Ética
En EE UU, los líderes de las asociaciones médicas juegan un papel importante en los sistemas de salud, pues representan a los profesionales de la salud, financian la investigación, facilitan la educación médica, producen las guías médicas que se utilizan en la práctica clínica, y definen las enfermedades. Si bien se ha discutido la relación que debería haber entre las Asociaciones Médicas y la industria farmacéutica y de dispositivos médicos, no se ha caracterizado la relación entre los líderes de dichas asociaciones y estas industrias. Moynihan et al [1] decidieron llenar este hueco y estudiaron la relación de los líderes de las Asociaciones Médicas de las patologías que más recursos consumen, según los datos de la oficina de investigación en servicios de salud y calidad (USAHCRQ).
Una vez identificadas las patologías que más recursos consumieron en 2016, según USAHCRQ, los autores preguntaron cuáles eran las Asociaciones Médicas de referencia para cada patología a tres de sus colegas; y posteriormente, dos de los autores identificaron independientemente a los líderes de las asociaciones, incluyendo a los miembros del Consejo Ejecutivo, utilizando las páginas web de las Asociaciones. La muestra final consistió en 328 líderes, que en 2019 eran o los habían sido durante dos años anteriores miembros del Consejo Ejecutivo o de Gobierno, del American College of Cardiology, Orthopedic Trauma Association, American Psychiatry Association, Endocrine Society, American College of Rheumatology, American Society of Clinical Oncology, American Thoracic Society, North American Spine Society, Infectious Diseas Society of America, and American College of Physicians.
Posteriormente utilizaron la base de datos de CMS Open Payments para determinar los pagos que esos lideres habían recibido de la industria. Hay que recordar que esa base de datos solo incluye información de los médicos y osteópatas, no incluye a otros profesionales como las enfermeras, por ejemplo. Además, recopilaron las políticas de conflictos de interés de cada una de las Asociaciones, y hasta tres guías clínicas que hubieran redactado en relación con la patología de interés de esa asociación. Escogieron las guías que en los últimos tres años tuvieron más citas o las que se hubieran descargado con mayor frecuencia.
Como medidas de resultado se utilizaron: la proporción de líderes que tenía relaciones financieras con la industria el año en que ocuparon la posición de liderazgo, durante los cuatro años anteriores, y el año después de dejar su cargo; la proporción de líderes de cada una de las asociaciones que eran médicos u osteópatas con vínculos financieros con las industrias; la proporción de asociaciones sin líderes con vínculos financieros con la industria; los conceptos por los que los líderes habían recibido dinero de la industria; la cantidad total de dinero recibido por cada uno los líderes y por todos los líderes de cada asociación, y si las guías de las diferentes asociaciones inducían al sobrediagnóstico o a la sobreprescripción de medicamentos.
De los 328 líderes, los autores lograron confirmar que al menos el 72% (235) habían recibido dinero de la industria mientras estaban en posición de liderazgo, cuatro años antes o uno después. Estos 235 eran todos médicos u osteópatas y representaban el 80% de los 293 líderes que eran médicos u osteópatas. Todas las asociaciones tenían algún líder con algún tipo de conflicto de interés financiero con la industria. En la mayoría de las asociaciones, el 80% de los líderes tenían vínculos con la industria, pero la proporción era inferior para la Asociación Americana de Médicos (66%), y para la Asociación Americana de Psiquiatría (38%).
En total, la industria pagó US$129,9 millones a 235 líderes, con una mediana de US$31.805 por líder. Esta cantidad incluía US$104,6 millones para proyectos de investigación.
Los montos asociados a líderes individuales oscilaron ampliamente. La mediana para los líderes de la Asociación Americana de Oncología fue de US$518.000 y para los de la Asociación Americana de Reumatología fue de US$251.000, mientras que los líderes de la Asociación Americana de Médicos y la Asociación Americana de Psiquiatría recibieron US$404 y US$212, respectivamente.
Solo dos de las 10 asociaciones incluyeron en su página web información sobre los conflictos de interés de sus líderes con la industria, estas fueron la Asociación Americana de Oncología y la Asociación Americana de Reumatología.
De las 28 guías analizadas, 6 incluían frases que explícitamente inducían al sobrediagnóstico y a la sobreprescripción, y otras cuatro lo hacían de forma implícita.
Otros estudios recientes han documentado que, en 2014, el 51% de los editores de revistas médicas estadounidenses recibieron pagos de la industria farmacéutica y el 20% recibieron pagos para hacer investigación.
Dado el papel que las asociaciones médicas juegan en mantener y promover la calidad de la atención médica, se debería exigir que sus líderes estuvieran libres de toda influencia comercial, concluyen los autores. Sobre todo, si se quiere combatir el sobrediagnóstico y sobretratamiento.
Referencia