Investigaciones
La vitamina D para la prevención de caídas en ancianos: menos es más seguro
Worst Pills Best Pills Newsletter, julio 2016
Traducido por Salud y Fármacos
Un estudio reciente publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA) Internal Medicine demuestra que cuando se administran suplementos de vitamina D a pacientes de edad avanzada con tendencia a caerse, más no es mejor y de hecho puede ser dañino.
La mayoría de gente sabe que la vitamina D desempeña un rol esencial en la salud ósea. Mantiene niveles sanguíneos normales de calcio y fosfato, minerales necesarios para el crecimiento y la fortificación ósea, y ayuda a los huesos a absorber el calcio. Menos conocido es el hecho de que la vitamina D también promueve la salud y fuerza muscular [1]. Las personas con deficiencia de vitamina D a menudo desarrollan debilidad en los músculos de las piernas (en especial los muslos) y brazos [2]. Estos cambios musculares pueden afectar la habilidad para andar y aumentan el riesgo de caídas.
Las caídas son la causa principal de lesiones en adultos de 65 años y mayores [3]. Entre el 30 y 40 por ciento de los adultos mayores que viven independiente en casa se caen por lo menos una vez al año. En entre el 5 y el 10 por ciento de los casos, estas caídas resultan en una fractura, laceración, o lesión de cabeza [4].
En el 2012, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (Abreviación en Ingles USPSTF: U.S. Preventive Services Task Force), un grupo voluntario e independiente de expertos nacionales en la prevención y la medicina basada en la evidencia, recomendaron los suplementos de vitamina D para prevenir las caídas en adultos mayores de 65 años que son capaces de vivir en su casa de forma independiente, y por lo tanto están en mayor riesgo de caída (ver cuadro abajo).
Sin embargo, ha habido incertidumbre sobre la dosis de vitamina D que es más segura y eficaz para la prevención de caídas en los adultos mayores. La recomendación del USPSTF se basó principalmente en estudios que examinaron la vitamina D en dosis diarias que generalmente se consideran estándar. Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que la suplementación con dosis muy altas de vitamina D aumenta el riesgo de caída.
Factores de riesgo de caídas [5]
La depresión Historial de caídas previas Deterioro cognitivo Edad avanzada Presión arterial baja al ponerse de pie Problemas de movilidad Debilidad muscular Trastorno de la visión |
Fuentes de vitamina D
La vitamina D está disponible en varios alimentos. Se encuentra naturalmente en algunos pescados grasos, aceites de hígado de pescado, yemas de huevo e hígados de pollo. Adicionalmente, los productores de comida han enriquecido muchos alimentos con vitamina D, incluyendo la leche, el jugo de naranja, y los cereales del desayuno. Además, la vitamina D se produce de forma natural en la piel durante la exposición a la luz solar.
Para aquellas personas que claramente tienen una ingesta inadecuada de Vitamina D a través de la dieta o una producción inadecuada por falta de exposición solar de la piel, hay varias formas de suplementos de vitamina D disponibles. Las que se utilizan con mayor frecuencia son: colecalciferol, también conocido como vitamina D3, y ergocalciferol o vitamina D2 [6]. Otras formas de vitamina D incluyen el calcitriol (rocaltrol), alfacalcidol y calcifediol.
Las Guías de Nutrición oficiales de los EE UU recomiendan que los adultos sanos de hasta 70 años de edad consuman hasta 600 unidades internacionales (UI) de vitamina D diariamente [7]. Para los adultos mayores, la cantidad diaria recomendada aumenta a 800 UI. La ingesta diaria de vitamina D no debe exceder las 4.000 UI.
El análisis de la USPSTF
Antes de emitir su recomendación del 2012 sobre la vitamina D para la prevención de caídas en los ancianos, el USPSTF analizó datos agrupados de nueve ensayos clínicos aleatorios (ECA) que evaluaron si la administración de suplementos de vitamina D afecta el riesgo de caídas en los pacientes ancianos que viven en casa de forma independiente [8, 9]. Un total de aproximadamente 5.800 pacientes de 65 años o más se inscribieron en los nueve ensayos; la mayoría de los sujetos eran mujeres. Cinco ensayos seleccionaron a sujetos considerados de alto riesgo debido a caídas recientes o a la deficiencia de vitamina D.
En ocho ensayos, los sujetos de los grupos experimentales tomaron una vitamina diaria por vía oral – frecuentemente vitamina D2 o D3 en dosis que variaron desde 700 a 1.000 UI – por períodos de entre ocho semanas y tres años. (En un ensayo, los sujetos del grupo experimental recibieron una inyección única de 600.000 UI de vitamina D.)
