En 2019 se publicaron los resultados de una revisión sistemática y un metaanálisis de ensayos clínicos que evaluaron la desensibilización oral con alérgenos del cacahuete frente a ninguna desensibilización oral, en pacientes con alergia a los cacahuetes [1].
Se incluyeron doce ensayos clínicos aleatorizados, con un total aproximado de 1.000 pacientes con una edad media de 8,7 años, que recibieron seguimiento durante una mediana de un año (5,8 años en uno de los ensayos). El criterio de valoración fue el número de eventos alérgicos importantes a alimentos por paciente, sin tener en cuenta las reacciones a las pruebas de provocación de alérgenos realizadas en hospitales.
En comparación con la ausencia de desensibilización oral con cacahuetes, la terapia de desensibilización aumentó el riesgo de reacciones alérgicas, incluyendo la anafilaxia (riesgo triplicado del 7% al 21%), y duplicó el uso de adrenalina y los efectos adversos graves (diferencias estadísticamente significativas). Los hallazgos fueron similares independientemente del protocolo de desensibilización utilizado, y ocurrieron tanto durante la terapia de desensibilización inicial como durante la terapia de mantenimiento.
Varios efectos adversos relacionados con procesos alérgicos también fueron más comunes con la desensibilización, en particular trastornos gastrointestinales (vómitos, dolor abdominal, picor de boca y 3 casos de esofagitis eosinofílica, que probablemente fue infradiagnosticada), trastornos cutáneos y mucosos (urticaria, edema, angioedema), trastornos nasales (congestión y rinitis) y trastornos respiratorios (asma).
Sin embargo, los pacientes en los grupos que recibieron la desensibilización oral tuvieron mejores resultados que los otros grupos en las pruebas de tolerancia a los cacahuetes, durante las cuales reciben dosis orales estandarizadas progresivas de cacahuetes, bajo supervisión hospitalaria.
En la práctica. En pacientes con alergia a los cacahuetes, la desensibilización oral aumenta el riesgo de reacciones alérgicas graves posteriores, incluyendo la anafilaxia, en lugar de reducirlas. Las pruebas de tolerancia en el hospital no son lo suficientemente fiables. En ausencia de una alternativa mejor, la prioridad es evitar los alérgenos del cacahuete.
Fuentes