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Investigaciones
Incontinencia urinaria de origen medicamentoso (Incontinences urinaires d’origine médicamenteuse)
Rev. Prescrire 2015;35(378):271-274
Traducido por Salud y Fármacos
Puntos clave
Introducción
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina [1]. Se debe al mal funcionamiento de uno o varios componentes de la continencia urinaria [1,2]. Tiene, sobre todo, consecuencias para la calidad de vida de los pacientes. Sus causas son múltiples, y pueden ser medicamentosas.
¿Cuáles son los medicamentos que aumentan el riesgo de incontinencia urinaria? ¿Cuáles son los mecanismos implicados? He aquí las principales respuestas que hemos encontrado al hacer una revisión documental (Ver explicación de la metodología al final del articulo antes de la sección de referencias).
Efectos sobre el sistema nervioso, funciones mentales, tono muscular, volumen de orina, etc.
Los medicamentos que afectan al menos a uno de los componentes del funcionamiento de la continencia aumentan el riesgo de incontinencia urinaria [1,3,4,5]. Las descripciones de los casos documentados son con frecuencia poco detalladas, insuficientes, y analizar el tipo de incontinencia y su mecanismo es complicado [2,3].
Ciertos medicamentos actúan sobre el sistema nervioso, especialmente el sistema nervioso autónomo. Los medicamentos alfabloqueantes reducen el tono simpático y exponen a la incontinencia urinaria al provocar una relajación del esfínter urinario. También es probable que disminuyan la presión uretral. Estos medicamentos se utilizan para tratar la hipertensión arterial y los trastornos prostáticos [1,2,6].
Los medicamentos parasimpaticomiméticos (conocidos como colinérgicos) activan el sistema nervioso parasimpático y provocan incontinencia urinaria por contracción del detrusor y relajación del esfínter vesical [3].
Muchos de los medicamentos que se utilizan al inicio de las neuropatías periféricas exponen a incontinencia urinaria [3,7], pero no los hemos incluido en esta revisión.
Otros medicamentos exponen a incontinencia urinaria al: perturbar las funciones mentales de los pacientes, especialmente los medicamentos que pueden producir confusión o somnolencia; disminuir el tono muscular; o aumentar el volumen de orina [2,3,5,8,9,10].
Los medicamentos que exponen a retenciones de orina pueden provocar incontinencia por rebosamiento [2].
Medidas a tomar
El riesgo de incontinencia urinaria medicamentosa se tiene que tener en cuenta especialmente en el caso de los pacientes expuestos a uno o múltiples factores que pueden acarrear incontinencia urinaria, especialmente en los pacientes de edad.
Antes de prescribir un medicamento capaz de causar o agravar una incontinencia urinaria, se debe prever esta eventualidad y discutirla con el paciente y su entorno.
Pensar en los medicamentos como posible cause de una incontinencia urinaria permite, a veces, restablecer la continencia al suspender el medicamento o disminuir la posología, y evitar así los efectos adversos y otros inconvenientes para el paciente.
Medicamentos implicados: frecuentemente prescritos a pacientes en riesgo de incontinencia urinaria
Los medicamentos que pueden ocasionar incontinencia urinaria con frecuencia se prescriben a pacientes con factores de riesgo [3].
Psicótropos: sedantes, neurolépticos, antidepresivos imipramínicos, anticolinesterásicos. Los psicótropos, por sus efectos sedantes, pueden provocar incontinencia urinaria; esto es especialmente cierto para las benzodiacepinas. Estos efectos pueden incrementarse con la toma de otros psicótropicos, como el alcohol [2,3,4,11].
Los neurolépticos y los antidepresivos imipramínicos tienen, además, efectos alfabloqueantes moderados que aumentan el riesgo de incontinencia urinaria. Tienen, también, efectos atropínicos, que contrarrestan las consecuencias urinarias de los efectos alfabloqueantes, pero exponen a retenciones urinarias [1,2,11,12]. Se han descrito casos de enuresis nocturna con el consumo de los neurolépticos llamados atípicos, como la dozapina, la olanzapina y la risperidona [13].
Los medicamentos anticolinesterásicos, como el donezepilo, se utilizan en la enfermedad de Alzheimer por sus efectos parasimpaticomiméticos (alias colinérgicos). Ellos también causan o agravan la incontinencia urinaria [1,8]. Un estudio retrospectivo, que involucró a aproximadamente 45.000 canadienses mayores con demencia, mostró que la prescripción de medicamentos atropínicos para la incontinencia urinaria fue estadísticamente más frecuente entre los pacientes tratados con un anticolinesterásico que entre los que no lo habían tomado [14]. En Francia, un análisis de las prescripciones que se dispensaron en farmacias y para las que se solicitó reembolso entre 2003-2011, mostró que el 8% de pacientes tratados con anticolinesterásicos recibieron en el mismo mes un atropínico, una asociación de productos con efectos opuestos [15].
Alfabloqueantes en la hipertrofia benigna de próstata. Los medicamentos alfabloqueantes que se utilizan para tratar la hipertrofia benigna de próstata, como la alfuzosina, parecen actuar sobre el tono de los músculos lisos de la próstata y en el cuello de la vejiga. Provocan incontinencia urinaria [1,16].
Alfabloqueantes antihipertensores y vasodilatadores. Los alfabloqueantes que se utilizan por sus efectos vasodilatadores en la hipertensión arterial, como el urapidil y la prazosina, o para inducir la erección, como el moxisylyte, aumentan el riesgo de incontinencia urinaria [1,5,17].
