La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) consciente de la importancia que tiene este mecanismo de concertación, unidad y diálogo político que incluye a los treinta y tres países de América Latina y el Caribe, sobre la base de los lazos históricos, los principios y valores compartidos de nuestros pueblos, la confianza recíproca entre nuestros gobiernos, el respeto a las diferencias, la necesidad de afrontar los retos comunes y avanzar en la unidad en la diversidad a partir del consenso regional, se reúne en la Ciudad de México, el 18 de septiembre de 2021. Por conducto de su Presidencia Pro Témpore, la CELAC reitera el compromiso con la unidad e integración política, económica, social y cultural, y la decisión de continuar trabajando conjuntamente para hacer frente a la crisis sanitaria, social, económica y ambiental, ocasionada por la pandemia de COVID-19, el cambio climático, desastres naturales y la degradación de la biodiversidad del planeta, entre otros.
Puede leer toda la Declaración en el enlace que aparece en el encabezado.
Nota de Salud y Fármacos. Los países de la región consideran, sin que hayamos encontrado evidencia solida en donde apoyarse, que los ensayos clínicos que se realizan en la región contribuyen al desarrollo económico y científico de los países. En el Boletín Fármacos: Agencias Reguladoras 24.4 vemos como la Oficina Panamericana para la Salud está diseminando el mismo mito y reportamos algunos ejemplos que provee la industria sobre los beneficios económicos que realizar más ensayos puede representar para los países.
La gran mayoría de los medicamentos que se testean en ensayos clínicos no añaden un auténtico nuevo valor terapéutico a las terapias existentes, muchos no se registran en los países de América Latina en los que se han probado y los pocos que llegan al mercado tienen un precio inaccesible para los ciudadanos [1,2]. Si los gobiernos o las instituciones de seguridad social compran los novedoses y caros medicamentos que se han probado en los respectivos países, acaban teniendo que restringir el acceso a otros servicios más necesarios y a otros medicamentos necesarios. Por supuesto que hay excepciones, y hay un puñado de nuevos medicamentos que son revolucionarios, pero como lo expresa el dicho: la excepción no hace la norma. Los medicamentos que se han probado en América Latina, si se aprueban y se registran en los países donde se han probado, no se ofrecen a un precio reducido al gobierno, ni gratuitamente a aquellos que han participado en los ensayos, como sugieren las declaraciones internacionales de ética; frecuentemente, los participantes ni se enteran de los resultados del experimento en que participaron.
Contrario a lo que dicen las empresas, los altos precios de venta no tienen relación alguna con los costos de desarrollo y producción de los medicamentos. Aparte de aportar diviendos que a sus accionistas, la mayoría de los cuales residen en países de altos ingresos, los altos precios de los medicamentos sirven para pagar multas multimillonarias (cuya cuantía, frecuencia y causas pueden leer en nuestro Boletín Fármacos Ética y Derecho), pagos a los médicos que prescriben sus medicamentos, a los editores de revistas científicas, a las asociaciones de enfermos para que promocionen su uso en lugar de medicamentos de otras empresas competidoras, para cabildear a los legisladores y lograr que la legislación les favorezca o frenar la aprobación de leyes contrarias a sus intereses, pago a políticos en sus campañas electorales, compras por miles de millones de dólares a empresas más pequeñas que están o han desarrollado un medicamento que promete ser de grandes ventas, pagos multimillonarios a sus directores ejecutivos, y a otros dirigentes.
Los ciudadanos de América Latina no se benefician de los ensayos clínicos. Los beneficios y la promoción de los ensayos clínicos en América Latina responden a los intereses de un conjunto de empresas en las que se incluyen las organizaciones de investigación por contrato latinoamericanas, los investigadores principales que reciben pagos muy superiores al resto de sus colegas, laboratorios, centros médicos, hospitales y universidades que reciben fondos y prestigio por trabajar con grandes empresas globales, médicos que reciben fondos para viajar al extranjero, conferencias y un largo etc.
Referencias