Resumen
Rechazado por los países ricos y sin satisfacer las necesidades de los más pobres, un programa codirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la distribución justa de las vacunas COVID-19 está planeando una reorganización, según muestran los documentos internos que ha revisado Reuters.
El mecanismo COVAX está muy lejos de su objetivo de entregar 2.000 millones de dosis para fin de año, pero a principios de 2022 espera haber aumentado muchos los suministros, y quiere asegurarse de que, al menos, lleguen a los países más necesitados. Las grandes ambiciones iniciales de COVAX de actuar como un centro de distribución de las vacunas para el mundo, obteniendo vacunas de los fabricantes de los países más desarrollados y distribuyéndolas rápidamente a quienes las necesitan más urgentemente, han fracasado.
Hasta el momento, ha distribuido más de 90 millones de vacunas. Si bien los países de bajos ingresos densamente poblados actúan como incubadoras de cepas nuevas y más peligrosas del coronavirus, algunos de los países más pobres han vacunado a menos del 1% de sus poblaciones, según estimaciones de Gavi, una alianza mundial de vacunas que ejecuta el programa con la OMS.
Según un documento preparado por Gavi, la evaluación pretende reducir los riesgos financieros de COVAX, aumentar su enfoque en los países más necesitados y reducir la participación de los países más ricos como donantes y receptores. Se espera que se adopte el documento en una reunión de la junta directiva de Gavi el 23 y 24 de junio.
Una portavoz de Gavi dijo: “La sugerencia, sujeta a la aprobación de la Junta, es enfocar los esfuerzos de adquisiciones de COVAX en los participantes autofinanciados que continuarán necesitando el servicio, de forma que se simplifiquen las operaciones y se reduzcan los riesgos financieros, según lo que nos ha enseñado la experiencia del año pasado”. La OMS no hizo comentarios de inmediato, pero generalmente deja que Gavi hable de COVAX en su nombre.
La caridad comienza en casa
En general, los países ricos han preferido usar su influencia financiera para comprar sus propias vacunas directamente de los fabricantes. Y a pesar de las súplicas de la OMS para compartir cualquier excedente de vacunas a través de su programa, EE UU, Japón y la Unión Europea han esbozado planes para donar a los países directamente, así como a COVAX. Al priorizar sus propios intereses diplomáticos y comerciales, las naciones ricas han arruinado la ambición de COVAX de hacerse cargo de la lucha global contra la pandemia.
Kate Elder, asesora principal de políticas del grupo de ayuda médica de Medicamentos sin Frontera, comentó: “El hecho de que la junta de Gavi esté revisando la forma en que los países más ricos pueden continuar participando en el programa es en parte un reconocimiento de que el programa no está funcionando como se esperaba”.
Según el documento de Gavi, actualmente unos 190 países son miembros de COVAX, pero un tercio no usa sus vacunas y solo alrededor de 40 han lanzado sus campañas de vacunación con vacunas de COVAX. En otro documento interno, Gavi estima que la membrecía puede reducirse el próximo año a 120-130.
Se espera que muchas naciones ricas dejen el programa voluntariamente, pero el cambio de política que se ha preparado resultará más costoso para los países de medianos ingresos que participen. Mientras que ahora Gavi asume importantes riesgos financieros al solicitar vacunas en nombre de sus miembros, el próximo año las naciones de medianos ingresos que aún necesitan vacunas COVAX tendrán que pagarlas por adelantado.
Esto significa que los países de América Latina y el Medio Oriente, así como Sudáfrica y otros países africanos de ingresos similares, pueden enfrentar costos más altos y necesiten pedir dinero prestado para asegurar el acceso a las vacunas que necesiten.
Poner primero a los más pobres
Sin embargo, para los países más pobres, principalmente en África y el sudeste asiático, se mantendrán las mismas condiciones, con un costo mínimo o sin costo para comprar las vacunas. Uno de los documentos explica que: “El modelo se rediseñará con términos y condiciones menos flexibles, con el objetivo de simplificar y reducir el riesgo financiero para retener a los países que necesitan el programa mientras se desincentiva a otros países a seguir participando”. Se espera que esto aporte beneficios tangibles para los países más pobres.
COVAX ha recaudado casi US$10.000 millones, por encima de su objetivo para este año, y ha comenzado a recibir algunos excedentes de vacunas de las naciones ricas. Sin embargo, las compras masivas de vacunas que hicieron los países ricos y las restricciones a las exportaciones de India, el principal proveedor del programa, han dejado a los países más pobres con escasez de suministro.
Gavi cree que el aumento de la oferta proyectado para la segunda mitad del año podría elevar la proporción de personas vacunadas en los países más pobres a casi al 30% para principios de 2022. Y planea gastar US$775 millones para ayudar a los países a distribuir esas vacunas y evitar que se repitan los desperdicios por falta de preparación e infraestructura inadecuadas.
Un documento explica que estos países se enfrentan a que posible se quintuplique la producción mensual de vacunas, el riesgo de desperdicio es alto. Según Gavi, el dinero se utilizará para fortalecer el sistema de entrega de COVAX, proporcionar mejores equipos de refrigeración y mejorar los sistemas de salud