Omalizumab: Cambio en el etiquetado por riesgo de anafilaxia. EE.UU.
Editado y traducido por Boletín Fármacos de: FDA Alert, Information for Healthcare Professionals Omalizumab (marketed as Xolair), Alert [updated 7/2007]. Disponible en:
www.fda.gov/cder/drug/InfoSheets/HCP/omalizumabHCP.htm
Rosiglitazona y pioglitazona: Advertencia de caja negra en EE.UU. y modificaciones en el prospecto en Argentina
Editado por Boletín Fármacos
Vacuna contra rotavirus (Rotateq): FDA informa de casos de enfermedad de Kawasaki asociados a su uso. EE.UU
Editado y traducido por Boletín Fármacos de: FDA. Information Pertaining to Labeling Revision for RotaTeq. June 15, 2007. Disponible en: www.fda.gov/cber/label/rotateqLBinfo.htm
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Omalizumab: Cambio en el etiquetado por riesgo de anafilaxia. EE.UU.
Editado y traducido por Boletín Fármacos de: FDA Alert, Information for Healthcare Professionals Omalizumab (marketed as Xolair), Alert [updated 7/2007]. Disponible en:
www.fda.gov/cder/drug/InfoSheets/HCP/omalizumabHCP.htm
La FDA a través de Safety Information and Adverse Event Reporting Program en conjunto con Genetech informan a los profesionales de la salud y a pacientes asmáticos que se ha agregado una advertencia con recuadro para omalizumab (Xolair) en donde se informa sobre el riesgo de anafilaxis.
La anafilaxia puede ocurrir después de cualquier dosis de Xolair (incluso tras la primera dosis), y aunque el paciente no haya presentado ningún tipo de reacción a la primera dosis. La anafilaxia puede presentarse hasta 24 horas después de haber recibido el tratamiento.
La FDA recomienda a los médicos que administran omalizumab que estén preparados para manejar episodios graves de anafilaxia que puedan poner en riesgo la vida, y que deben observar a los pacientes tratados por lo menos durante dos horas después de su administración. Los pacientes tratados con Xolair también deben saber cómo identificar la anafilaxia e iniciar su auto-tratamiento.
Nota de los editores:
Ver: “Omalizumab: Advierten por riesgo de anafilaxia. EE.UU.” en la Sección Advierten del Boletín Fármacos 2007;10(2).
Rosiglitazona y pioglitazona: Advertencia de caja negra en EE.UU. y modificaciones en el prospecto en Argentina
Editado por Boletín Fármacos
Desde que se hicieron públicos los datos de un metaanálisis sobre los riesgos cardiovasculares asociados a rosiglitazona en el New England Journal of Medicine, como ya comentamos en el último número del Boletín Fármacos [1], ha habido un aumento de las notificaciones de efectos adversos y se han dado a conocer los resultados de otros estudios. Asimismo, y a pesar de que no hay acuerdo sobre la seguridad del medicamento, las agencias reguladoras están tomando medidas.
Associated Press solicitó a la FDA que divulgara el número de notificaciones recibidas sobre trastornos cardiovasculares antes y después de la publicación de este estudio. Así, durante los 35 días anteriores a dicha publicación la FDA sólo había registrado cinco infartos en diabéticos tratados con Avandia, frente a los 90 que se detectaron en los 35 días siguientes [2].
En total, según la FDA, los informes sobre efectos adversos relacionados con Avandia se triplicaron: en el período previo a la publicación del metaanálisis se produjeron 121 (entre ellos 11 muertes), frente a 357 casos (38 muertes) registrados después de la publicación del estudio. Estos casos engloban todo tipo de efectos secundarios; desde pequeñas ampollas hasta infartos de miocardio.
También se han recibido varias críticas en relación al sistema de seguridad postcomercialización que existe en EE.UU., ya que no es obligatorio que los médicos informen a la FDA.
El director de la sección de diabetes del Hospital General de Massachusetts, David Nathan, considera que es “inconcebible” que en los 35 días previos a la publicación del estudio sólo se produjeran cinco ataques cardiacos entre un millón de individuos tratados con Avandia. Asimismo, un experto en seguridad de medicamentos, el Dr. David Graham, ha explicado que el incremento de estos informes médicos podría deberse más bien al efecto publicitario que ha tenido la investigación.
Por su parte, GlaxoSmithKline afirma que Avandia es un medicamento seguro y eficaz. Su portavoz, Mary Anne Rhyme, manifestó que siempre que surge un estudio de este tipo aumenta el número de notificaciones, y califica los datos publicados de “inoportunos” [2].