El análisis de USPSTF combinando los resultados de los nueve ensayos reveló que en general la vitamina D disminuye el riesgo de caerse en un 17 por ciento, en comparación a los sujetos no tratados con vitamina D. La USPSTF calculo que por cada 10 pacientes tratados se evitó la caída de un paciente. Los pacientes verdaderamente deficientes en vitamina D parecieron ser los más beneficiados.
El USPSTF destacó un ECA adicional publicado en el 2010, después de haber finalizado el análisis conjunto. El ensayo incluyó a 2,256 mujeres de 70 años o mayores, residentes en Australia, que fueron asignadas al azar para recibir durante un periodo de tres a cinco años, anualmente en otoño o invierno, una dosis única oral de 500.000 UI de vitamina D o un placebo [10]. Los investigadores encontraron que los sujetos en el grupo de vitamina D tenían una probabilidad un 15 por ciento superior de experimentar una caída y eran un 26 por ciento más propensos a sufrir una fractura, en comparación con aquellos del grupo placebo. La USPSTF señaló que este ensayo era un caso atípico, pues al escribir el informe no había ningún otro estudio que mostrase un aumento del riesgo de caídas después de la administración de suplementos de vitamina D [11].
Sin embargo, el ECA más reciente, publicado en JAMA Internal Medicine en febrero, provee más evidencia apoyando la conclusión de que una dosis alta de vitamina D aumenta el riesgo de caídas.
El ensayo más reciente [12]
Investigadores suizos inscribieron a 200 hombres y mujeres de 70 años o mayores que vivían solos en casa y durante el año anterior se habían caído sin sufrir lesiones graves. Al inicio del ensayo más de la mitad de los sujetos tenían niveles bajos de vitamina D en la sangre. Los sujetos fueron asignados aleatoriamente a uno de tres tratamientos mensuales durante un año:
24.000 UI de vitamina D3 por vía oral (igual a 800 UI al día; grupo de dosis baja)
60.000 UI de vitamina D3 por vía oral (igual a 2.000 UI al día; grupo de dosis alta 1)
24.000 UI de vitamina D3 oral (igual a 800 UI al día) más 300 microgramos de calcifediol, un metabolito de la vitamina D (grupo de dosis alta 2)
Los investigadores evaluaron los cambios que los sujetos experimentaron en la función de su pierna usando pruebas estandarizadas para medir la velocidad al caminar, el equilibrio y la capacidad de levantarse repetidamente de una silla. También midieron los cambios en los niveles de vitamina D en la sangre y el número de caídas.
Como se esperaba, los niveles de vitamina D en la sangre aumentaron significativamente más en los dos grupos tratados con dosis altas que en el tratado con dosis bajas. Sin embargo, a los seis y 12 meses de tratamiento, no hubo diferencia significativa en los resultados de las pruebas relacionadas con la función de la pierna. Lo más sorprendente fue que dos tercios de los sujetos de ambos grupos tratados con dosis altas experimentaron caídas en comparación con sólo la mitad (48 por ciento) de los sujetos que recibieron dosis bajas. Cabe destacar que los sujetos que alcanzaron los niveles más altos de vitamina D al final del estudio eran los más propensos a caerse.
Un editorial de JAMA Internal Medicine sobre el estudio sabiamente concluyo que “sería prudente seguir la recomendación … de que personas de 70 años o mayores tengan una ingesta total diaria de 800 UI de vitamina D sin medir rutinariamente los niveles [de vitamina D en la sangre]” [13].
Que puede hacer usted
La mayoría de gente puede lograr un nivel suficiente de vitamina D para su buena salud llevando una dieta balanceada, con una variedad de alimentos saludables, y exponiéndose algo de tiempo al sol. Si usted tiene 70 años o menos, trate de consumir 600 UI de vitamina D al día (ver el cuadro a continuación, para las cantidades de vitamina D en los alimentos seleccionados). Si es de mayor edad, consuma 800 UI al día.
Para evitar un aumento peligroso en el riesgo de caídas y lesiones relacionadas con caídas, no consuma suplementos de vitamina D en dosis superiores a 800 UI al día.
Fuentes seleccionadas de vitamina D [14]
Alimento |
vitamina D por porción (UI *) |
½ cucharada de aceite de hígado de bacalao |
680 |
Pez espada, cocinado, 3 onzas |
570 |
Salmón (rojo), 3 onzas |
450 |
Pescados de atún, enlatado en agua, escurrido,3 onzas |
150 |
Jugo de naranja fortificado con vitamina D, 1 taza (revisar las etiquetas de productos, la cantidad de vitamina D añadida varía) |
140 |
Leche (sin grasa, baja en grasa o entera), fortificada con vitamina-D, 1 taza |
120 |
Margarina fortificada, 1 cucharada |
60 |
Sardinas, envasadas en aceite, escurridas, 2 sardinas |
50 |
Huevo, 1 grande |
40 |
* UI = unidades internacionales
Referencias