La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) llamó hoy a mejorar la concienciación de agricultores y productores sobre la resistencia a los antimicrobianos que se está propagando en granjas y alimentos.

La FAO anunció en un comunicado que ha publicado un plan de acción con el que apoyar a los países a preparar a sus sectores primarios y hacer frente a esa creciente amenaza, que entraña riesgos para la salud pública, la seguridad alimentaria y el bienestar económico de millones de familias rurales en el mundo.

El aumento de la utilización y el abuso de medicamentos antimicrobianos como antibióticos en seres humanos y animales han contribuido al incremento de microbios causantes de enfermedades resistentes a los fármacos que tradicionalmente se usan para combatirlas.

Además de concienciar mejor a agricultores, profesionales, veterinarios, actores políticos y consumidores de alimentos,la FAO pretende promover buenas prácticas en los sistemas alimentarios y agrarios, y el uso prudente de las sustancias antimicrobianas.

Ayudará también a los gobiernos para poner en marcha estrategias para mediados de 2017 y desarrollar así las capacidades de vigilancia y control con el objetivo de frenar la propagación de la resistencia de las bacterias a los antimicrobianos en la alimentación y la agricultura.

Se estima que el consumo global de antimicrobianos en la ganadería asciende a más de 60.000 toneladas al año, una cifra que está previsto que aumente por el incremento de la demanda de alimentos de origen animal.

La intensificación de los métodos de producción de alimentos ha llevado a un mayor uso de esos fármacos, ya sea para tratar animales enfermos, prevenir enfermedades en rebaños y explotaciones agrícolas, e incluso para la acuicultura.

Además, existe la práctica cada vez más desaconsejada pero relativamente habitual de añadir agentes antimicrobianos en concentraciones bajas al pienso animal como forma de estimular el crecimiento.

Para evitar problemas, la FAO insistió en que los sistemas agrícolas y alimentarios deben adoptar las mejores prácticas en materia de higiene, bioseguridad y cuidado y manipulación de los animales para reducir la necesidad de utilizar medicamentos antimicrobianos y de vacunar a los animales de granja, de modo que estos puedan resistir las enfermedades de forma natural.

La organización echó en falta más investigación, alternativas a los antibióticos y un enfoque global en los datos para realizar un seguimiento del uso de antimicrobianos en la ganadería, al tiempo que recordó que los riesgos son mayores en aquellos países sin normas y sistemas de control adecuados.