Después de una batalla de cuatro años por la patente de un medicamento contra el cáncer, un juez de California ordenó que Novartis pagara a una subsidiaria de Daiichi Sankyo US$177,8 millones.
Plexxikon presentó una demanda contra el gigante farmacéutico en 2017, alegando que Tafinlar, un rival de su medicamento contra el melanoma Zelboraf, que se comercializó en colaboración con Roche, ha infringido su propiedad intelectual. El jurado falló a su favor y agregó que la infracción es intencional.
Además de recibir compensación por las infracciones pasadas, Plexxikon dice que recibirá “regalías por las ventas futuras de Tafinlar en EE UU mientras estén vigentes las patentes”.
Las ventas de Tafinlar y Mekinist, el inhibidor de MEK con el que fue aprobado, alcanzaron los US$672 millones en 2016. En el 2020 el dúo generó US$1.500 millones en ingresos. En 2021, el combo ha representado un ingreso de US$818 millones para Novartis, solo en la primera mitad del año, una cifra que ya es un 11% superior a la del año pasado. Comparativamente, Roche reportó US$218 millones en ventas de Zelboraf en 2016, y no se informaron los ingresos en su última actualización semi-anual.
Las patentes de Plexxikon son para compuestos que reducen el crecimiento de células cancerosas bloqueando el gen BRAF V600E mutado. Las patentes se registraron en 2005.
Novartis y GSK intercambiaron sus vacunas y medicamentos oncológicos en 2015. GSK pagó US$5.250 millones a Novartis por su negocio de vacunas, y Novartis transfirió US$16.000 millones por los programas de oncología de GSK. Tafinlar y Mekinist ya habían recibido la aprobación de la FDA en el momento de llegar a ese acuerdo y, como parte de ese acuerdo, Novartis acordó deshacerse de sus propios inhibidores BRAF y MEK, para evitar que hubiera un monopolio.
Según Plexxikon, los científicos de GSK solo pudieron fabricar Tafinlar después de conversar con Plexxikon sobre una posible asociación; aunque esas conversaciones nunca se tradujeron en un acuerdo de licencia, GSK aparentemente canalizó esa información y creó una droga rival.
La demanda dice que, si bien los inhibidores de la quinasa BRAF existían antes de los descubrimientos de Plexxikon, no eran selectivos, y los de Plexxikon tienen una estructura molecular central que les permite unirse selectivamente a la quinasa creada por la mutación BRAF. Eso permite administrar dosis más altas.
“El jurado fue cuidadoso y nos otorgó lo que habíamos pedido, hasta el último centavo”, dijo a Bloomberg la abogada de Plexxikon, Daralyn Durie, después de que se emitiera el veredicto.
El jurado falló unánimemente a favor de Plexxikon en los siete puntos, incluido el hecho de que Novartis no ha demostrado haber especificado la patente de forma lo suficientemente completa y clara como para permitir que una persona con “conocimientos ordinarios” realice y utilice la invención.