Más estudios
Una revisión sistemática de la Colaboración Cochrane volvió a poner en duda la relación riesgo-beneficio de la rosiglitazona. El análisis incluyó 18 ensayos clínicos, en los que participaron 8.432 personas, y pone de manifiesto que no aporta más beneficios que otras terapias. Pero va más lejos y asegura que además “del conocido riesgo de edema y del incremento del peso corporal en cinco kilos”, aumenta el riesgo cardiovascular y, en mujeres, de fracturas [3].
Otro estudio publicado en la revista Diabetes Care señala que tanto Avandia como Actos (pioglitazona) duplican el riesgo de sufrir una insuficiencia cardiaca, confirmando los temores que suscitó el artículo publicado en New England Journal of Medicine. Los investigadores calculan que por cada 50 diabéticos tipo 2 que utilicen el fármaco durante un mínimo de dos años, uno sufrirá insuficiencia cardiaca. El otro antidiabético de esta familia (troglitazona-Rezulin) fue retirado del mercado en el 2000 por causar problemas hepáticos [4].
La FDA revisa las pruebas disponibles
Según información reciente de la FDA, GSK les entregó los datos que llevaron a la EMEA a endurecer el etiquetado. El laboratorio incluso sugirió que se añadiese una nota sobre los posibles riesgos cardíacos. La agencia rechazó la propuesta, argumentando que cualquier información sobre el riesgo de infarto debería aparecer en una advertencia de “caja negra”, el tipo de aviso más grave que se incluye en las etiquetas en EE.UU. En la documentación, la agencia señala que no le convencían los análisis presentados y prefirió hacer su propia evaluación, que finalizó hace unos meses.
El pasado mes de febrero, expertos en seguridad de la FDA recomendaron que el etiquetado, tanto para Avandia como para Actos, incluyese severas advertencias sobre el riesgo de edema e insuficiencia renal. En cuanto a los problemas isquémicos, pese a su “considerable preocupación”, la agencia consideró que era mejor que un comité asesor abordase el tema “a finales de verano o comienzos de otoño”. La FDA reconoce que tras la revisión del New England decidió acelerar el estudio [3].
Según las consideraciones de la FDA “la información disponible es un tanto inconsistente, lo que complica su interpretación respecto al efecto de la rosiglitazona [Avandia] sobre los episodios isquémicos cardíacos. De todas formas, la FDA ve estas señales con considerable preocupación” [4].
Se agrega una advertencia de caja negra en EE.UU.
Finalmente la FDA decidió que tanto el etiquetado de Avandia como el de Actos alerten fuertemente sobre sus posibles riesgos [5].
Según han explicado los especialistas, si bien existe una asociación entre el medicamento y el riesgo coronario, no hay datos que avalen una retirada drástica del medicamento y no está claro que sus efectos sean peores a los de otros antidiabéticos. En definitiva, los beneficios superan a los riesgos para la mayoría del panel de especialistas que aprobó, con 22 votos a favor y uno en contra, la permanencia de Avandia en las farmacias. Los mismos expertos votaron, 20 a tres, que tomar estas pastillas incrementa las posibilidades de sufrir un infarto [6].
En la etiqueta se hará hincapié en que su administración puede causar o empeorar una insuficiencia cardiaca. Además, se recordará a los pacientes que los tomen que deben someterse a un seguimiento médico. Sin embargo, el prospecto de estos fármacos no incluirá ninguna referencia a un posible incremento del riesgo de infarto [7].
Las repercusiones
La reunión del comité de expertos ha puesto de manifiesto que dentro de la Agencia siguen existiendo diferentes puntos de vista sobre la seguridad del fármaco.
Así, David Graham, encargado de seguridad de medicamentos de la FDA, solicitó la retirada del medicamento y estimó que sus efectos habían causado más de 200.000 problemas isquémicos entre 1999 y 2006, según recoge The New York Times. Por el contrario, otros especialistas, como el propio Robert Meyer, director de la FDA, no estuvieron de acuerdo con esta perspectiva. Esta división de opiniones no es habitual dentro de la FDA.
Por su parte, GSK ha vuelto a defender la seguridad de Avandia y ha recibido con alegría el apoyo del comité de expertos de permitir que se siga comercializando su segundo fármaco más vendido durante el 2006. Esta buena noticia para Glaxo ya se ha hecho notar en sus cotizaciones bursátiles, que habían caído en picada en los últimos meses [6].
Clifford J. Rosen, miembro del comité consultivo de la FDA sobre rosiglitazona, afirma que “urge cambiar la regulación para la aprobación de los medicamentos para el tratamiento de diabetes tipo 2, y asegurar que las evaluaciones se hacen en base a los resultados clínicos y no según su efecto sobre variables intermedias.”
