Ética, Derecho y Ensayos Clínicos
Conducta de la Industria
El programa de Gilead para evitar el desvío de medicamentos contra la hepatitis C acaba con los derechos de los pacientes (Gilead anti-diversion program for hep C medicines throws patient rights under the IP bus)
Professor Brook K. Baker, Health GAP senior policy analyst
IpHealth, 24 de marzo de 2015
Traducido por Salud y Fármacos
Médicos sin Fronteras ha filtrado información sobre la negociación de Gilead con 11 empresas de genéricos de India, a las que ha autorizado la producción y venta en 91 países del nuevo medicamento para hepatitis C. La última negociación incluye una exigencia de Gilead para evitar que el genérico se distribuya a todo el mundo, de que las empresas productoras de los genéricos obtengan información personal de los pacientes que reciben la medicina. Esta información incluye el nombre del paciente y prueba de que ciudadano y residente en el país, como condición para que se le dispense el medicamento.
Generalmente, las empresas farmacéuticas no tienen acceso a la información confidencial del paciente simplemente porque tienen derecho a la patente del medicamento que utiliza. Generalmente, como en EE UU, la información personal del paciente se considera confidencial y ni los médicos ni los farmacéuticos pueden dar este tipo de información privada a otros. Entonces, ¿por qué quiere obtener Gilead esta información y se le permite que la consiga?
Las licencias que ahora ha concedido Gilead permiten las ventas en ciertos países, lo cual es correcto de acuerdo a los derechos de las patentes que son territoriales. Los derechos de patentes no conceden el derecho a las empresas para decidir quiénes son los pacientes que pueden recibir medicinas en un país. Los extranjeros y los que no son residentes un país pueden comprar las medicinas como lo pueden hacer personas que no tengan una dirección en el país.
Además de exigir que los proveedores de salud obtengan información confidencial, Gilead también está intentando exigir que los distribuidores que tienen la licencia de distribución solo entreguen un frasco del tratamiento para la hepatitis C, aunque el tratamiento requiere de tres a seis frascos. Los pacientes deben devolver el frasco vacío en persona o por Courier para que se les entregue el siguiente frasco. Este sistema de verificar el uso socaba la autonomía del paciente y su adherencia al tratamiento. No hay duda de que estos requisitos también sirven para eliminar a los turistas que viajan a países para recibir tratamiento y que no tienen recursos para pagar los gastos de residencia en el extranjero durante un periodo de seis a doce semanas solo para recibir el tratamiento, que se ofrece a un alto descuento.
En definitiva, por medio de sus políticas draconianas para evitar el desvío del medicamento, Gilead está negando los derechos de los pacientes bajo la excusa de proteger su propiedad intelectual.
Con la información que debería estar prohibida, Gilead espera prevenir el acceso al tratamiento a los pacientes de otros países que son más ricos y cualquier forma de desvío del producto a mercados más ricos. Los pacientes quedan atrapados y se sacrifican sus derechos a la privacidad y autonomía en el intento de Gilead de buscar beneficios en los países de medianos y altos ingresos.
Hay soluciones. Las empresas de genéricos pueden simplemente rehusar conspirar con esta práctica que no es ética. Más aún, también se pueden revisar por lo menos en algunos países si los términos de las licencias también son razonables y el impacto anti-competitivo de sus licencias. En muchos países, estos términos también deben poder retarse utilizando las leyes de confidencialidad de información. Finalmente, se debería hacer presión pública contra Guilead por esta violación abominable de los derechos de los pacientes.