Precauciones

En 2003, después de varios casos de daño hepático, incluyendo uno que requirió un trasplante de hígado, la Agencia Francesa de Seguridad de Productos para la Salud suspendió el permiso de comercialización de Exolise, un medicamento basado en un extracto hidroalcohólico de té verde (Camellia sinensis), que se ofrecía como suplemento en las dietas para bajar de peso [1].

El término “té verde” abarca una amplia variedad de sustancias, en proporciones distintas, según muchos factores. A principios de 2020, ¿cuál es la información principal disponible sobre la hepatotoxicidad del té verde, y cuáles son los principales factores de riesgo?

Informes que involucran principalmente a los extractos de té verde, en Europa y otros lugares. El descubrimiento de casos de daño hepático atribuibles a Exolise generó una investigación en Francia. En 2003, se analizaron 25 casos de lesión hepática, la mayoría con patrones hepatocelulares,en pacientes que tomaban Exolise u otras preparaciones derivadas de extractos hidroalcohólicos o de polvo de hojas de té verde. En Francia se informaron 17 casos, incluyendo una persona que consumía té verde como infusión; en España siete y uno en Suecia. El resultado fue favorable en todos los pacientes, con la excepción de uno, cuyo daño hepático requirió un trasplante de hígado [1-3]. En tres casos, los trastornos reaparecieron tras la reintroducción de cápsulas de Exolise.

En 2018, un informe europeo destacó alrededor de 20 casos de lesión hepática atribuidos al té verde que se habían registrado en EE UU, ochos casos identificados en España y aproximadamente 15 en el norte de Europa [4].

Reintroducción seguida de recurrencia de los trastornos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) analizó 21 casos publicados de lesión hepática atribuidos al té verde sin otra causa aparente. Siete casos se debían al consumo de infusiones de té verde, y 14 a la ingesta de extractos de té verde. La mayoría de los pacientes tenían una lesión hepática con patrón hepatocelular, y dos pacientes presentaban colestasis. Los síntomas observados fueron ictericia, prurito, dolor abdominal, orina oscura y heces de color claro, dolor articular, fiebre y náuseas y vómitos. La duración de la exposición a las preparaciones de té verde hasta que comenzaron a surgir los trastornos fue de entre 10 días y 5 años. Estos últimos se resolvieron en la mayoría de los pacientes entre 16 y 120 días después de detener la exposición al té verde. La lesión hepática se cronificó en un paciente.

En siete casos, la reintroducción de la preparación del té verde derivó en la reaparición del trastorno [4].

¿La culpa es de las dosis elevadas de catequinas? El té verde contiene catequinas, en particular la epigalocatequina galato (EGCG), que son hepatotóxicas en animales [4,5].

La EFSA identificó 38 ensayos clínicos, comparativos o no comparativos, que evaluaronlos extractos de té verde e incluyeron análisis de los nivelesde las enzimas hepáticas. Entre los 880 pacientes expuestos a dosis de catequinas iguales o superiores a 800 mg por día, 84 tuvieron transaminasas elevadas, a diferencia de ninguno de los 756 pacientes que se expusieron a una dosis inferior a316 mg por día.

Sin embargo, también han surgido casos de daño hepático con dosis menores de catequinas, principalmente en infusiones.

Además, se ha planteado la posibilidad de contaminación con otras plantas, en particular,aquellas que contienen alcaloides hepatotóxicos en el momento de la cosecha[4].

El consumo en ayunas aumenta la absorción de catequinas. Se observó que, cuando se consume en ayunas, la absorción es cinco veces superior que cuando se consume con los alimentos [6].

El consumo de té verde muchas veces al día entre las comidas, estando en ayunas o cuando se sigue una dieta restrictiva para perder peso, parece ser una situación de alto riesgo [6].

En la práctica. En general, las plantas contienen numerosas sustancias, algunas de las cuales pueden ser tóxicas cuando se aumenta su concentración o absorción. Su amplia comercialización no implica que el consumidor no pueda sufrir efectos tóxicos. Aumentar las cantidades consumidas, tomar estas sustancias de manera repetida o, especialmente, consumirlas como si se tratara de medicamentoso suplementos dietéticos, genera el riesgo de exceder el umbral de toxicidad de algunas sustancias.

El ejemplo del té verde y las catequinas ilustra el riesgo de toxicidad relacionado con este consumo. Los extractos de té verde hidroalcohólicos y las cápsulas de polvo de hojas de té verde acarrean un riesgo probado de daño hepático.