PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN
Utilización
¿Deberían las empresas tener que pagar por la eliminación de medicamentos no deseados? Algunos funcionarios locales quieren que las compañías farmacéuticas financien los costos de los programas de recogida. (Should Companies Have to Pay for Disposal of Unwanted Drugs? Some local officials want drug firms to underwrite the costs of take-back programs)
Ed Silverman
Wall Street Journal, 1 de mayo de 2015
Traducido por Salud y Fármacos
¿Se debería exigir que los fabricantes de medicamentos paguen los programas de recogida/devolución de medicamentos que la gente ya no necesita?
Un número creciente de funcionarios locales creen que sí. A principios de esta semana, el condado de San Mateo, en California, se convirtió en el cuarto gobierno local del país en adoptar una ordenanza que obliga a la industria farmacéutica a financiar el costo de un programa de recogida/devolución de medicamentos. Al hacerlo, el condado se unió a otros dos en California, incluyendo San Francisco, así como a uno en el estado de Washington.
Pero los esfuerzos han alarmado a los fabricantes de medicamentos; les preocupa que otros gobiernos locales aprueben ordenanzas similares y tengan que absorber gastos adicionales. La industria farmacéutica, por otra parte, cree que las leyes son inconstitucionales y está esperando saber si la Corte Suprema de EE UU aceptará juzgar su apelación.
Los programas de recogida/devolución están diseñados para reducir la presencia de contaminantes en el agua potable y el riesgo de abuso de medicamentos cuando estos se acumulan en los botiquines de los hogares. Pero los funcionarios locales se quejan de que, en ausencia de un programa estatal, los costos pueden desequilibrar sus presupuestos. Por eso que han acudido a la industria farmacéutica para que pague la recogida y destrucción de los medicamentos.
“Decidimos que teníamos que hacer algo”, dijo Waymond Wong, supervisor del programa en la División de Servicios de Salud Ambiental del Condado de San Mateo. Se estima que el coste anual del programa es de aproximadamente US$250.000. “Los fabricantes de medicamentos deben ser parte de la solución. Ellos tienen la capacidad y la infraestructura para hacer que estos programas sean más factibles y rentables”.
El movimiento se empezó a consolidar hace tres años, cuando el condado de Alameda, en California, aprobó la primera ordenanza local, a pesar de las objeciones de los fabricantes de medicamentos. Una portavoz de la industria farmacéutica, Priscilla VanderVeer, dice que “no hay razón para obligar a [establecer] nuevas, costosas y redundantes opciones de eliminación” porque los consumidores pueden deshacerse de los medicamentos no deseados en su casa.
Hizo referencia a una sugerencia que aparece en el sitio web de la FDA que dice que los consumidores pueden sacar los medicamentos de sus frascos y mezclarlos con granos de café usados o arena para gatos, lo que hace que los medicamentos sean menos atractivos para los niños e irreconocibles para cualquiera que hurgue en la basura. El siguiente paso es ponerlos en una bolsa sellada. Este método “se reconoce como una opción viable, segura y ecológicamente sostenible”, dijo la portavoz.
Varios grupos de comercio de la industria- fabricantes de productos de marca y de medicamentos genéricos, así como empresas de biotecnología- posteriormente desafiaron la ordenanza en los tribunales. Argumentaron que el condado violó el comercio interestatal y discrimina contra las empresas de fuera del estado al injustamente trasferir costos hacia los fabricantes de medicamentos. Un tribunal federal no estuvo de acuerdo, sin embargo, lo que llevó a la industria a pedir que la Corte Suprema revisara el caso.
Sin embargo, algunos funcionarios del gobierno local dicen que se necesitan más opciones. La DEA, por ejemplo, el otoño pasado discontinuo varios eventos de devolución/recogida y muchos gobiernos locales no pueden mantener estos programas independientemente, dice Ed Gottlieb del Área de Tratamiento de Aguas Residuales en Ithaca, Nueva York. Las farmacias pueden recoger medicamentos no deseados, pero señala que no están obligadas a hacerlo y no reciben financiamiento.
Como resultado, otras ciudades se están fijando en estas ordenanzas, según Scott Cassel, presidente ejecutivo del Product Stewardship Institute (Instituto de administración de productos), una organización sin ánimo de lucro que apoya los programas de devolución/recogida de medicamentos. Cassel dice que es consciente de por lo menos una docena de otros gobiernos locales en varios estados están considerando una legislación similar, incluyendo otros nueve condados de California.
“No hay duda de que el interés es cada vez mayor”, dice. “Los gobiernos locales están tomando el asunto en sus propias manos, ya que necesitan soluciones. Y las compañías farmacéuticas podrían colaborar y ayudar a asegurar que estos programas tengan sentido económico y ambiental”.