Cuando un paciente desarrolla un olor corporal anormal, puede ser útil considerar si se pudiera deber a la medicación y, si es apropiado, descontinuarla o reemplazarla; si no conviene hacerlo, se pueden sugerir medidas adicionales de higiene.
Todas las personas tienen un olor corporal especial. Varía según la edad, la temperatura, las prácticas de higiene, las emociones (tales como el estrés o el dolor), el ejercicio físico, la dieta y el uso de productos como las especias, el alcohol y el tabaco. El olor corporal se puede modificar con algunos productos cosméticos. La percepción del olor corporal es subjetiva y, por lo tanto, se percibe como agradable o desagradable según el criterio personal [1-4]. Algunos medicamentos pueden modificar el olor corporal mediante diferentes mecanismos. Este artículo analiza los datos principales obtenidos en nuestra revisión exhaustiva de la literatura.
Medicamentos que aumentan la sudoración o modifican la composición del sudor
La sudoración excesiva (hiperhidrosis) puede alterar el olor corporal de una persona porque modifica la cantidad de los compuestos olorosos de la microbiota de la piel, que tienden a prosperar en un ambiente húmedo.
Simpaticomiméticos. Los medicamentos simpaticomiméticos como la adrenalina, las anfetaminas, la pseudoefedrina y el tramadol, que estimulan principalmente a los receptores adrenérgicos alfa 1, aumentan la sudoración [5].
Psicotrópicos. Varios psicotrópicos aumentan la secreción de sudor, por ejemplo: los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores “selectivos” de la recaptación de serotonina (ISRS) (fluoxetina, paroxetina) y los inhibidores de la recaptación de la noradrenalina y la serotonina (IRNS) (como la venlafaxina); el antiepiléptico topiramato; algunos gabapentinoides (pregabalina y gabapentina); el baclofeno, un análogo del ácido gamma-aminobutírico (GABA) que se usa sobre todo para tratar el alcoholismo; opioides (fentanilo, metadona, codeína); y los inhibidores de la colinesterasa [6-10].
Y, en algunos casos, también la aspirina y los IBP, etc. Una variedad de medicamentos puede causar hiperhidrosis, por ejemplo: la aspirina; la zidovudina, un antirretroviral; los betabloqueantes (atenolol, propanolol, etc.); y los inhibidores de la bomba de protones (IBP) (omeprazol) [6,8,10,11]. Se informó que dos adultos con dermatitis atópica tratados con dupilumab —un anticuerpo monoclonal contra la interleucina 4 y la interleucina 13— presentaron sudoración excesiva y olor corporal desagradable [12].
Las inyecciones de toxina botulínica tipo A que se usan para tratar la hiperhidrosis axilar pueden causar hiperhidrosis en otras partes del cuerpo y pueden provocar que la piel tenga un olor anormal [8].
Medicamentos que actúan sobre los sistemas hormonales. Los sofocos, que ocurren, por ejemplo, durante la menopausia, se asocian a un aumento de la sudoración [13]. Algunos compuestos orgánicos volátiles surgen de cambios hormonales o metabólicos [1].
Los medicamentos que actúan sobre los sistemas hormonales pueden provocar sofocos: los agonistas-antagonistas de los receptores del estrógeno como el raloxifeno; los inhibidores de la aromatasa como el anastrozol; los antagonistas del estrógeno como el tamoxifeno; los agonistas de la gonadorelina como la leuprorelina; y los antiandrógenos no esteroides como la nilutamida [8,13,14].
La sobredosis por levotiroxina puede causar sudoración y sofocos [10].
Medicamentos que modifican el aliento
Un aliento anormal a menudo tiene una causa oral o gastrointestinal.
Nicotina, agonistas GLP-1 (miméticos de las incretinas), micofenolato, etc.: eructos. Algunos medicamentos interfieren con el tránsito gastrointestinal y pueden causar eructos, lo que altera el aliento. Algunos ejemplos son: la nicotina; los agonistas del péptido-1 similares al glucagón (GLP-1) (miméticos de las incretinas); los inhibidores del factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF); el micofenolato; y los inhibidores de la proteasa del VIH.
También se ha informado que el uso de las cápsulas de aceite esencial de menta para tratar algunos trastornos intestinales leves provoca eructos [8,9,15].
Medicamentos que reducen la producción de saliva. Algunas enfermedades, factores ambientales y medicamentos pueden provocar sequedad bucal (xerostomía), por diferentes mecanismos. Esto puede alterar la composición de la microbiota oral y por ende el olor bucal.
Algunos medicamentos, como los antineoplásicos, pueden dañar las glándulas salivales.
Los medicamentos que tienen efectos antimuscarínicos pueden causar xerostomía. Algunos ejemplos son: los antidepresivos duloxetina e imipramina; la oxibutinina (que se usa para la incontinencia urinaria); el glicopirronio (que se usa para tratar la sialorrea); y algunos neurolépticos. Los simpaticolíticos como los bloqueantes alfa, algunos neurolépticos y los medicamentos de acción central para bajar la presión arterial reducen la producción de saliva [16-18].
Los analgésicos opioides como el tramadol, el fentanilo y la buprenorfina, y los antidiarreicos opioides como la loperamida también reducen la producción de saliva [8,16].
El bupropión inhibe la recaptación de las catecolaminas, pero, a pesar de sus efectos simpaticomiméticos, también causa una xerostomía considerable [18].
