El Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) ha publicado hoy el Informe Especial 301 [1] que publica anualmente, en donde critica las prácticas de propiedad intelectual de los países y establece las posiciones de EE UU frente a controversias mundiales como las patentes y el acceso a los medicamentos, incluyendo el uso de las «flexibilidades ADPIC» en virtud de las normas de la Organización Mundial del Comercio. Este año, el USTR ha hecho un cambio de rumbo y declara su «política de no señalar a los países por ejercer las flexibilidades de los ADPIC, incluyendo las relacionadas con las licencias obligatorias, de forma coherente con las obligaciones de los ADPIC». El director del programa de Acceso a los Medicamentos de Public Citizen, Peter Maybarduk, emitió la siguiente declaración:
“La embajadora Tai está haciendo que la política comercial de Estados Unidos sea más humana y refleje los valores que impulsan la agenda interna de la administración Biden para el pueblo estadounidense, paso a paso, con gran esfuerzo”.
“El Presidente Biden ha introducido medidas para que los medicamentos sean más asequibles para los estadounidenses, incluyendo los medicamentos patentados. Ahora el USTR, dando un giro importante, declara que no criticará los esfuerzos de otros países por hacer lo mismo, al menos en lo que respecta a las licencias obligatorias”.
“Históricamente, el gobierno estadounidense se ha puesto del lado de las grandes farmacéuticas a expensas del acceso a los medicamentos y las vacunas en los países en desarrollo, contribuyendo al sufrimiento y a muertes evitables durante la primera crisis mundial del SIDA, y aceptando retrasos en el acceso a los insumos durante la emergencia por la covid.
“La declaración de hoy ofrece motivos para la esperanza. Los países que luchan bajo la carga de los monopolios de medicamentos de alto precio deben saber que EE UU no interferirá en sus esfuerzos por hacer que los medicamentos sean asequibles para su población, en consonancia con las normas de la OMC.
«Por ejemplo, Colombia emitió ayer una licencia obligatoria para responder a las necesidades de las personas que viven con VIH. al permitir que el país adquiera medicamentos genéricos asequibles de la Organización Panamericana de la Salud, en lugar de depender únicamente del costoso medicamento patentado. La licencia de Colombia llegará a los migrantes que necesitan tratamiento y apoyará la sostenibilidad financiera del sistema de salud colombiano, al tiempo que promoverá la equidad.
“En el pasado, el gobierno de EE UU trató de disuadir a países como Colombia y muchos otros de que consideraran las políticas de patentes que favorecen la salud, bajo la amenaza de la posible imposición sanciones comerciales, y protegió las tácticas de oposición mucho más agresivas de las poderosas corporaciones que producen medicamentos recetados.
“Ahora, los países en desarrollo que promueven las políticas de acceso a los medicamentos que son mejores para su población no tienen por qué temer las represalias de EE UU.
“Este progreso se ve limitado por las normas de la Organización Mundial del Comercio, que ha escrito la industria farmacéutica y que siguen siendo onerosas. Los estadounidenses que participan en las negociaciones de la OMS de un acuerdo sobre pandemias todavía tienen que aceptar las propuestas de los países en desarrollo sobre patentes médicas. Por último, el informe Especial 301 sigue apoyando las normas perjudiciales que prefieren las corporaciones farmacéuticas, incluyendo los desafíos a las prácticas que salvaguardan el suministro de genéricos de India al resto del mundo. Esto debe cambiar”.
“Sin embargo, medimos el progreso en pasos. Apreciamos el compromiso de la embajadora Tai con la salud y el respeto a las opciones de los países en desarrollo”.
Referencias