Políticas
Varios líderes mundiales, que hablaron el lunes durante la apertura de la 73a Asamblea Mundial de la Salud (AMS), se refirieron a las futuras vacunas Covid-19 como un “bien público global”, pero la resolución sobre la respuesta Covid-19 que fue adoptada el martes no reflejó este concepto vital.
La 73a AMS se llevó a cabo de forma virtual del 18 al 19 de mayo de 2020. El Comité Ejecutivo decidió celebrar la sesión en forma de reunión virtual de mínimos, con una agenda abreviada.
El Secretario General de la ONU, los presidentes de Suiza, China, Francia, Corea del Sur, Sudáfrica, el Canciller de Alemania y el Primer Ministro de Barbados se dirigieron a la Asamblea.
En las declaraciones que hicieron el 18 de mayo, durante el segmento de alto nivel de la apertura de la AMS, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el presidente Xi Jinping de China, el presidente Emmanuel Macron de Francia y el presidente Moon Jae-in de Corea del Sur dijeron que las futuras vacunas Covid- 19 serán un bien público global y solicitaron que el acceso a esas vacunas fuera equitativo. Aunque no hay una definición legal de bien público, se entiende comúnmente que tiene dos características principales: “no excluible” y “no rival”.
Clasificar a las vacunas Covid-19, que se encuentran actualmente en desarrollo, como bienes públicos las liberaría de la protección de la propiedad intelectual, y facilitaría la difusión de la tecnología y la fabricación en grandes cantidades. Esto a su vez facilitaría el acceso equitativo a los productos, en el marco de la Cobertura Universal de Salud.
Guterres expresó esperanza en que el hallazgo de la vacuna para el nuevo coronavirus sea un punto de partida. “Es una oportunidad histórica para intensificar la investigación y reducir las desigualdades en el acceso a tratamientos y a la atención médica”, dijo, y agregó que es esencial que todos en el mundo, donde quiera que se encuentren, puedan tener acceso a servicios médicos y, cuando esté disponible, a la vacuna, que es un bien público mundial.
El presidente Xi dijo: “En China, el desarrollo y distribución de la vacuna Covid-19, cuando esté disponible, será como la de un bien público mundial. Esta será la contribución de China para garantizar la accesibilidad y asequibilidad de las vacunas en los países en desarrollo”.
El presidente Moon declaró que, para desarrollar vacunas y tratamientos, “debemos cooperar más allá de nuestras fronteras, y estas vacunas y tratamientos son bienes públicos que deben distribuirse equitativamente en todo el mundo”.
El presidente Macron dijo que el objetivo de Francia es aportar “un gran apoyo a la investigación, para acelerar la obtención de resultados de la investigación médica y asegurar que podemos garantizar el acceso universal” a través de la OMS y su Acelerador de Acceso a Herramientas Covid-19 (ACT).
Dijo además que “si descubriéramos una vacuna contra Covid-19, sería un bien público mundial y todos deberían tener acceso a ella”.
Sin embargo, la resolución que se adoptó el martes 19 en la AMS no se refiere a las futuras vacunas Covid-19 como un bien público global.
El párrafo operativo 6 de la resolución dice: “RECONOCE la función de la inmunización extensiva contra la Covid-19 como bien de salud pública mundial en la prevención, la contención y la detención de la transmisión con miras a poner fin a la pandemia una vez que se disponga de vacunas seguras, de calidad, eficaces, efectivas, accesibles y asequibles”.
Por lo tanto, la resolución trata la inmunización amplia contra Covid-19 como un bien público global, pero no a las vacunas que son el producto esencial para la inmunización.
El borrador inicial de la resolución que preparó la Unión Europea parecía establecer que las vacunas son un bien público global, al afirmar lo siguiente: “Reconoce la inmunización de toda la población contra Covid-19 como un bien público global para la salud, y el papel crucial de las vacunas de calidad, seguras y eficaces en ese proceso”.
Más de 100 Estados miembros copatrocinaron la resolución.
Durante las últimas semanas de negociaciones previas a la AMS, EE UU se opuso al término “bien público global” y el texto actual refleja las concesiones del presidente sobre el texto.
El Dr. Canice Nolan de la Misión Permanente de la Unión Europea ante la OMS presidió este proceso.
Según un delegado involucrado en las negociaciones, se citó la falta de una definición legal de bien público global para objetar la inclusión del término.
Preocupa que, al seguir considerando a las vacunas como bienes privados, las futuras vacunas contra Covid-19 pudieran no estar ampliamente accesibles, porque no se compartiría ampliamente la tecnología para la producción de la vacuna, y la protección de la propiedad intelectual se utilizaría para impedir la diseminación de información sobre la tecnología para producir la vacuna.
El mecanismo para asegurar el acceso y la asequibilidad podría consistir en moldear el mercado, como las adquisiciones al por mayor y los compromisos avanzados del mercado, en lugar de la producción generalizada a nivel descentralizado.
En el pasado, los compromisos avanzados de mercado, y ya está sucediendo con posibles vacunas Covid-19, han favorecido a los países ricos.
Si bien algunas donaciones podrían estar disponibles para los países más pobres, a los expertos en salud les preocupa que los países en desarrollo, especialmente aquellos clasificados por el Banco Mundial y el FMI como países de “ingresos medios”, si la fabricación es insuficiente se queden rezagados, generando escasez e incluso precios inasequibles.