Medicamentos que aumentan la producción de saliva. Los simpaticomiméticos aumentan la producción de saliva y de sudor. El babeo y la maceración de la saliva pueden crear un olor desagradable.
Algunos medicamentos con efectos colinérgicos, incluyendo los inhibidores de la colinesterasa que se usan para tratar la enfermedad de Alzheimer y la pilocarpina, pueden provocar una producción abundante de saliva fluida [7].
Algunos neurolépticos, incluyendo la clozapina y la risperidona, pueden aumentar el flujo de saliva [7].
Medicamentos que alteran la microbiota oral. Los enjuagues bucales que tienen antisépticos como la clorhexidina o la hexetidina modifican la microbiota de la cavidad bucal, posiblemente contribuyendo a la proliferación de algunas bacterias u hongos [19].
Medicamentos que son olorosos o producen compuestos olorosos
Algunos medicamentos son de por sí olorosos o, una vez dentro del organismo, producen compuestos olorosos, que se eliminan por el sudor o el aliento.
Antimuscarínicos, antidepresivos, litio, disulfiram, etc. Varios medicamentos pueden provocar halitosis de esta manera, incluyendo: los antifúngicos voriconazol, griseofulvina y metronidazol; el corticoesteroide beclometasona; los antineoplásicos que dañan las células epiteliales; los aminotioles como la mercaptamina (que también se conoce como cisteamina); el litio; los bifosfonatos; y algunos diuréticos [20,21].
El disulfiram modifica el olor del sudor y el aliento al inhibir la aldehído deshidrogenasa, una enzima que metaboliza el acetaldehído, metabolito del alcohol [22].
Se ha informado olor a pescado después de haber tomado levocarnitina, un medicamento que se usa para tratar la deficiencia sistémica o muscular de carnitina y los trastornos del metabolismo de los ácidos grasos. La levocarnitina se transforma en trimetilamina, un compuesto oloroso que se excreta en el sudor o el aliento [8,23,24]. Se informó el mismo olor con la betaína para tratar la homocistinuria, un trastorno del metabolismo de la metionina (un aminoácido esencial que contiene sulfuro) [9].
El fenilbutirato de sodio y el fenilbutirato de glicerol, que se usan para tratar trastornos raros del ciclo de la urea, pueden provocar un olor corporal desagradable causado por su metabolito activo, el fenilacetato [25,26].
Un metabolito del brivaracetam tiene un olor sulfuroso, similar al de la orina que se excreta después de haber comido espárragos [27].
Compuestos que se derivan de la fauna o de la microbiota. Algunos suplementos dietéticos contienen sustancias olorosas como aceite de pescado o compuestos orgánicos que contienen sulfuro, como el dimetilsulfóxido (DMSO), un solvente que a veces se usa como excipiente, o compuestos que alteran el aliento, como el selenio y la vitamina E [21].
Algunos aceites esenciales que se aplican en la piel o se inhalan alteran el olor corporal, sobre todo los que contienen levomentol, alcanfor o aceite de eucalipto [8].
A veces se consume ajo porque reduce la presión arterial. Los compuestos sulfurosos del ajo le dan un olor característico al aliento y al sudor [28].
Alteración de la composición de la microbiota de la piel
Se sabe que las bacterias de la piel cumplen una función importante en generar el olor corporal humano al actuar sobre los compuestos del sudor y las células muertas. La diversidad bacteriana varía según la parte del cuerpo, la temperatura, la humedad y los lípidos presentes. En la microbiota de la piel, se han identificado más de 300 especies de estreptococos, estafilococosy corinebacterias. Por ejemplo, las especies de corinebacterias aerobias parecen producir compuestos olorosos al metabolizar los derivados de los esteroides, algunos ácidos grasos, derivados o compuestos sulfurosos con un grupo de alcoholes [5,6].
Los antibióticos, antisépticos y antifúngicos de uso tópico o por otras vías pueden alterar la microbiota de la piel y, por ende, el olor corporal.
En la práctica
El olor corporal anormal puede tener consecuencias sociales, psicológicas o de otra índole. Los profesionales de la salud pueden ayudar al paciente y a quienes los rodean a evaluar la posibilidad de que se deba a la medicación. Hay muchas opciones que se pueden considerar, y se tienen que evaluar sus ventajas y desventajas: se podría descontinuar el medicamento en cuestión y reemplazarlo con un tratamiento diferente, o se podría continuar el tratamiento, incrementar las medidas higiénicas y aceptar que pueda haber algún olor residual que se puede cubrir con cosméticos.
Revisión bibliográfica y metodología
Nuestra revisión bibliográfica se basó en un escrutinio prospectivo continuo en la biblioteca de Prescrire de los contenidos de las publicaciones internacionales más importantes y en la consulta sistemática de los recursos de farmacología clínica Martindale: Guía Completa de Consulta Farmacoterapéutica y Stockley: Interacciones Farmacológicas. También investigamos en Embase (1996- semana 2 de 2022), Medline (1946- semana 2 de enero de 2022 y en las bases de datos de citas aparecidas en forma electrónica antes de su aparición impresa, citas en proceso de ser incluidas y citas no indexadas de Medline), y los sitios de internet de las agencias reguladores de Francia, Europa y EE UU (ANSM, EMA, FDA) hasta el 20 de enero de 2022. Esta revisión bibliográfica se preparó utilizando la metodología estándar de Prescrire, que incluye la verificación de la elección de los documentos y su análisis, revisión externa y varios controles de calidad.