Memorando
A: Gayle E. Smith, Coordidor del Global COVID-19 Response and Health Security, Department of State
Dr. Eric Lander, Director, Office of Science and Technology Policy (OSTP)
Loyce Pace, Director, Office of Global Affairs, Department of Health and Human Services (HHS)
Samantha Power, Administradora, U.S. Agency for International Development (USAID)
De: James Love, Knowledge Ecology International (KEI)
RE: Programa cubano de vacunas
28 de junio de 2021
Cuba se encuentra en las últimas etapas de desarrollo de varias vacunas COVID-19. Este desarrollo se ha visto obstaculizado por la percepción y quizás la realidad de que las sanciones de EE UU a Cuba se extienden a las interacciones relacionadas con la investigación, el desarrollo y la fabricación de las vacunas cubanas.
El 21 de junio de 2021, el gobierno de Cuba anunció que su vacuna Abdala, de tres dosis, tenía una efectividad del 92%. Cuba había anunciado anteriormente que su vacuna Soberana 2 tenía una efectividad del 62% con dos dosis, y se espera que su eficacia sea mayor con la tercera dosis. Se espera que Cuba divulgue más datos sobre estas vacunas y que en breve solicite la aprobación regulatoria ante las autoridades locales.
Estas y otras vacunas COVID-19 que se están desarrollando en Cuba son vacunas de subunidades de proteínas recombinantes, la misma plataforma tecnológica que la vacuna Novavax. Tenemos entendido que las vacunas de subunidades de proteínas tienen ventajas en cuanto a su producción a escala, incluso en las instalaciones que ahora se utilizan para fabricar fármacos de moléculas pequeñas. Además, debido a características como los requisitos favorables de la cadena de frío y su posible administración intranasal, estos candidatos a vacunas podrían ser particularmente importantes en entornos con recursos limitados.
Tenemos entendido que el gobierno de Cuba está en el proceso de involucrar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la evaluación de su aprobación regulatoria. Recientemente, durante una cumbre internacional, Cuba se comprometió a otorgar licencias abiertas de su tecnología, incluyendo tanto las patentes como la técnica para su fabricación. KEI ha alentado al gobierno de Cuba a colaborar con el Grupo de Acceso a la Tecnología COVID-19 (C-TAP) de la OMS. KEI también ha alentado a la OMS a dejar en claro a los productores de vacunas o medicamentos que pueden recibir regalías u otra remuneración al compartir tecnología a través de C-TAP.
Durante el último año y medio, las sanciones de EE UU contra Cuba han generado dudas a las empresas y organizaciones sin fines de lucro sobre los problemas que se pudieran generar si trabajan con Cuba en su programa de vacunas. La administración Biden necesita aclarar las cosas y asegurar a la OMS, y a los proveedores de insumos y otros que ninguna de las sanciones de EE UU contra Cuba se extiende a actividades relacionadas con la fabricación, venta o distribución de sus vacunas. Esto debería extenderse a regalías u otros pagos a las instituciones de investigación cubanas que han desarrollado la vacuna y que estarán involucradas en la transferencia de conocimiento.
Un Memorando de Entendimiento de cuatro páginas del 13 de junio de 2016 entre el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE UU y el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba aún está vigente y es de gran relevancia para el COVID-19. (https://www.hhs.gov/sites/default/files/hhs-minsap-mou.pdf)
La Directiva de seguridad nacional número 1 del presidente Biden, con fecha del 21 de enero de 2021, sobre el liderazgo mundial de EE UU para fortalecer la respuesta internacional al COVID-19 y promover la seguridad sanitaria mundial y la preparación biológica, también es relevante, incluyendo, entre otras cosas, la Sección 2 (c), sobre alivio de sanciones:
Sección 2. Liderazgo de Estados Unidos en la respuesta global al COVID-19.
Según varios artículos de noticias que se han publicado en los últimos meses, los científicos cubanos enfrentan desafíos en el desarrollo y la cantidad de candidatos a vacunas que pueden fabricar debido a las restricciones impuestas por las sanciones de EE UU. Estos desafíos van desde dificultades para adquirir recursos como equipos científicos y materias primas, hasta desafíos para realizar transacciones bancarias con proveedores dispuestos a trabajar con ellos. KEI también ha conversado con instituciones de salud pública que no han estado dispuestas a trabajar con Cuba debido a las sanciones de EE UU.
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