Para luchar contra la resistencia antibiótica, la OMS ha clasificado por primera vez los antibióticos en tres clases, incluyendo una que enumera los medicamentos que espera que solo se utilicen en circunstancias de necesidad extrema.

La clasificación de los antibióticos es parte de la lista de medicamentos esenciales de la OMS, que actualiza cada dos años. La nueva lista se ha publicado este jueves.

La sección de antibióticos divide estos medicamentos esenciales en tres categorías. Aquellos que son para infecciones comunes, que se incluyen en la categoría de antibióticos que se llama ‘accesible’. Otros para los cuales el creciente aumento de la resistencia es un problema se incluyen en la categoría ‘observar’, que significa que no deberían ser la primera o segunda opción.

La tercera categoría se llama ‘reserva’ que quiere decir que estos antibióticos solo se deberían usar para tratar infecciones para las cuales los otros antibióticos han fallado.

La Dra. Marie-Paule Kieny, subdirectora general de los programas para los sistemas de salud e innovación de la OMS, dijo en una reunión con la prensa: “Estos medicamentos deberían protegerse y priorizarse como objetivos claves en la gestión de los programas (de antibióticos) para preservar su efectividad”.

Kieny dijo que esperaba que la lista ayudara a los sistemas de salud y a los médicos a usar los antibióticos de forma que permitiera preservar su valor curativo. Por ejemplo, la ciprofloxacina no se debería usar como primer tratamiento para infecciones de las vías urinarias o de las vías respiratorias altas, aunque ahora se suele hacer.

“No pensamos que esto va a solucionar el problema rápidamente”, dijo Kieny refiriéndose a la clasificación de los antibióticos. “Pero sabemos que donde el uso adecuado de los antibióticos ha funcionado, a través de la gestión de los programas en los hospitales, hemos visto una reducción en la tendencia a la resistencia”. Los expertos aplaudieron la decisión de clasificar los antibióticos de esta manera.

El Dr. Tim Jinks, jefe del programa de la resistencia de infecciones a los medicamentos del Wellcome Trust dijo: “La actualización de la lista de medicamentos esenciales debería ayudar a asegurar que los antibióticos de último recurso se reservan solo para los casos en que los primeros tratamientos no funcionan, y que los médicos de todos los países deben tener una acceso fácil a los mejores medicamentos y a los más apropiados”.

Entre los medicamentos en la última categoría está el colistin, un antiguo antibiótico que ha sido un medicamento de último recurso. Hay preocupación sobre su utilidad porque ha aparecido la súper bacteria mcr1, un gene que permite a la bacteria resistir al medicamento.

La Dra. Suzanne Hill, directora de medicinas esenciales y de productos de salud, dijo que al tener una lista de antibióticos que no se deberían usar a no ser que fuera absolutamente necesario se tendrá que repensar la forma de compensar a los productores de estos medicamentos. Y dijo: “No queremos usar colistin muy frecuentemente. De hecho, no queremos usarlo en absoluto”.

Las compañías farmacéuticas normalmente recuperan sus gastos de desarrollo a través de ventas, pero en el caso de estos medicamentos el objetivo es restringir las ventas lo más posible. Otras formas de compensación—formas de compensar a las empresas por no promocionar sus medicamentos—pueden incluir premios en efectivo o compra de licencias, dijo Hill.