LAS RELACIONES ENTRE LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y LA INVESTIGACIÓN CLÍNICA.
UNA PERSPECTIVA BIOÉTICA
Fernando Lolas Stepke
Director, Unidad de Bioética OPS/OMS
Profesor Titular, Universidad de Chile y Universidad Nacional “Andrés Bello”
Para analizar desde un punto de vista ético la relación entre la industria farmacéutica y la investigación clínica es necesario hacer una reconstrucción histórica de motivaciones.
Cabe recordar que, como demuestra el ejemplo de Estados Unidos, la industria nació en oposición a los médicos. Prometiendo entregar lo que estos profesionales prescribirían tras una visita y el pago de honorarios, las incipientes farmacéuticas intentaban ganar un espacio de mercado importante. Para ello desplegaba argumentos que parecían vulnerar la supremacía de los médicos y el término de las recetas magistrales. Finalmente, la profesión médica prevaleció y logró que el gobierno respetara sus fueros y la declarara “gatekeeper” de la información especializada sobre medicamentos [1, 2].
Desde entonces, la investigación dirigida y apoyada por la industria -hoy día hegemónica en muchos países- ha tenido como motivación declarada el servicio a las personas enfermas y como motivación colateral la obtención de nuevos productos y su ensayo con fines de mercadeo.
Al mismo tiempo, la noción de investigación clínica asimila esta actividad a la investigación científica, lo que la dota de una aureola de desinterés y servicio público. Se entiende que los científicos ensayan sus teorías y desarrollan sus trabajos en la asepsia del medio académico, suelen entregar sus conocimientos a través de publicaciones y sólo tangencialmente se benefician pecuniariamente por patentes o licencias.
Al unir estas dos motivaciones históricas se obtiene un híbrido conceptualmente confuso, que precisa una dilucidación en términos éticos.
En primer término, es importante destacar que el discurso bioético es interdisciplinario, lo cual significa que se constituye en puente entre disciplinas científicas, racionalidades, principios, profesiones. En segundo lugar, debe aceptarse la pluralidad de intereses y motivaciones existente en las sociedades modernas, y el papel mediador que la bioética debe jugar entre esta diversidad de intereses. De lo que se colige, en tercer lugar, que ningún interés es en sí mismo censurable a priori y que demonizar a la industria por su interés en la ganancia no consigue sino entorpecer el debate.
El concepto central en la bioética contemporánea es diálogo [3]. Contra las formas tradicionales de ética, habitualmente monológicas y monolíticas, manifestación de creencias y narrativas fundamentales, la ética de la postmodernidad se contenta con establecer procedimientos adecuados para la convivencia. Puede argumentarse que este énfasis en lo procedimental crea un producto de menor valor moral que una ética de convicciones y confesional. Mas ello sirve solamente para perpetuar prejuicios y alimentar fanatismos. Una ética responsable es hoy una ética dialógica, una ética que asegure la convivencia y la supervivencia de lo humano. Concepción ésta que alentó la creación misma del término bioética por parte de Van Rensselaer Potter.
En la práctica de la investigación clínica esta concepción se traduce en algunos principios de cooperación entre la industria y la academia que han de ser permanentemente revisados. Por ejemplo, transparencia, reconocimiento de intereses diferentes pero armonizables, exclusividad acotada por la beneficencia en el caso de ganancias pecuniarias, aclaración de conflictos de interés, especialmente en el caso de los investigadores incorporados a la industria desde centros académicos, y respeto por las personas y los animales que sirven para demostrar la eficacia de nuevas moléculas o substancias [4, 5, 6].
Lo esencial, en una perspectiva bioética, es la tolerante aceptación de puntos de vista diferentes y la resolución (o disolución) de los dilemas y conflictos en los principios superiores de la convivencia.
Referencias:
1. Lolas, F. Las transformaciones de la medicina: modelo farmacéutico y ciencias sociales. En Lolas, F., Florenzano, R., Gyarmati, G., Trejo, C. (Eds.) Ciencias Sociales y Medicina. Perspectivas latinoamericanas. Ed. Universitaria, Santiago, 1992, pp. 21-29.
2. Lolas, F. Médicos y medicamentos. La industria farmacéutica y la profesión médica a principios del siglo XX. En Ensayos sobre ciencia y sociedad, Estudio Sigma, Buenos Aires, 1995.
3. Lolas, F. Bioética. El diálogo moral en las ciencias de la vida. 2ª ed. Editorial Mediterráneo, Santiago de Chile, 2001.
4. Fundació Víctor Grífols i Lucas. Un marco de referencia ética entre empresa y centro de investigación. Barcelona. 2004.
5. Council of Internacional Organizations for Medical Sciences Pautas éticas para la investigación que involucra sujetos humanos. Edición española de Unidad de Bioética OPS/OMS, Santiago de Chile, 2003.
6. Lolas, F. & Quezada, A. (editores) Pautas éticas de investigación en sujetos humanos: nuevas perspectivas. Programa Regional de Bioética OPS/OMS, Santiago de Chile, 2003.