Reacciones Adversas e Interacciones
Psoriasis inducida por fármacos
Revue Prescrire 2018; 39 (432):745-749
Traducido por Salud y Fármacos
Etiquetas: Psoriasis, Evento adverso
Resumen
- La psoriasis es un trastorno inflamatorio crónico de la piel. Su evolución varía a lo largo de la vida del paciente, con lesiones que a veces persisten durante varios años, intercaladas con episodios de remisión, regresión o exacerbaciones. Afecta a menudo la calidad de vida de los pacientes. La psoriasis en placas es la forma clínica más común. También puede haber trastornos articulares. La psoriasis pustulosa generalizada y la psoriasis eritrodérmica son formas raras pero graves.
- La psoriasis no tiene una causa conocida, aparte de ciertos fármacos. Se han postulado varias hipótesis, incluyendo factores genéticos, inmunológicos, infecciosos, psicológicos o ambientales.
- A menudo es difícil saber si un fármaco causó o empeoró la psoriasis, especialmente por la semejanza entre la psoriasis inducida por fármacos y la no inducida y el retraso, en ocasiones prolongado, entre la exposición al fármaco y la aparición de este efecto adverso.
- Es frecuente que los síntomas mejoren o se resuelvan tras la retirada del fármaco responsable. Si se sigue utilizando el fármaco causante, los tratamientos para la psoriasis a menudo son poco o nada eficaces.
- Apenas hay datos sobre los mecanismos por los que los fármacos inducen la psoriasis. Muchos fármacos implicados interfieren con el sistema inmune.
- Los principales fármacos conocidos por inducir psoriasis son los betabloqueantes, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, los bloqueantes de los receptores de angiotensina II, el litio, los antipalúdicos, los interferones, la terbinafina, los inmunosupresores (como los inhibidores de TNF alfa, abatacept, leflunomida y ustekinumab), los antineoplásicos (como nivolumab e imatinib) y el bupropión.
- Cuando se desarrolla psoriasis, empeora o es resistente al tratamiento, se debe considerar el papel de cualquier fármaco que el paciente esté tomando. La decisión de suspender el fármaco dependerá de la gravedad de los trastornos cutáneos, de lo problemáticos que sean para el paciente y del balance riesgo-beneficio del fármaco causante y las posibles alternativas.