Para Rosen la agencia estatal ha estado sujeta a la presión de la industria, y ha aprobado el medicamento prematuramente, por razones incorrectas, y con valoraciones poco fundamentadas. Esto ha causado un daño innecesario a los pacientes.”
Rosen recomienda que el FDA cambie su posición, y que las variables subrogadas -tales como hemoglobina glicosilada- se sustituyan por variables de mayor importancia clínica, como eventos cardiovasculares. Recordó que la agencia tomó anteriormente una medida similar, cuando en el caso de la osteoporosis en lugar de considerar variables subrogadas, como la densidad mineral ósea, utilizó variables clínicas como las fracturas [7].
En Argentina
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), informó que ha ordenado a los laboratorios que comercializan medicamentos basados en rosiglitazona y pioglitazona, actualizar los respectivos prospectos. Los equipos técnicos de este organismo analizaron la información y decidieron incluir nuevas advertencias sobre las posibles complicaciones cardiacas que podrían causar en determinados grupos de pacientes. La ANMAT recomienda a los pacientes que estén utilizando estos medicamentos que, ante cualquier duda, consulten con su médico [8].
Nota de los editores:
– Se pueden ver algunos antecedentes sobre rosiglitazona y pioglitazona en el Boletín Fármacos (BF): “Rosiglitazona (Avandia) y pioglitazona (Actos): Riesgo de fracturas en mujeres. EE.UU. y España” y “Rosiglitazona (Avandia): Su controvertido uso en la “pre-diabetes” en la Sección Advierten del BF 2007;10(2); y en Rosiglitazona (Avandia, Avaglim, Avandamet, Avandaryl), BF 2007;10(3):17-21.
Referencias:
1. Núria Homedes, Rosiglitazona (Avandia, Avaglim, Avandamet, Avandaryl), Boletín Fármacos 2007;10(3):17-21.
2. EE.UU.: El registro de efectos adversos asociados al antidiabético Avandia se ha triplicado, El Mundo (España), 16 de julio de 2007.
3. Otro estudio advierte de riesgos de la rosiglitazona, Correo Farmacéutico (España), 23 de julio de 2007.
4. Isabel Espiño, EE.UU.: La FDA decide qué hacer con Arandia, El Mundo (España), 30 de julio de 2007.
5. EE.UU.: Avandia llevará un distintivo especial en el país para alertar de sus riesgos, El Mundo (España), 16 de agosto de 2007.
6. Avandia puede seguir a la venta, aunque con más advertencias sobre sus riesgos, El Mundo (España), 31 de julio de 2007.
7. Rosen CJ. The rosiglitazone story–lessons from an FDA Advisory Committee meeting. N Engl J Med 2007;357(9):844-6.
8. Argentina: ANMAT obliga a los laboratorios a actualizar prospectos. Prensa ANMAT, 16 de agosto de 2007.
Vacuna contra rotavirus (Rotateq): FDA informa de casos de enfermedad de Kawasaki asociados a su uso. EE.UU
Editado y traducido por Boletín Fármacos de: FDA. Information Pertaining to Labeling Revision for RotaTeq. June 15, 2007. Disponible en: www.fda.gov/cber/label/rotateqLBinfo.htm
La FDA informó a los profesionales de la salud sobre los cambios en algunas secciones de información para la prescripción de la vacuna del rotavirus Rotateq. La sección Reacciones Adversas fue actualizada para incluir 6 casos de enfermedad de Kawasaki que se observaron en un ensayo clínico fase III. Se produjeron cinco casos entre los 36.150 niños que recibieron la vacuna y uno entre los 35.536 niños que recibieron placebo. En la sección Postcomercialización se incluyeron tres notificaciones de enfermedad de Kawasaki que se reportaron al Sistema de Notificaciones de Eventos Adversos a Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés) desde que se aprobó su comercialización el 3 de febrero de 2006. No se ha podido establecer una relación de causa y efecto entre la administración de RotaTeq, y la ocurrencia de enfermedad de Kawasaki.
La enfermedad de Kawasaki es una enfermedad grave pero infrecuente que se produce en niños, aunque su causa no ha podido ser determinada. Se caracteriza por fiebre elevada, inflamación de los vasos sanguíneos y afecciones en los ganglios linfáticos, piel, boca y corazón. Los casos notificados hasta la fecha no son más frecuentes que lo que podría esperarse en la población general. La FDA y los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) continuarán vigilando la seguridad de la vacuna Rotateq y de todas las vacunas, y solicitan a los profesionales que notifiquen al VAERS cualquier efecto adverso grave -incluyendo la enfermedad de Kawasaki- que pueda surgir tras la administración de la vacuna Rotateq o de cualquier otra vacuna.