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La OCDE insta a llevar a cabo una “revisión radical” de los sistemas de fijación de precios
Carlos B. Rodríguez
El Global, 13 de mayo de 2016
http://www.elglobal.net/noticias-medicamento/2016-05-13/politica-sanitaria/la-ocde-insta-a-llevar-a-cabo-una-revision-radical-de-los-sistemas-de-fijacion-de-precios/pagina.aspx?idart=981130
La innovación farmacéutica y los sistemas de fijación de precios han generado hasta la fecha muchos beneficios en salud para la población, pero no hay razón para creer que esta tendencia se vaya a mantener en el futuro. En particular, el incremento de costes vinculado al lanzamiento de algunos nuevos fármacos sugiere, para la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), que es necesario llevar a cabo una “revisión radical” de las prácticas de fijación de precios de nuevos medicamentos.
El informe ‘Gasto farmacéutico y políticas: evolución y retos futuros’ publicado por este organismo entra de lleno en el debate mundial sobre la innovación farmacéutica y el acceso a los medicamentos, aunque con un punto de partida diferente: el crecimiento del gasto farmacéutico, dicen los autores de este estudio, “no es necesariamente un problema”, ya que los medicamentos juegan un papel importante en la gestión de un buen número de enfermedades crónicas, como el asma o la diabetes, y ayudan a prevenir complicaciones. Dicho esto, reconocen también que los precios de algunas innovaciones (en especial las del campo de la oncología la hepatitis C, la hipertensión pulmonar, la esclerosis múltiple o las enfermedades raras) han dejado a su paso retos que hay que afrontar: estos precios se han convertido en barrera de acceso; su lógica y legitimidad es cuestionada por un número creciente de pagadores y médicos y no siempre van asociados a altos beneficios en salud.
Además, el estudio considera “problemática” la “proliferación” de los altos precios y su creciente peso en los presupuestos sanitarios. Gracias a ellos, las compañías han encontrado incentivos para seguir desarrollando fármacos destinados a mercados más pequeños, pero esta tendencia sólo ha sido sostenible durante un tiempo. A medida que aumenta el número de fármacos aprobados para segmentos de población cada vez más específicos y a precios altos que permitan recuperar la inversión, el problema de la eficiencia se agudiza. “Los países tendrán que considerar si quieren gastar un porcentaje cada vez mayor de sus presupuestos para un menor número de pacientes y menos resultados en salud”, dicen los expertos.
Proyecciones de futuro
Sus valoraciones son resultado de unas proyecciones futuras de gasto en los principales mercados farmacéuticos. En Estados Unidos, las predicciones a partir de este año y hasta 2018 arrojan tasas de crecimiento anual de entre el 4 y el 5 por ciento. En el caso de los cinco mayores mercados de la Eurozona (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España) los incrementos son menores, de entre un 1 y un 4 por ciento durante el mismo periodo, si bien con diferencias notables entre ellos. Se estima que el crecimiento será alto en Reino Unido o Alemania, mientras que en Francia y España rondará el 0 o incluso será negativo.
En ambos casos, sin embargo, la responsabilidad del incremento de la factura responde a una misma causa: el peso de los fármacos especializados. Estos medicamentos representaron en 2012 un 1 por ciento del total de las prescripciones en Estados Unidos pero un 25 por ciento del gasto. Este porcentaje se incrementó en 7 puntos entre 2012 y 2014, alcanzando un 31,8 por ciento y se espera que siga aumentando en el futuro. El informe de la OCDE calcula que la mitad del incremento del gasto estadounidense entre 2013 y 2018 se deberá a estos fármacos. Asimismo, serán la única causa del aumento de la factura en los estados miembro de la Unión Europea en el mismo periodo.
Recortes sin incentivo
Esta tendencia no es ninguna novedad. Desde el año 2008, las medidas de contención de costes y la pérdida de patentes de muchos medicamentos ha llevado a una reducción global en la factura de medicamentos dispensados con receta en oficinas de farmacia en los países de la OCDE, aunque su factura hospitalaria ha crecido. Es el carácter incremental de esta tendencia, no siempre vinculada a altos resultados en salud, lo que preocupa de cara al futuro.
Someter a examen las políticas de fijación de precios de los nuevos medicamentos sería solo la punta de lanza de una batería de medidas que para los autores debe ser más amplia. La OCDE señala, por ejemplo, que existen barreras en la regulación de los biosimilares en muchos países que frenan el potencial de ahorro de estos fármacos. Algunos de ellos tampoco contemplan la prescripción por principio activo.
Basta con mirar atrás para detectar que las medidas de gestión del gasto farmacéutico han sido, en su mayor parte, cortoplacistas. El análisis realizado por la OCDE en relación a las medidas introducidas desde 2008 en una selección de 24 países arroja varias conclusiones. Entre ellas, que España ocupa un lugar en el podium de los más activos. Se sitúa como el tercer país en número de medidas (9), sólo por detrás de Portugal (11) y Grecia (10).
En cuanto a la ‘calidad’ de las medidas introducidas para reducir la factura durante los años de la crisis, aquellas que más éxito han tenido han sido las vinculadas a reducciones de precios en fármacos con patente, la reducción de márgenes para los agentes de la cadena del medicamento y los incrementos en los porcentajes de copago. Frente a ellas, llama la atención que sólo un país, Alemania, haya apostado durante estos años por introducir la evaluación de las tecnologías sanitarias como una herramienta de apoyo en la toma de decisiones sanitarias.