Un equipo australiano analizó una serie de 56 pacientes con incontinencia urinaria atribuible al consumo de prazosina. Los pacientes eran en su mayoría mujeres de edad. Se observaron incontinencias de esfuerzo y por imperiosidad, a veces las dos en el mismo paciente. Los trastornos urinarios aparecieron al uno o dos días de haber empezado el tratamiento, o tras haber aumentado la dosis. La relación con el medicamento se estableció a los 9 meses, como media. Los trastornos cesaron rápidamente al suspender el tratamiento o cuando se redujo la dosis [2,6].
Tratamiento hormonal de la menopausia. El tratamiento hormonal de la menopausia expone a riesgo de incontinencia urinaria [1,18]. Alrededor de 23.000 pacientes que participaron en el ensayo WHI, y las que recibieron un año de tratamiento con hormonoterapia a base de estrógenos sulfoconjugados de origen equino solos o asociados a medroxiprogesterona presentaron un aumento estadísticamente significativo del riesgo de aparición o agravación de incontinencia urinaria en comparación con las que estaban en el grupo placebo [18]. Otro ensayo con aproximadamente 2700 mujeres tratadas con estroprogestágenos o placebo mostró resultados similares [18].
Y también
Hay otros medicamentos que pueden aumentar el riesgo de incontinencia urinaria, pero, al parecer, en menor medida debido a que se utilizan menos o se han estudiado menos.
Oxibato de sodio, ácido valproico. El oxibato de sodio, utilizado por vía oral para tratar la narcolepsia, comporta confusión y sensación vertiginosa. Expone a menudo a incontinencia urinaria y especialmente a enuresis. En los ensayos clínicos, el 7% de los pacientes tratados con oxibato de sodio presentaron enuresis al utilizar la posología máxima de 9 g. por día [2,19].
Entre el 1% y el 7%, según los estudios, de los niños tratados con ácido valproico presentan enuresis. Esto se ha relacionado con el hecho de que el ácido valproico aumenta la sed y la profundidad del sueño [2].
Diuréticos, antihipertensivos centrales. La toma de diuréticos aumenta el volumen de la orina y expone a incontinencia urinaria, en especial entre los pacientes de edad [3].
Los antihipertensivos centrales, como la clonidina y la moxonidina, disminuyen el tono simpático. Ocasionan incontinencia urinaria [1,17].
Anticancerosos. Algunos agonistas de la GnRH (análogos a la gonadorelina) exponen a incontinencia urinaria. En un ensayo, la goserelina asociada a radioterapia para tratar el cáncer de próstata causó incontinencia urinaria en alrededor del 29% de los pacientes, versus el 16% de los pacientes que solo recibieron radioterapia (p=0002) [20,21].
El bortezomib y la temozolomida, otros anticancerosos, y el belatacept, un inmunodepresor, también están implicados [2].
Toxina botulínica. La toxina botulínica tipo A ocasiona parálisis muscular a cierta distancia del lugar de inyección, por difusión hacia otros músculos, y puede provocar incontinencia urinaria, a veces durante varios meses [10].
INN | Francia | Bélgica | Suiza |
---|---|---|---|
Ác. Valproico | Depakine® u otro | Depakine® u otro | Depakine® u otro |
Alfuzosina | Xatral® u otro | Xatralu® otro | Xatral® u otro |
Belacept | Nulojix® | Nulojix® (autorizado) | Nulojix® |
Clonidina | Catapressan® | Catapressan® u otro | Catapresan® |
Clozapina | Leponex® u otro | Leponex® u otro | Leponex® u otro |
Donepezilo | Aricept® u otro | Aricept® u otro | Aricept® u otro |
Estrógenos equinos sulfoconjugados | ex¬Premarin® | exPremarin® | exPremarin® |
Goserelina | Zoladex® | Zoladex® | Zoladex® u otro |
Medroxiprogesterona (menopausia) | (a) | Provera® | Prodafem® |
Moxisylyte | Carlytene® | – | – |
Moxonidina | Physiotensu® otro | Moxon® u otro | Physiotens® |
Olanzapina | Zyprexa® u otro | Zyprexa® u otro | Zyprexa® u otro |
Oxibato de sodio | Xyrem® | Xyrem® | Xyrem® |
Prazosina | Minipress® u otro |
Minipress® | exMinipress® |
Quetiapina | Xeroquel LP® | Seroquel® u otro | Seroquel® u otro |
Risperidona | Risperdal® u otro |
Risperdal® u otro | Risperdal® u otro |
Temozolomida | Temodal® u otro |
Temodal® u otro | Temodal® u otro |
Toxina botulínica tipo A | Botox® u otro | Dysport® u otro | Botox® u otro |
Urapidil | Eupressyl® u otro | Ebrantil® (b) | Ebrantil® (b) |
a-Solo en asociación b-Solo en inyectable |
Investigación documental y métodos de elaboración
La síntesis se ha elaborado a partir de datos publicados: en Prescrire hasta el número 376, febrero 2015, en Martidale The Complete Drug Reference (www.medicinescomplete.com) y en UpToDate (www.uptodate.com) consutados por última vez en el 9 de enero de 2015.
Los procedimientos de la elaboración de esta síntesis siguen los métodos habituales de Prescrire: especialmente, la verificación de la selección de documentos y de su análisis, segunda lectura externa, y múltiples controles de calidad.
Referencias