Y en una sociedad que tiene sentimientos muy fuertes sobre el envejecimiento y las mujeres, se considera que esta enfermedad anuncia el declive y la decadencia entre ellas”.

El artículo defiende que la terapia hormonal para la menopausia (THM) debería estar disponible para quienes la necesiten, pero la evidencia demuestra que sólo es eficaz para los sofocos y los sudores nocturnos, no para otros síntomas.

Sigue habiendo un pequeño pero grave riesgo de desarrollar cáncer de mama. Los autores estiman que una de cada 50 mujeres en tratamiento con THM desarrollará cáncer de mama tras cinco años de uso continuado.

Los autores afirman que la información imparcial es vital, ya que a menudo los mensajes sobre la menopausia y la terapia hormonal están muy influidos por las empresas farmacéuticas que comercializan productos para la menopausia.

Otro artículo publicado dentro de la serie ofrece la primera herramienta clínica para el diagnóstico y tratamiento de la menopausia precoz, que afecta a una de cada diez mujeres en todo el mundo, quienes desarrollan la menopausia antes de los 40 años.

El marco guía a los médicos para que tengan en cuenta la naturaleza y gravedad de los síntomas, la edad y los antecedentes médicos, así como los deseos de la mujer, para optimizar su calidad de vida y su salud.

Por su parte, la Dra. Lydia Brown, de la Universidad de Melbourne, lideró un trabajo para promover una buena salud mental durante la perimenopausia.

Afirmó que el estudio no pretendía socavar el riesgo que puede suponer la menopausia, sino que se trataba de “enfatizar las diferencias individuales en las experiencias de las mujeres”.

“Algunas mujeres corren el riesgo de sufrir síntomas depresivos durante la transición a la menopausia, pero no todas”, afirma.

La profesora Susan Davis, directora del programa de investigación sobre la salud de la mujer de la Universidad de Monash, afirmó que la orientación de las sociedades internacionales y nacionales sobre la menopausia, incluidas las de Australia y Nueva Zelanda, “hablan de la capacitación de todas las mujeres en esta etapa crucial de su vida”.

“También subrayan la importancia de usar una estrategia basada en la evidencia”, añade.

“No obstante, en general, estos documentos se alinean y apoyan la última guía de mejores prácticas para la menopausia que ha sido respaldada internacional y nacionalmente, publicada en 2023”. (Ver en https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13697137.2023.2258783)

La Dra. Sarah White, directora general de Jean Hailes for Women’s Health, dijo que la serie era significativa.

“Existe la posibilidad de que dada la forma como nos acercamos a la menopausia, las cosas vayan muy, muy mal, porque lo que estamos viendo es un increíble surgimiento de una industria con fines de lucro asociada a la menopausia”, dijo White.

“Lo que empezó como un magnífico discurso abierto entre mujeres para acabar con parte del estigma que rodea al envejecimiento y la menopausia está siendo cooptado por diferentes industrias”.

La serie concluye que hay una necesidad urgente de generar mayor conciencia, desarrollar nuevos tratamientos y ofrecer apoyo adicional a las personas que experimentan una menopausia precoz, una menopausia después de un tratamiento contra el cáncer o que tienen un mayor riesgo de depresión durante la perimenopausia.